De color cereza oscuro y buena capa.

Nariz de buena intensidad, notas florales, lácteos y fondo de buena crianza.

En boca es fresco, con buena acidez, la fruta y la crianza se equilibra, de buen cuerpo, amplio y persistente.

Negro, negro, negro (azabache), con el ribete granate.

Nariz con cierto clasicismo, notas lácteas y ahumadas, que dan paso a fruta madura (mora), balsámico (eucalipto), especias negras y caramelo tostado.

Buena acidez, de carácter cítrico. Sabroso y con sensación mineral. Picante y especiado. No esconde su crianza ni lo pretende, aun a costa de sacrificar un poco su personalidad varietal.

Full bodied black cherry colour with very long, slow legs.

Very elegant on the nose, floral and creamy, mature red and black fruits.

Powerful and complex on entry, intense, well-balanced mature, deep fruit flavours, good acidity, spicy notes and an enormous finish!

Color rojo picota de capa alta que tiñe la copa.

Aroma denso y concentrado de una fruta negra bien madura. Es un vino con matices y espacio. Sientes y casi palpas, las moras, el arándano y la endrina. Fondo terroso, herbal, monte bajo, notas de una fina crianza al servicio del conjunto, aún por asentar, complejidad bien entendida, todo en sabia armonía.

En boca es fresco, con peso frutal, jugoso y armonioso, le va muy bien el nombre. Con ese rasgo de complejidad que no intimida, enseña y embelesa. Carácter frutal ahora la palpas y la comes bien tramada con las notas especiadas y tostadas de la crianza, formando un agradable conjunto. Tiene un gran futuro y una larga vida. Una vez descubierto el vino, confieso que me llevaba más, hacia la Merlot, que a la Syrah...

Rojo con capa muy alta, ribete hacia el morado.

Nariz con lácteos y mucha fruta roja y negra muy madura. Tostados. Con más aire fondo mineral.

En boca es bastante potente, con acidez correcta. Bien estructurado, con un estilo de mucha fruta y madera bien llevado. No es la shiraz a la que estoy acostumbrado pero está bueno.