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La comunicación del vino. Una lectura más que interesante.

Me declaro un buen lector, siempre tengo un libro en danza y a veces dos. Pero cada vez me cuesta más leer las miles de apreciaciones personales en torno a alguna de las aficiones que tengo, pues cada uno tiene su opinión y yo tengo la mía propia, por lo que siempre me enfrento a estos escritos con la panoplia al completo y dispuesto a sacar punta a casi todo lo que me explican como dogma de fe. 

Con esta mala predisposición, prefiero leer más Internet y redes sociales sobre el vino que ponerme a leer supuestas biblias enológicas. No obstante existen excepciones, algunas lecturas que escucho como muy recomendables y a las que me acerco con cierto entusiasmo. Y este es el caso del libro del periodista Rodolfo Castro Galiana: La comunicación del vino. 

Aviso para navegantes: este libro no habla de cepas viejas, maceraciones en ánforas o biodinámica. No. Este libro habla del estado de la comunicación de bodegas y DDOO de nuestro país. Es una obra por tanto de índole periodística, un amplio estudio de la situación actual de nuestros vinos a nivel de comunicación. En el texto se analiza el impacto que las denominaciones de origen, las bodegas y las marcas de vino alcanzan en la prensa de papel y en los canales digitales.

Ya se abrió un debate hace tiempo sobre uno de sus estudios, un interesante hilo del que saqué varias conclusiones que me enseñaron a ver cuál es la realidad del vino, más allá de estas webs donde, por cierta endogamia, tenemos una visión algo sesgada de la realidad imperante. Estos trabajos te hacen ver el día a día de una bodega, mucho más allá de la vendimia, la fermentación y los saraos de catar sus vinos. El vino tiene que venderse y ha de comunicarse como es debido

El prólogo del libro lo firma el periodista y poeta Carlos Aganzo, director de El Norte de Castilla, y el epílogo José Peñín. Asimismo, colaboran el director general de la DOCa Rioja, José Luis Lapuente; el director general de las bodegas de la Familia Torres, Miguel Torres Maczassek; el profesor de Dirección de Marca y Creación de Valor Añadido de la UCH-CEU, José Manuel Amiguet; y Emanuel Casais, fundador de Vinetur, revista digital especializada en vino.

Pero no es un libro lleno de tablas, gráficas y estadísticas (que las hay), sino que está salpicado de pequeñas píldoras en las que se nos hace reflexionar sobre la industria del vino y el de otras bebidas que compiten con ella. En una breve reflexión titulada 2 litros, Castro Galiana nos expone la inevitable necesidad que tiene el ser humano de beber. Nuestro cuerpo debe de introducir líquidos en el sistema de alguna forma y concluye:

El cliente es un bien escaso, poco fiel, informado y con muchas alternativas de consumo e incrementar el consumo de estos bienes sin que medie incremento poblacional es punto menos que imposible.
La batalla por hacerse con la mayor cuota posible de mercado hace que la comunicación sea un factor clave en la industria de las bebidas envasadas. 

Sí, queremos aumentar el consumo de vino de nuestro país, pero si esperamos cómodamente a que la población cambie el refresco o la cerveza por el vino, vamos a tener que cerrar muchas bodegas. Sin duda la educación y la comunicación juegan un papel clave. 

Otra de estas fantásticas digresiones, titulada 1980/2017, habla de la situación actual frente a la de 1980, momento en el que se publicó el libro El vino trago a trago del periodista Xavier Domingo, de amplia difusión en su época. Casi cuarenta años después, en el XL Semanal, Carlos Maribona analiza el momento actual que vivimos en nuestro país, donde posiblemente se estén elaborando los mejores vinos de nuestra historia.  

Sin ahondar excesivamente en este volumen, sí me gustaría destacar algunas de las conclusiones que saca y que son, cuando menos alarmantes, aunque también esperanzadoras. 

La industria vinícola española reúne sobradamente todas las condiciones para incrementar el consumo de vino en el mercado interior, pero se muestra incapaz de superar lo que aparenta ser el último escollo que le resta por salvar: la comunicación del producto.

