Para degustar y paladear, eso me ha parecido este vino.

Botella bordelesa, etiqueta clásica de la Bodega -nunca me ha parecido lo más destacable de esta casa- contraeitqueta con información importante: litors embotellados, formatos de las botellas, numeración de ésta, varietales y mención a la posibilidad de precipitados. Cápsula y corcho de muy buena calidad, éste último sólo tintado en la base.

Lo decanté pero no hubiera hecho falta.

Color rojo sangre, capa baja, menisco teja y lágrima muy gruesa y abundante.

Nariz compleja y sugerente: cacaco, tabaco rubio, cedro.

En boca redondo, pleno y elegante, sutil y de largo posgusto. En mi opinión un gran vino en todos los sentidos, un caldo sin aristas.

Si es por el corcho puede guardarse un montón de tiempo, pero para mí está ya, o quizás ya lo alcanzó, en su cénit.

En tienda 25,95€.

No fue el Roda que más nos convenció. Añada difícil y vino difícil, algo cerrado y escondido. Destacan sus especias y rasgos balsámico. Algo astringente en boca, sorprendente para un Roda. Le cuesta mucho abrirse, precisa tiempo