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Bodega Sucesores de Benito Santos, la historia de la albariño

 

 

País: España
C/ Curras, 46
36629 Vilanouva de Arosa (Pontevedra)
T. 986554435 / 659 37 35 16
Contacto:
http://www.sucesoresdebenitosantos.com
Año de fundación: 1986
Viñedo propio: 9 hectáreas de Albariño.
Responsable: Todd Blomberg 618 2511100

Antonio Jesús Pérez Reina Analista enológico de taninotanino ha seleccionado esta bodega como ejemplar por su elaboración, y sus vinos, una bodega taninotanino.

Sus vinos nacen en la viña y no en la bodega. Tan solo hay que dejar expresarse a la viña en su entorno y en su terroir...


En el término municipal de Caldas de Reis, acoge las viñas de esta histórica bodega de las Rias Baixas. Todo nace con la apuesta de Benito Santos por la D.O Rias Baixas en los años 80, formando parte de aquellos soñadores que luchaban por sentar las bases de lo que es hoy esta D.O. (fue la primera bodega que participó en la Fiesta del Albariño en Cambados en 1965), tras un duro trabajo de más de 40 años con el único objetivo de obtener la mayor expresión de la noble Albariño. Es la bodega que aclaman los vecinos de Rias Baixas, es una de las bodegas de respeto que hoy sus Sucesores han querido ser fiel a la tradición que Benito Santos otorgó al viñedo y su forma de elaborar. Sin duda estamos ante una de las mejores y más personales bodegas de la D.O Rias Baixas.


Sus sucesores están transformando todo el cultivo en ecológico para continuar la línea que ha hecho grande a este viñedo por su antecesor Benito Santos, quién ya nombró que sus vinos nacen en la viña y no en la bodega. Tan solo hay que dejar expresarse a la viña en su entorno y en su terroir...


Dispone de tres parcelas con nombre propio representada por sus vinos, Pagos de Bernil y Pagos de Xoan (ambos de menos de 1 Ha. de viñedo) y Pagos de Saiar, resultando su vino más conocido Terra de Cálago el único que está compuesto por la albariño plantada en los tres pagos.


La Bodega sita en Vilanova de Arousa (Pontevedra), produce unos vinos destacables por su capacidad de crecer y evolucionar en botella para dirigirse hacia un horizonte de plenitud. Excelente el trabajo de Sucesores de Benito Santos.


En el proceso de la cata de un vinos, normalmente acotamos el análisis a la botella que en ese momento estamos tratando, aunque algunas veces la personalidad, originalidad o simplemente no encontrarnos un vino de acuerdo a los parámetros que la Zona, Uva y demás factores nos sugieren conocer al detalle todo el proceso de vendimia y elaboración, así como a sus creadores.



Estas connotaciones son las que me ha producido la cata de algunos de los vinos de esta "formidable" bodega, una bodega escondida que empieza a resurgir una vez sus elaboradores van perdiendo la timidez. Unos vinos cargados de fuerza, unos vinos que tienen mucho que decir en el tiempo ¿quién puede decir que la Albariño se oxida en pocos años?, de afirmar la respuesta, le invito a degustar los vinos de Herederos de Benito Santos.


Una vez he catado sus vinos Terra de Cálago 2007, Igrexario de Saiar Selección 2004, Igrexario de Saiar 2008, puedo asegurar que si bien todos guardan el mismo perfil, no encontramos con vinos propios de cuatro bodegas diferentes. Su portafolio lo completan Pagos de bemil y Igrexario de Saiar Cepas Vellas, un albariño para cada ocasión.


Las Creaciones de Sucesores de Benito Santos


BENITO SANTOS IGREXARIO DE SAIAR 2008. 87 ptos.


Un bocado maduro de fruta adornado por notas florales. Procedente de 5,64 ha. protegida por la Iglesia Romántica de San Esteban de Saiar en Caldas de Reis. Un albariño que nace como homenaje al fundador de la bodega, y es verdad, porque en cada botella se adivina la presencia de Benito Santos.


Se presenta con peso en aromas de fruta, con aparente fuerza, apuntes exóticos que recuerdan al mango y la papaya, despuntando notas ácidas que alzan el conjunto, una vez oxigenado la fruta retoma protagonismo en forma de bocado maduro de plátano y pera de agua adornado por notas florales. En boca se muestra graso en su ataque, paso de boca con rasgos frutales, apareciendo en su final notitas punzantes que nos presenta un carácter salino en su postgusto, acompañada por buena acidez


BENITO SANTOS TERRA DE CÁLAGO 2008. 87 ptos.


Una bocanada fresca de Galicia. Terra de Cálago es un sorbo de frescura inusual en un albariño de esta añada 2007, un vino que nos acentúa la similitud con la variedad Riesling, ¡vendita acidez!.


Visual amarillo limón con irisaciones doradas y enorme limpidez. Nariz sobresaliente en intensidad, franco y muy directo, la fruta aparece entremezcladas con notas vegetales y balsámicas resultando muy limpio y fresco, una bocanada de Galicia. La oxigenación le aporta puntas frutales de melocotón, nísperos y albaricoque, la madurez aparece en forma de almíbares y un toque salino que aparece en el postgusto como un recuerdo de la húmeda Galicia. Su conjunto se muestra rodeado por un ligero velo floral.
En boca destaca su excelente acidez que se funde con su salinidad de recuerdos minerales en un largo final con tacto de frutas verdes, la cara más jovial de este albariño, cuerpo y personalidad, resultando largo en su conjunto.


BENITO SANTOS PAGO DE BEMIL 2005. 90 ptos.


1 Ha. 100% Terroir. Un vino que reboza carácter, excelente acidez, la conjunción lograda tras su elaboración por estar sometido a una crianza en lías de 18 meses, le confiere complejidad, respetando siempre la fruta, de inicio aparecen notas ahumadas y apuntes de frutos secos que recuerdan a la Champaña francesa. La fruta aparece madura, dulce, golosa, refrescada por unas notas cítricas y minerales. En boca requiere atención, por su densidad, cremosidad y frutosidad, terso en su paso, muy buen volumen, exquisita acidez y un largo final con postgusto maduro y tintes exóticos de camomila y manzanilla.


BENITO SANTOS IGREXARIO DE SAIAR SELECCIÓN 2004. 90 ptos.


El placer de la vejez. Pausado por su edad y fresco por su esencia. Me he encontrado con un Albariño en estado puro. Un vino que demuestra el crecimiento en botella y la capacidad de envejecimiento de esta variedad, siempre que proceda de una excelente viña y un proceso de elaboración cuidado y meticuloso, se realzará su potencial.


Hablo de un blanco denso desde su fase visual, denota aires grandes, maduro donde la fruta se posa en el paladar con fuerza, esperando que la acidez equilibre sus kilates aportando frescura. Entonces se produce la unión y el placer aumenta. Notas de ciruela madura y atisbos de fruta exótica aparecen rodeado con toques vegetales, que se reproducen en boca de forma sostenida.


Artículo por Antonio Jesús Pérez Reina Copyright @ 

 


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