El déficit de comunicación se agudiza a la hora de relacionarse con los consumidores más jóvenes, lo que convierte al vino en un producto poco competitivo en el mercado interior en comparación con un mayor empuje mediático de otras bebidas frías envasadas, en especial la cerveza.

Y es que está claro que la falta de interés del vino por los jóvenes es la falta de comunicación. ¿Por qué de repente se pusieron a consumir el famoso vino azul? Porque hubo una campaña de comunicación clara y con un público objetivo sobradamente estudiado. ¿Y por qué no replicarlo pero bien encauzado?

El 87% de las denominaciones de origen y el 93,5% de las bodegas existentes en España apenas hacen por divulgar el vino que elaboran. Los organismos de la industria vinícola, hasta el momento, tampoco.

El protagonismo de la información en la prensa de papel y los medios digitales, que son los principales divulgadores del producto, corresponde a un número limitado de denominaciones y bodegas. Así, 17 denominaciones de origen (el 13% de las existentes) copan el 74% de toda la información en circulación, mientras que 411 bodegas (el 6,5% de las operativas) se alzan con el 80%.

Solo unos pocos apuestan por la comunicación y esto es algo más que evidente. Preguntémosle a nuestro cuñado por marcas de vinos y ya sabemos de antemano cuáles mencionará. Hagamos vino solo para frikis, que se enteren por redes sociales y en pequeños círculos y el consumo del vino caerá en picado. Por eso se abrió la polémica en el foro de Verema hace unos años. Son los vinos más comerciales los que ayudan al incremento del consumo del vino. Una muestra, al final del libro hay un anexo donde se clasifican las bodegas nacionales con mejor comunicación. Las mejores valoradas, ordenadas alfabéticamente, serían:

  • Codorniu
  • Freixenet
  • González Byass
  • Marqués de Murrieta
  • Matarromera
  • Miguel Torres
  • Protos
  • Marqués de Cáceres
  • Vega Sicilia

El estudio por marcas y añadas es extenso y revela interesantes conclusiones. 125 denominaciones y zonas de elaboración de vino, 2.700 bodegas y 11.800 marcas y añadas se han analizado en La comunicación del vino. Una libro que, si bien los aficionados al mundo del vino podemos disfrutar, debería ser leída por todos los direcores de marketing de bodegas, consejos reguladores y demás. 

Compré el libro a través de su propia web y creo que no se encuentra disponible de otra forma. Si alguno quiere pedir un regalo a los reyes magos este año, este podría ser una muy interesante opción. 

 

  1. #1

    Letroncio

    Salvo la última, que no puedo permitir y alguna vez algo de González Byass no bebo nada( o al menos nada que pague yo) de esas bodegas. No sé si la comunicación del vino hace mucho efecto en mí. Está claro que hay muchos canales e igual yo paso de los vinos que aparecen publicitados en anuncios de grandes medios y yo soy permeable a otros canales, pero sigo pensando que lo importante es hacer un buen producto (para mí bueno puede ser distinto a lo que piense otra persona) y aunque la comunicación es importante, para mí es lo menos. Me gustaría que algún experto me demostrara mi equivocación.

    Lo que está claro es lo que apuntas, que haciendo solo vino para frikis que van a ferias frikis o que se juntan con otros frikis y comparten lo que conocen, no es la mejor forma para aumentar el consumo del vino, pues este perfil es muy minoritario.

    P.D. Está claro de que si quieres vender 250.000 botellas de un vino de 6 euros te hace falta mucha comunicación, pero los vinos que me gustan a mí no creo que dediquen mucho dinero a la comunicación.

  2. #2

    Dani C.

    en respuesta a Letroncio
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    Jejejeje.
    Estaba esperando esta respuesta, al menos la primera parte de ella.

