Picota cubierto con ribete violáceo. Nariz expresiva con equilibrio entre la frutosidad y las notas de la crianza. En boca resulta sabroso, con excelente expresión frutal, buena acidez y notable recorrido. Ya bastante pulido y con unos taninos dulces y carnosos.

La superación de todo lo comentado en el RODA I 1998 y 1999, para mi el mejor!
UF! Ke espectáculo de vino! Kuanto mas lo pruebo, mas me enamoro de este gran vino, mas matices, mas recuerdos, mas terciopelo!
Cada añada, cada botella, cada vez mejor, mas espléndido, mas redondo!
De verdad, no sabría decantarme entre 1998, 1999 o 2000
Magnífico en nariz, Excepcional en boca y en todos los campos.
Notable acidez, recorrido y final inolvidable de recuerdo sedoso y aterciopelado!
Quizá le falte botella para desarrollar determinados matices, pero en los propios de su edad es INMEJORABLE!
A mi me encanta tal y como esta!
Recomendado...SIEMPRE!

Cereza picota de capa alta con ribete granate. La nariz precisa de mucha aireación y da inicialmente muestras de fruta negra y fruta roja: guindas en licor. Aparecen leves puntitas alcohólicas que no molestan, tostados y maderas nobles: más finas que en el Roda II, con más tiempo y aireación evoluciona dando notas a bollería (azúcar tostado). En boca es mucho más maduro y estructurado, con más cuerpo que el Roda II, pero aparentemente con menor acidez. Da fruta roja en licor en la retronasal y maderas integradas con un final de muy buena duración. A mi entender algo falto de nervio en boca, pero claro este es un vino de largo recorrido … así que habrá que ver como estará en unos años. En este momento coincidimos en que nos gustó más el Roda II, más amable y abierto que el tímido Roda I aunque se le adivina más estructura y capacidad de envejecimiento al hermano mayor.

Cereza picota, ribete rubí, de capa media con lágrima muy abundante y lenta. Deja diminutos cristales de tartárico (supongo) en las paredes de la copa. Es límpido y brillante.

La nariz da inicialmente muestra fruta negra y fruta roja: guindas en licor, la nariz está un poco tímida al cominzo. Aparecen leves puntitas alcohólicas (no molestan), tostados y maderas nobles: más finas que en el Roda II, con más tiempo y aireación evoluciona dando notas a bollería (azúcar tostado).

En boca es mucho más maduro y estructurado que el Roda II, pero con menor acidez (me parece poca a mí), más pulido y suave. Da fruta roja en licor en la retro-nasal y tiene un final de muy buena duración.

A mi entender algo falto de nervio en boca, pero claro este es un vino de largo recorrido… así que habrá que ver como estará en unos años.

Tomado con un menú excepcional en Arzak. Magnífico en nariz, con notable carga frutal, suaves notas avainilladas, algún que otro tostado y delicados recuerdos especiados. En boca tiene cuerpo, pero resulta ligero merced a una excelente acidez. Redondo, con profundidad y armonía. Aún falto de botella con taninos dulces y carnosos todavía algo marcados.

Picota intenso, ribete morado. Capa media-alta.
Aunque inicialmente algo cerrado en nariz, presenta una buena profundidad aromática. Tras una buena fruta roja de bosque, fresca y madura, se perciben notas licorosas, sensaciones terrosas -arcilla-, y especias -clavo, pimienta.
Encuentro seco, corpulento, de gran tanicidad frutal. Goloso, pero con una excelente acidez que lo compensa y aguanta todo. Gran estructura. Paso afrutado y especiado, con toques de tabaco. Equilibrado y redondo. Final de largo recorrido y enorme persistencia, reapareciendo el tanino frutal. Para disfrutar ahora y algunos años más.

Color rojo picota cubierto brillante, atractivo. Excelentes aromas frutales (frutos rojos y negros), lácteos, especiados,... profundo. Paso en boca muy rico e integrado, con cierta acidez que le da nervio. Se trata de un vino realmente muy completo.

Rojo cereza de buena capa. En nariz hay frutillas del bosque maduras, violetas, especiados muy finos e integrados, guindas en licor y sensaciones leves de Kirsch, maderas finas aromaticas, balsámicos intensos ( eucalipto – mentolados ), hinojo – anisados, hojarasca, caja de especias y tabaco. En final de nariz aparece una pequeña sensación de laca y barniz que desequilibran el final. En boca tiene un ataque suave y aterciopelado, es equilibrado y a la vez pleno , con bastante carga frutal de taninos domados y dulces ( frutas rojas maduras ), recuerdos de bombón de licor, y un posgusto con algo de tabaco y especiados ( cacao ). Muy bueno y fino, aunque el tema del acetato de etilo le resta elegancia y finura.

Picota de buena capa. El más fragante de los 3 Roda I catados (98, 99 y 00). Con gran carga frutal pero también presencia de notas de la crianza. Untuoso, sedoso, largo, carnoso y no demasiado duro para su juventud buen recorrido aunque algo corto.