Quedó algo más de media botella que he recatado y bebido para cenar la noche del jueves.

Visual: sin diferencias apreciables respecto a hace un par de días.

Nariz: sin un ápice de oxidación a pesar llevar 60 horas abierto, fruta roja y negra madura, notas vegetales potentes que no vi hace un par de días, pimiento verde, recuerdos ligeramente amielados, notas medicamentosas, especias, regaliz, laurel, ligero incienso, notas tostadas, a chocolate y, sobre todo, torrefactos muy potentes.

Boca: ataque fresco (más que hace 48 horas), con fruta madura pero sabrosa, golosa y rica. Mucho más equilibrado que el martes. En este caso, no frecuente, 2-3 días después, un vino tinto de gama más bien básica, ofrece más equilibrio, frescura y elegancia que recién abierto. El tanino es muy poderoso, astringente todavía pero más disfrutable y bebible que en la anterior cata del vino. La acidez se mantiene. El final es largo, carnoso, frutoso (fruta negra compotada), notas vegetales y a chocolate en retrogusto mientras que en retronasal se mantienen esos tostados, torrefactos, ligeros amielados, aparecen notas medicamentosas de nuevo así como algo de laurel y tinta china. Mucha mejor boca y complejidad que hace 60 horas.

Una pena que este vino que, en su día, tanto me gustaba, en esta añada y descorchado dándole 90 minutos desde dicha apertura, no fuera capaz de dar lo mejor de sí en su momento.

Ciertamente pone en contraetiqueta que requiere decantación previa, por lo que "mea culpa" que hace 2 días no lo hiciera (aunque abriera con tiempo la botella).

Sin embargo, hoy ha mejorado apreciablemente (sin ser el vino que recordaba), por lo que mejoro nota aunque no es algo muy positivo que una botella necesite 60 horas para dar lo mejor de sí mismo (en restaurante no habría podido dar, ni mucho menos, lo mejor de sí misma). Tampoco veo positivo que un vino con 4 meses de barrica francesa requiera de tanta aireación para mostrar que es realmente un buen vino...

En cualquier caso, añado nueva nota para el vino pero sin dar RCP en este caso. Al menos, de esta añada, no creo que repita ya con este vino (iré a por 2014 a ver qué tal).

Botella bordelesa ligeramente alargada, etiqueta y contraetiqueta moderna (ya desde hace unas añadas), cápsula verde fluorescente, corcho no muy largo pero de buena calidad más que suficiente para un vino tinto de corta crianza como éste.

Visual: rojo cereza oscuro de capa media, ribete cereza-transparente con ligeros destellos granatosos y con muy ligeros recuerdos violáceos (apenas visibles ya), limpio, brillante y de buena lágrima de lenta caída.

Nariz: al inicio bastante cerrado aunque, con la aireación (hora y media), al final el vino se va abriendo y tiene una intensidad media con frutos negros y rojos algo maduros, notas que recuerdan a pan de higo, uvas pasificadas, higos secos, balsámicos, tostados, vainilla, coco, herbáceos, especiados, torrefactos, regaliz y monte bajo en nariz. Una nariz que va de casi "la nada" (en intensidad y complejidad) a un nivel razonable para un vino de su nivel (menos de 5€ en muchas grandes superficies).

Boca: ataque a fruta negra y roja algo sobremadurada de más, con bastantes balsámicos que le aportan la frescura que pierde con la fruta tan madura, volumen y densidad media-alta, estructura media-alta, buen cuerpo y taninos aún muy presentes en encías que, no molestan demasiado pero que, evidentemente, deberían pulirse con algunos meses (o 1-2 años) más en botella. El paso por boca es, en general, agradable, con notas mentoladas, ligeramente minerales, herbáceas, a regaliz y chocolate aunque creo que le falta algo de equilibrio entre la madurez de la fruta y el tanino (muy madura la fruta ya y, a la vez, mucho tanino que redondear todavía). El final es de bastante longitud con notas a frutos negros maduros, mentolado-balsámicos, ligeras uvas-pasas, regaliz y ligero pan de higo en retrogusto y con la retronasal con tostados, cierta licorosidad (los 14.5% de volumen alcohólico), fondo de maderas, especias, vainilla y coco. Tiene un final más que digno pero sin grandes pretensiones.

Uno de mis vinos preferidos de hará 5-6 años ya. En aquel entonces rondaba los 7€ y no estaba tan metido en las grandes superficies comerciales. Por aquel entonces me gustaba más, me parecía más fresco y con otro carácter. No sé si es la añada (2013, problemática en muchas DOs) o que el vino ha sufrido un cambio de rumbo.

El etiquetado y la presentación me parecen buenas (ya desde que lo bebía en 2011-2012-2013) pero el vino, a estas alturas, ya no me convence demasiado. Al inicio parece un vino ramplón, plano, simple y que no me aporta sensaciones placenteras. Luego va creciendo con la aireación, es un vino más que correcto, gustará a mucha gente más bien profana pero que guste de tintos y que, a la vez, no esté acostumbrada a beber vino todos los días.

EMHO, le falta algo de equilibrio pues el tanino está bastante astringente aún pero la visual indica ya algo de evolución y, sobre todo, la nariz y la boca indica mucha fruta sobremadurada (se vendimió probablemente algo tarde), por lo que aunque tiene margen en botella, no creo que sea de más de 2 años en buenas condiciones.

Compré dos botellas en una oferta en la que por 6,50€ conseguías dos botellas. De la anterior botella no subí nota de cata pero las sensaciones fueron flojas (no gustó tampoco mucho en una barbacoa con amigos en la que llevé varios vinos y éste fue, con diferencia, el más flojo).

La RCP es buena pues sale por 4 euros y pico la botella.

Hace años que no tomaba este vino y he atisbado varias diferencias con lo que antaño me encontraba en la botella. Ha cambiado el continente. Ya no es la botella de diseño italiano de sus primeras añadas. Ahora el vino está encerrado en una botella bordelesa. El corcho sigue siendo de calidad y la etiqueta que la viste continua siendo la misma.
A la vista, tiene menos capa. Ahora hablamos de una capa media alta, limpio y brillante, con buena y fina lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa. Color rojo picota y con un ribete granatoso y con débiles notas cardenalicias.
En nariz, le encuentro cerrado, ha tardado tiempo en abrirse y manifestar las frescas frutas rojas y negras del bosque que encierra. Notas balsámicas. Madera en segundo plano.
En boca, le han domado y le han hecho más comercial. Ha perdido aquella originalidad y personalidad de sus primeras añadas, ha perdido rusticidad, volumen y potencia. Ahora está más domado y ha ganado en elegancia y comercialidad. Un vino para el gran público. Antes era un vino más dificil, para gente más entendida y para un público menor. Es frutal, con los taninos domándose, elegante, con la madera de su crianza en segundo plano. ¡Viva la fruta!. Mineral y balsámico. Grato paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.