    Verás, EMHO, lo que pasa es que estamos demasiado metidos en este mundo y nos cuesta salir de él, tratar de verlo desde el punto de vista del ciudadano medio, para el que el vino es otra cosa.
    Yo tampoco consumo estas marcas de forma habitual, pero sin duda son las que disparan el consumo en España, ¿o en eso también discrepas? De todos modos, el estudio es sobre la imagen de marca, es decir, la comunicación de estas bodegas. A casi cualquier persona de la calle le preguntas por estas marcas y te aseguro que las conoce, e incluso te las puede equiparar en cuanto a calidad.
    Yo no he tenido nunca un accidente con mi coche, pero confié en Volvo por ser una marca segura. No tengo la menor idea de si lo será o no, y espero no tener que comprobarlo, pero la imagen de marca es algo que sin duda está ahí. Seguro que un friki de los coches discreparía conmigo, y con buen criterio.
    No se trata de tu impermeabilidad a los medios, sino de que tú ya tienes un criterio propio para discernir lo que te gusta y lo que no, cosa que no todo el mundo tiene, por mucho que la gente diga que "yo solo sé lo que me gusta y lo que no".
    Y respecto a tu postadata ¡pues claro! Si no hubiera vinos de 6€ las bodegas no podrían hacer de 12 o de 30€. El sustento de casi todas las bodegas son las gamas bajas y medias.
    Te pondré un ejemplo sangrante: Jagermeister ¿Pero tú crees que eso es siquiera bebible? Pues ya me gustaría tener un 1% de sus acciones...

    Saludos
    Dani

  3. #3

    Castro Galiana

    en respuesta a Letroncio
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    Voy a tratar de comentar lo que ha escrito Letroncio. No me atrevo a intentar demostrarle que está equivocado, como pide, pero aquí va mi opinión.

    Reconozco que no soy neutral. Para mí, la comunicación pública es tan natural como casi respirar.
    Es cierto que lo importante es elaborar un buen producto. Esa es la base.

    Antes se decía aquello de que el buen paño en el arca se vendía, pero de eso hace mucho tiempo. Hoy en día el silencio no es rentable y la comunicación es un factor fundamental.

    A grandes rasgos, creo que hay dos niveles de comunicación: El vino como producto singular (marca, bodega, uva, zona concreta,...) y el vino como producto destinado a un consumo lo más amplio posible.
    En ambos casos la comunicación juega un papel básico.
    A día de hoy los medios para comunicarse son tan diversos y en ocasiones, están tan segmentados y especializados que, salvo algunos pertinaces robinsones, casi nadie se escapa a su influencia.
    Saludos, Rodolfo Castro

  4. #4

    Letroncio

    en respuesta a Dani C.
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    Sí, estoy de acuerdo, pero es que de un tiempo a esta parte veo aquí y en otros lugares de aficionados como no se habla más de esto. Bien, es muy importante, y me gustaría que el consumo de vino subiera, por el bien de todos, pero como aficionado me da igual el marketing y la comunicación.

    También puede ser que tengo más de un conocido que se dedica a eso, y lo veo más.

    Sobre lo de los vinos básicos, los vinos que yo bebo suelen ser los básicos, pero claro, en otros segmentos.

    P.D. Lo del jagermeister me parece incomprensible. Lo conozco desde hace muchos años porque un coche de juguete que me trajeron de Alemania cuando era pequeño lo tenía de publicidad pegado en el capó y me hacía gracia lo del ciervo. Con más edad lo probé un día por la curiosidad cuando todavía no era la bebida de referencia de los millenials y me dio muchísimo asco. No entiendo por qué. Tampoco sé si ha sido el marketing o qué. De todas formas el marketing mejor suele ser el más barato, lo difícil es saber hacerlo. O por qué ha triundado tanto lo de las GTs si yo no he visto publicidad alguna de aquello? Ahora sí, las tónicas se anuncian de otra formas al calor de esa moda, pero no he visto una campaña para poner de moda el G&T.

