La cultura del almuerzo
Damos con en el Bar Marvi, un sitio muy seguido en las redes. Me entran por el ojo una bandeja de puntillas al ajillo y otra de pulpo en salsa, así que... ¿Por qué no los dos? Pues mitad y mitad, que tampoco pasa nada. Durante mucho tiempo se me ha quedado el "regustillo" entre los dientes. Por lo tanto, acierto total.
Un hombre ha de tener vicios, a ser posible de categoría, o cuando llega a la vejez no tiene de qué redimirse.