Fase Gustativa del vino Cordillera Carmenère 2008

Si, le falta algo de rock and roll, es como apagadete...

Cálido, si señor, un vino cálido.

Ahora me está dando cacao, haba de cacao, a la salida

La astringencia es tan poco molesta que la encuentro agradable, me parece muy bien equilibrado pese a su escasa intensidad. Quizás esperábamos más después de la fase olfactiva...

En boca es un vino de muy intensidad, con volumen, sabroso, pleno de aromas. Destacan los sabores frutales de bayas rojas maduras silvestres, conjugadas con encanto con unas finísimas notas herbáceas, muy presentes pero elegantes, que recuerdan a la hoja de té verde o de tabaco rubio. Goloso. Suficientemente fresco, con justa acidez, perfectamente integrada y engarzada con precisión con una ligera y apetecible amargosidad terrosa. Algunos apuntes tostados, de café torrefacto y azúcar de caña. Mineral, salino, ferroso. Con una textura muy bien armada por unos taninos redondos, carnosos y ligeramente astringentes aún. Fluido, a la vez que sabroso y con volumen. Con una ligera arista licorosa que apenas afecta al conjunto complejo de aromas de boca. Final de buena longitud, con recuerdos frutales y herbáceos.

La carmenere suele dar este tipo de vinos con baja acidez

Coincido contigo :) también le he encontrado ese punto picante.

La boca es tan original y compleja como la nariz. Un vino con mucha personalidad.

Pues después de catarlo, creo que acierto con el entrecot argentino que me espera.

diferente a su nariz

Ahora me marca los especiados... Pero sobre todo, el pimiento verde

Hombre cuanto tiempo sin leerte.

Hola amigo!
Si, he estado un poco desenganchado del mundillo, pero hace un año o así sufrí una recaída, en el buen sentido... Me ha dado por elaborar y ahora entro, sobre todo, en el foro de enología.

Voy por el mismo camino...

muy frutal, frescura

Estoy de acuerdo Dani.
La nariz tiene tantos matices que auguras la misma potencia en boca y en cambio tenemos un vino de tanino suave y elegante.. Nariz intensa, boca tranquila... equilibrio y degustarlo con calma, vaya...