  5. #5

    Letroncio

    en respuesta a Castro Galiana
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    Estoy de acuerdo en tu mensaje, pero porque es muy genérico. Pero... no sé si todos los vinos (o al menos los que más me gustan, que beber bebo de todo) están muy preocupados por la comunicación.

    Algunos de los vinos más recientes que he bebido son de bodegas como: François Ecot, Castro Candaz, Quinta das Bageiras, Domaine Julien Meyer, Colet, Clos du Tue-Boeuf, Yann Durieux, Navazos, Rubor Viticultores, Domaine Finot, Domaine Valette...

    ¿Qué medios usan para comunicarse? Como mucho ir a alguna feria o presentación. En ese caso no hay comunicación que valga, es simplemente hacer un buen producto y darlo a probar (eso tiene un coste, claro). Y tal vez contar una historia (real o falsa, entiendo que real normalmente). En otros muchos casos simplemente los ha probado un amigo y me han llegado a mí.

  6. #6

    Dani C.

    en respuesta a Letroncio
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    Bueno, bueno.... Sí hay mucha publicidad en los GTs, o ha habido. Ibas andando y todas las terrazas estaban amuebladas y decoradas con marcas de ginebra.

    Y que una bebida alemana colonice a nuestros jóvenes, o todo el Erasmus patrio ha ido para allá o evidentemente ha habido mucho marketing detrás de ello.

    Como aficionado es normal que te de igual el marketing y la comunicación, no tienes nada que ganas, es más, incluso algo que perder. La moda de Jerez a mí me ha tocado el bolsillo y bastante. Como consumidor habitual de estos vinos la subida de precios me ha pasado factura. La venta de mostos a precios desorbitados no, porque ahí no entro, ahora que si ves redes sociales verás que son los que triunfan, de nuevo comunicación...

    Saludos
    Dani

  7. #7

    Dani C.

    en respuesta a Castro Galiana
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    ¡Vaya! ¡Qué privilegio tenerte entre nosotros!

    Gracias por contestar, Rodolfo.
    Dani

  8. #8

    Dani C.

    en respuesta a Letroncio
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    Según el anexo de este libro, Equipo Navazos tiene una calificación de Buena comunicación, así que sí está bien comunicada, aplicando el algoritmo que el autor ha desarrollado para determinar esto.

    De todos modos volvemos a la mismo, la producción de Navazos es muy baja y está todo vendido. Tal vez esas bodegas tienen un público objetivo claro, minoritario, y no requieren de más esfuerzos.

    Saludos
    Dani

  9. #9

    Castro Galiana

    en respuesta a Letroncio
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    Creo que tu mismo te respondes a la pregunta ¿qué medios usan para comunicarse?
    El libro que he escrito se centra especialmente en la comunicación del vino a través de los medios, aunque, como es lógico, hace referencias al marketing.
    La comunicación es un apartado del marketing y la manera que tiene cada bodega de comunicar es muy diferente de una a otra y abarca a una serie amplia de actividades, entre los que se encuentran la asistencia a eventos, el boca a boca, la publicidad, la fuerza de venta, la presencia como noticia o publicidad en los medios, las ventas personales,...

  10. #10

    Castro Galiana

    en respuesta a Dani C.
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    El privilegio es mío, Dani. Entiendo que la comunidad Verema agrupa a gente muy experimentada y experta, pero la comunicación, directa o indirectamente, nos alcanza a todos.

  11. #11

    Letroncio

    en respuesta a Castro Galiana
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    ¿Cómo se procedimenta la comunicación "boca a boca"?

    En cualquier caso estoy de acuerdo en que la comunicación, aunque sea de una manera minoritaria y artesanal es imprescindible. De nada sirve hacer un gran vino si luego nadie lo conoce. El problema de la comunicación y del marketing (y su exceso) es de confundir el mensaje con el producto, el envoltorio con el paquete.

    Haciendo que al final sea más importante el cómo que el qué. No voy a dar ejemplos de vinos y bodegas porque tampoco se trata de hablar mal del trabajo de nadie, pero en mi opinión existen algunos que detrás de sus excelentes campañas de comunicación, de su buenísima publicidad y de estar en boca de todo el mundo, para mí no hay nada detrás, al menos desde el punto de vista del disfrute vínico.

