Color picota oscuro, menisco rojizo, capa alta, limpio, brillante, lágrima amplia y densa.
en nariz alta intensidad de fruta negra madura, presencia de notas de tostados, balsámicos, formando un conjunto complejo, profundo y muy interesante.
En boca tiene buen cuerpo, amplio, redondo, poderoso, mucha carga frutal, punto goloso, con buena acidez, taninos sin aristas, especias (pimienta, clavo), tostados, café, regaliz negro, formando un vino redondo e intenso, sin notarse sus grados que no son pocos. Buena persistencia final.

Intenso y redondo.

Aún con alguna botella del 2008 "fascinante" y con una añada 2009 que no terminó de convencerme, el vino estrella de la serie Juan Gil vuelve a su nivel, potente, a la vez que franco, directo, una añada amable, porque recién salido al mercado se presenta muy bebible y no digo ya disfrutable, porque lo es y mucho. Buena fruta negra juega en sintonía con notas vegetales de montebajo y terruño. En boca sus taninos son honestos, maduros y están aún evolucionando, pero no sin ello dejar de satisfacer y alejados de astringencias.

La pena es haber tomado 2/3 de botella a 36 € en un gastro lo cual me dejó mal sabor de boca, hay que cuidar los precios y máxime cuando ni tan siquiera aparece en carta.