Opiniones de Habla nº4
OPINIONES
15

Bonito color se expresa tremendo en nariz, frutal y poderoso como casi todos los de esta bodega. Todo negro diria yo, fruta negra, tinta negra, regaliz negro,.... , balsamicos no negros pero casi..... Frutal

Grosella oscuro con trazas azuladas y ribete rojizo. Muy cubierto y con una lágrima gruesa, lenta, ordenada y dispersa.
Enérgica y compleja nariz, con aromas que necesitan bastante aireación para que puedan demostrar todas sus cualidades. Encontramos fruta negra madura, chicle de fresa, mermelada de moras, madera húmeda y tonos balsámicos.
En boca se muestra corpulento, con una excelente acidez, astringente y con el alcohol algo subido. Madera bien trabajada. Al igual que en nariz, los sabores requieren tiempo para poder expresarse. Al final identificamos moras, ciruelas, compota, notas picantes y ahumados.
Final largo, especiado, licoroso y con algún recuerdo a aceituna negra.
Un vino de corte moderno, con una nariz muy barroca, y unos sabores potentes y expresivos. Quizá necesite algún tiempo de reposo en botella para que termine de limar unos taninos que de momento son algo ásperos, y para que el alcohol que está demasiado marcado, se integre con el resto del conjunto.

La verdad es que el encuentro con el vino es agradable, todavía conserva un color destacable, la presentación de la botella es glamourosa, y en nariz el vino es impecable. Sí aparecen esos aromas a Shyrah tan característicos, con presencia de fruta madura, y un nota de madera al fondo bien integrada.
Sin embargo en boca se muestra desestructurado, con grado y acidez, profundidad y longitud, pero ni fú ni fá. No hay esqueleto ni estructura para tantos vuelos. El vino es correcto, a mi juicio algo desmesurado en cuanto a la acidez, carga tánica relativa.
No creo que pueda aguantar mucho más en botella, va para abajo. De hecho, en la cata el vino fue cediendo progresivamente a peor.

Vista. Rojo picota subido de capa, con menisco granate estrecho y algo diluido. Limpio y brillante. Lágrima rápida y fluida, ligeramente coloreada.

Nariz. De intensidad media, con predominio total de notas minerales (grafito, carbón vegetal) y licorosas algo anisadas (pacharán, pipermínt). La fruta tarda muchísimo en aparecer y sólo se deja ver tras una enérgica aireación, dando entonces notas de fruta confitada (ciruela, mora), que rápidamente se diluyen para dejar aparecer unos también sutiles perfumes florales (clavel, lirio). Reposada la copa, retoma el protagonismo una nutrida gama de tostados y algunas especias (pimienta, clavo, anís y romero).

Boca: La entrada seca y bastante viva, el paso lineal, sedoso y fluido. El centro de boca se presenta expansivo y más floral que frutal, sobre todo por retronasal, para dejar paso a una segunda oleada de especias, maderas nobles (sándalo, cedro) y tabaco de pipa. Mantiene buen equilibrio entre acidez y alcohol, pero empieza a desbocarse en sensaciones amargosas y balsámicas (lo que yo denomino tónicas), que nos llevan a un final de boca de los más largos que recuerdo, pero como digo, cargado de amargor (cacao, carbón vegetal y quina) y exento de ese hollejo de uva madura, que nos debería quedar en un vino con buena uva y mejor crianza.

En conclusión nos vemos ante un vino complejo y con fuerte carácter, donde los aromas, que tardan en mostrarse, se sitúan por encima del sabor en cuanto a calidad y nos permite disfrutar de lo cambiantes que se presentan conforme discurre el tiempo. En boca no está mal, pero la fruta tarda demasiado en dejarse ver. Lo serviría a unos 16ºC y lo armonizaría por antítesis con platos de carne en salsa que contengan un cierto ”dulzor” dado por las hortalizas (jardinera, estofada, al chocolate), y con ello intentar paliar los amargores finales. También se pueden aprovechar esta sensación acerba para limpiar el paladar a la hora de maridarlo con carnes gelatinosas como manitas de cerdo o callos a la madrileña. No lo mantendría en bodega mucho más tiempo.

Botella cilíndrica, minietiqueta, no puede hablarse de contraetiqueta, ya que hay unas palabras serigrafiadas sobre frutas en relación al vino( casos, frambuesa, grafito y pomelo).
Color cereza con tonos granate, menisco malva con ribetes anaranjados, lágrima muy abundante.
En nariz predominio absoluto de guindas al licor junto a compota de frutas rojas, muy sugerente.
En boca sabroso, muy dulzón, buen buqué y resabios de buena barrica. Muy buen posgusto.
Un buen vino.

Interesante rojo cereza cardenalicio, con aromas a casis, frambuesa y mineralidad de grafito, como pone en la botella. En mi nariz es muy afrutado, largo y con frutas rojas acidas, muy rojas, incluso mermelada, algo de sotobosque. En boca es mutante, muy cambiante, largo y gustoso, muy goloso, como grosella y ciruelas en jalea. Me ha gustado muchisimo. El tostado que aporta la barrica es muy largo y nada acido, para nada hay acidez. Es un vino cuasi-perfecto con un cuerpo medio y una adherencia al paladar fina y estructurada.

Color rojo ciruela con ribete comenzando a evolucionar. Nariz golosa; Violetas, toffe, dulce de leche, ligero tostado de madera y un pequeño tufo de reducción que se fue enseguida. En boca su entrada es dulce, goloso, envolvente, muy buena acidez, final amrago, retrogusto de jerez.
Excelente vino calidad precio. Me encantan los vinos de esta bodega!

Presentación moderna con una botella que gusta cuando la llevas a casa de los amigos...

Un color cereza intenso con ribete violáceo que junto a una nariz bastante expresiva no hace mas que desvelar su variedad de uva.
Expresiva pero sin llegar a abusar, fruta en compota y buena compañía de tostados junto a unas especies interesantes.
En boca es facilon, se deja beber, en este momento se encuentra muy bien ensamblado, con fruta y crianza muy bien integrados, agradable en el retronasal.

Este y el nº5 también se degustaron el El Corte Ingles de Badajoz.
Color picota granate.
Aroma de mediana intensidad a frutos rojos y negros muy maduros, fruta compotada, hierbas, flores, tostados, especias dulces y toques de madera, buena la complejidad de la nariz.
En boca es sabroso, el paso de boca con buen equilibrio y redondeo, taninos vivos y dulces, bueno el retronasal, la estructura también muy bien y el final largo y con muy buena persistencia a especias.
Esta bastante bien, un notable altísimo, pero aunque ha bajado mucho el precio, sigue siendo un vino caro para esta calidad, cuesta sobre los 20 €.

Excelentes sensaciones frutales la de este habla, con una boca voluminosa, expansiva , redonda y larga, se convierte en un vino referencial en su género y un ejemplo a seguir en cuanto al tratamiento de la shiraz, cálido pero sin excesos, estimulante pero no agresivo, con personalidad y distinción pero con buena RCP

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