    Quizás es que yo soy un poco reticente porque los éxitos de la comunicación son los responsables (en parte) de que veamos por todos lados, saturándolo todo, los vinos que no me gustan, los programas de TV que no me gustan, las canciones que no me gustan, etc.

  12. #12

    Castro Galiana

    en respuesta a Letroncio
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    La comunicación entre las personas abarca muchas facetas. Podemos comunicar, por ejemplo, a través de las ropas que vestimos. Se suele utilizar la frase boca a boca para señalar aquellas informaciones o comentarios verbales que una persona trasmite a otra.
    Cómo te puedes imaginar, el marketing estudia este recurso y trata de aprovechar esta manera de comunicar, pues es muy habitual que las personas nos recomendemos unas a otras productos y servicios.
    De hecho, cuando antes citabas los vinos que habías consumido recientemente en cierta manera los estás recomendando o su mención puede llamar la atención de quien te ha leído.

  13. #13

    Letroncio

    en respuesta a Castro Galiana
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    Sí, estoy de acuerdo, pero mi pregunta era que cómo una bodega, sus responsables de comunicación o un tercero al que se le delega esa función, procedimienta e implementa la comunicación boca a boca.

    Soy perfectamente consciente de que al citar esas bodegas que he puesto, alguien se puede quedar con la recomendación, si es que hay alguien por aquí que se fía de mí (pobre). Pero las bodegas no han tenido absolutamente nada que ver porque ni me han regalado el vino, ni he cobrado por ello ni siquiera son conscientes de que un pobre diablo las haya nombrado en un foro de internet en español.

    Vuelvo a formular la pregunta. ¿Cómo el marketing estudia el recurso del boca a boca y trata de aprovecharlo? ¿Qué ha hecho Yann Durieux desde el punto de vista comunicativo para que hable yo de él en un foro?

  14. #14

    Castro Galiana

    en respuesta a Letroncio
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    Me haces la pregunta del millón, que, seguro, que no voy a saber responderte.
    Parece que no se trata sólo de ofrecer un buen vino sino que hay que procurar que alguien lo compre; y para ello hay que aportar valor y diferencia a la marca.
    Las bodegas, como cualquier entidad,tratan de comunicar con sus distintos públicos de interés, y, lógicamente, procuran hacerlo de la manera que le reporte el mayor beneficio.
    Pero no existe una fórmula magistral concreta para comunicar con éxito, para llamar la atención de la clientela y vincularla a un vino. Hay muchos casos en los que se alcanza ese éxito y otros muchos más en los que se fracasa.
    La comunicación no es una tarea fácil. Es un intangible que se activa de muchas maneras y que exige estar públicamente expuesto y mostrar los atributos de los propios productos.
    ¿Has oído la anécdota de la Baronesa de Rothschild, una familia propietaria de vinos muy prestigiosos en el mundo, quien dijo que crear una marca es fácil y que lo único complicado eran los docientos primeros años?

  15. #15

    Letroncio

    en respuesta a Castro Galiana
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    Sí, he oído esa anécdota. :)

    A lo que iba yo, que igual no me he expresado bien, es que la comunicación del producto que haces, lógicamente es necesaria, pero el abuso es negativo bajo mi punto de vista. Estamos viviendo tiempos en los que es más importante vendernos la moto que que la moto sea buena. Y con el vino pasa menos, por suerte, pero cada vez pasa más. Está claro que la gente ha de ganarse la vida y que vender más vinos redunda en beneficio de casi todos, pero sin perder el rumbo de que el 80-90% es hacer buen vino.

    Porque además, eso de aportar valor y diferenciar la marca, solo se hace en el envoltorio para que la gente pique el anzuelo, porque la mayoría de los vinos que "mejor se saben vender" están todos cortados por el mismo patrón.

