Color rojo picota intenso, menisco violáceo, capa media, limpio, brillante, lágrima amplia.
En nariz hay buena intensidad de aromas de frutos rojos maduros, especias (pimienta negra), notas de buenas maderas, torrefactos, café; unas buenas sensaciones bien ensambladas.
En boca es suave, goloso, con cuerpo medio, destacando sobre todo por la presencia frutal (ciruela negra, moras), correcta, buenos taninos maduros, muy equilibrado y amable. Buena persistencia.
Una zona denostada hace unos años con una "mala fama" de vinos peleones, llegan algunas bodegas (y en especial ésta) y la ponen en primera línea tanto en vinos asequibles como en calidad.

Vino tinto de bodegas Juan Gil de la Denominación de Origen de Jumilla, elaborado con la uva 100 % Monastrel, envejecido doce meses en barricas de roble francés, con 15 % vol., visualmente color cereza de capa alta con mucha lagrima, en nariz aromas a mucha fruta madura, con toques iniciales a especies como vainilla, tostados achocolatado y notas minerales ahumadas, en boca con potencia, con suaves tonos adulzados y equilibrados, un postgusto igual de intenso, una magnifica relación calidad/precio, un vino que con el tiempo, sus cambios muy golosos te van ENCAPRICHANDO

Es de color picota, con ribete violáceo y capa alta.

En nariz abunda la fruta negra madura, aparecen notas balsámicas y leves tostados, que dan paso a recuerdos a cacao y café.

En boca tiene cuerpo y amplitud. Los 15º de alcohol se perciben, pero sin resultar excesivos. Es de paso suave, aterciopelado, con unos taninos dulces que dejan paso a un final prolongado, frutal y especiado.

http://miblogdevinos.blogspot.com.es/2014/03/juan-gil-12-meses-2011.html

En la copa marca de inicio un rasgo vegetal, hay resina, que ceden el paso a la fruta negra y roja maduras, ceruelo, hay uva pasa, un rasgo metálico, balsámico, marcan los tostados, aromas a hierbas secas, esparto.

En la boca es muy especiado, con un rico dulzor que embelesa, pelin goloso, aunque se nivela, porque sale a la par la frescura, si bien conforme lo vas bebiendo, puede llegar a cansar. Salen los tostados, marcados, pero no descarados, parecen o recuerdan a los chips. Hay grafito, mentol, el tacto es con volumen y untuosidad, grata acidez, deja al paso el recuerdo del dulce de madera y de la ciruela negra. Sin duda tiene su público, gusta por elaboración medida y bien diseñada.