    Pongo un ejemplo más claro y espero no ofender ni dañar a nadie. Los vinos de Rueda han hecho una campaña brutal de los vinos de uva verdejo hasta tal punto de que el consumidor profano pide "verdejo" en los bares y los restaurantes aunque muchos no sepan muy bien de qué están hablando.

    Pues bien, la campaña ha sido fabulosa en cuanto a posicionamiento y aumento de ventas pero en cuanto al vino ha sido desastrosa puesto que se han dedicado más a vender el producto que en hacerlo mejor, y no solo lo han hecho mejor sino que en mi humilde opinión lo han hecho peor o mucho peor, saturando el mercado de verdejos insulsos de 2-3 euros.

    Hace tiempo leí una máxima que, supuestamente, tenían los expertos de marketing: "un dólar invertido en vender el producto es mejor que un dólar invertido en mejorar el producto".

    P.D. Por cierto, quiero quitar hierro a mis intervenciones, no tengo afán de derribar o imponer ideas, solamente de debatir. Está siendo un placer compartir opiniones con un experto en la materia.

  16. #16

    Dani C.

    en respuesta a Letroncio
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    Pero es que el problema con este producto que es el vino es que el profano, como tú has dicho, no sabe realmente lo que le gusta. A mí me venden la moto mala una vez, dos no, porque se me estropea, porque no dura demasiado o porque realmente no funciona como dicen que funciona.
    El caso es que has expuesto de Rueda es un claro ejemplo porque, ¿ha dejado el común de los mortales de beber vino de Rueda? Yo diría que no.
    Vamos a poner otro caso de una de las bodegas que aquí se comenta: Miguel Torres. Torres tiene vinos que no están destinados a un público como tú y como yo, y creo que eso lo tienen ellos más claro incluso que nosotros. No obstante su imagen de marca les permite vender lo bueno y lo menos bueno (tampoco me gusta decir que hay vinos malos solo porque a mí no me gusten). Vender Viña Sol o Sangre de Toro les permite hacer vinazos como Milmanda, EMHO, uno de los mejores vinos blancos que se elaboran en este país.
    Y otro ejemplo más de imagen de marca que, tal vez por no gustarme la cerveza, tiene impacto sobre mí, que no consumo tampoco vinos "mediáticos" a priori. En más de una ocasión la falta de referencias en un restaurante me ha llevado a escoger vinos más comerciales, por la necesidad de beber algo que no sea agua. Pues en más de una ocasión he optado por el "más vale malo conocido que bueno por conocer". No daré nombres ni marcas aquí para no desprestigiar a nadie, pero sin duda he escogido en función a esa imagen de marca que, supuestamente, da cierta calidad.

    P.D: Para mí también está siendo un placer este debate y te entiendo perfectamente como consumidor. Ah, y que sepas que he tomado nota de la lista del "pobre diablo" ;-)
    Saludos
    Dani

  17. #17

    Letroncio

    en respuesta a Dani C.
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    Dani, pero es que insistiendo mucho en la comunicación nos acaban vendiendo el Despacito, la Estrella Damm, la Heineken (que es una cerveza que a mí me parece lamentable, pero que reconozco que tiene una publicidad y una imagen de marca de quitarse el sombrero), el vino azul, el lambrusco de supermercado,...

    Yo, en cambio, entre lo bueno por conocer o lo malo conocido me quedo por lo bueno por conocer. Llámame loco.

    Tampoco quiero ir de hipster de la vida. Desde luego que me influye la comunicación, como a todo el mundo. Creo que un anuncio de una macrobodega en el Carrusel Deportivo no me va a hacer comprar un vino, pero si veo que muchos foreros por aquí insistís en uno, por supuesto que lo pruebo.

    Lo que quiero decir, y creo que ya me repito y aburro es que la comunicación es importante. Muy importante. Pero no fundamental. Y que se corre el peligro, si funciona, de que se pongan todos los huevos en esa cesta. Lo que perjudica al consumidor, o al menos al consumidor exigente y a la larga creo que también fastidia al propio empresario, pues no deja de ser un poco matar la gallina de los huevos de oro.

    Y claro que tiene que haber Sangres de Toro y Viña Soles. No quiero decir eso.

  18. #18

    Castro Galiana

    en respuesta a Letroncio
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    A mi también me gusta confrontar opiniones, en especial de los asuntos que me atraen, como es el de la comunicación, de modo que aquí estamos empatados.
    Antes de nada debo decir que, en mi opinión, no te falta razón en los argumentos que planteas de que en bastantes ocasiones "nos venden la moto."
    En cambio, no estoy de acuerdo en considerar que sólo se aporta valor y diferenciación en aspectos superfluos; no lo creo así. También se puede aportar valor incrementando la calidad.
    Ejemplo: el día 28 de marzo de 2014 El Mundo de Castilla y León titulaba: "Vega Sicilia retira 240.000 botellas de Pintia 2009 y no comercializa Alión 2010 porque tienen posos. Se trata de materia colorante que no precipita y hace que el vino se presente turbio. La operación conllevará un coste de 10 millones de euros".
    Ahora,en plena campaña de Reyes, es frecuente que la publicidad presente juguetes que, una vez vistos, decepcionan, por su tamaño, por su calidad,...En realidad lo que se hace en algunas ocasiones es hacer sobrepromesas que luego no se ven cumplidas; en casos extremos puede incluso llegar a constituir un engaño.
    Es evidente que puede haber una buena campaña de comunicación para un producto que algunas personas pueden considerar que es malo, otras regular y otras bueno; todo depende del uso que se le vaya a dar a ese producto y a las exigencias que cada cual tenga.
    Si hablamos de automóviles, ¿qué entendemos que es un buen automóvil, uno que cuesta 7.000€, otro que cuesta 70.000€ u otro que cuesta 170.000 €?
    Si hablamos de un coche pequeño, que se aparque bien, que sirva para ciudad, que no cuesten mucho sus reparaciones,... el de 7.000 € puede resultar perfecto para el consumidor, digan lo que digan los forofos de los automóviles.
    Con el vino creo que pasa igual. Hay consumidores de primera división, de segunda, de tercera y de categorías regionales, si me permites el símil futbolistico. Por eso, hay gente que puede pasar una velada divertida con un vinito fácil, barato, comercial y de una super bodega, por más que la marca elegida sea un horror para un sibarita. Como decía Rafael El Gallo sobre Ortega y Gasset "hay gente pa tó".

  19. #19

    Polidori

    Buenas tardes, pues yo si creo que la comunicación es fundamental para ser competitivo, para captar la atención de posibles clientes y para el crecimiento de cualquier bodega.
    La comunicación no es la clave del éxito, pero forma parte del mismo y "saber vender la burra" es muy importante para cualquier bodega, aunque dicha "burra" no coincida con nuestros gustos.
    Por cierto, ahora os hago una pregunta-reflexión para que veáis la importancia de lo que comunicamos y cómo lo comunicamos:
    Habria llegado Trump a presidente de EE.UU. sin el poder de la comunicación?
    Obviamente no.Saludos

  20. #20

    Castro Galiana

    en respuesta a Polidori
    Ver mensaje de Polidori

    Amigo Polidori: Creo que cuando se habla de comunicar el vino, digamos que es un asunto que "tiene mala prensa".
    Pero hay un aspecto de la comunicación que me parece de justicia tener siempre en cuenta: 1) Se trata de una actividad humana imprescindible y 2)Con la comunicación pasa como con casi todo en esta vida, que se puede utilizar para hacer el bien o para hacer el mal, y hay que distinguir entre una cosa y la otra.
    Lo que intento decir es que si Donald Trump no reúne condiciones para ser presidente de EEUU y que si lo ha conseguido ha sido gracias a acertar con una determinada capacidad de comunicar ante su electorado, la maldad no está en la comunicación sino en la instrumentalización que se ha hecho de ella. ¿No te parece?


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