Continuamos con la visita de las bodegas Anura

 

Tras visitar Fairview nos encaminamos, en un paisaje de grandes fincas de viñedo, hacia dos de las bodegas que yo había sugerido incluir en la excursión. De esta manera continuamos nuestro viaje de enotusimo por Sudáfrica. ¡Todavía quedaban muchas bodegas por visitar!

 

Anura es una bodega familiar, mucho más pequeña que la anterior, que produce unos cuantos tintos interesantes en precios que van de los 6 a los 10 euros. Pinotage, Merlot, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon, Malbec y un coupage muy provenzal de Syrah, Mourvedre y Garnacha.

Me llamó mucho la atención el verdor de los viñedos siendo pleno invierno en Sudáfrica. Me explicaron que en estos meses cultivan matas de habas entre las hileras de viñas. Con ello consiguen un pequeño ingreso extra, pero sobre todo quitarle fuerza al terreno, demasiado fértil para la viticultura. El resultado es un paisaje amable y acogedor en todas las épocas del año.

De la cata en Anura -sentados frente a una chimenea encendida y con tabla de quesos- recordaré un agradable Pinot Gris 2013 con 8 meses de madera, un Pinotage Reserve 2014 (10 euros) rico, aromático y frutal, y un vino tipo Porto, Cape Ruby, hecho con uva tinto barocco. En Anura comenzamos a disfrutar de vinos muy correctos, incluso muy ricos, plenos en boca y bien elaborados.

 

Más bodegas y buenos vinos en Bodegas Kanonkop

 

Desde allí nos dirigimos a una de las grandes bodegas de vinos tintos en Sudáfrica, la KANONKOP. El nombre de la propiedad deriva del cañón que en el siglo XVII se disparaba desde una colina para avisar a los granjeros que se acercaban en barcos a Ciudad del Cabo, y podían ir a vender su vino y productos del campo. 

Hace  40 años que la familia Sauer comenzó a producir uno de los mejores tintos del Cabo, en las laderas de la montaña Simonsberg, en Stellenbosch. Disponen de 100 hectáreas de viña dedicadas a la Pinotage y a la Cabernet Sauvignon, exclusivamente.

La producción es de apenas 40.000 botellas de tinto Premium, y otras 72.000 de un muy correcto Kadette Cape Blend. Cuidan al extremo la madurez de la uva en vendimia y la fermentación se realiza en depósitos de cemento anchos y bajos -que no altos y estrechos- para aumentar el contacto con el hollejo. La crianza se hace en roble frances de Nevers durante 15 meses. 

Por unos 20 euros la botella (350 rands) el Kanonkop Pinotage 2014 es una compra deliciosa, y allí lo catamos con gusto y abundancia. Como tinto Premium tiene complejidad, con la fruta roja muy madura, un cuerpo bien estructurado y taninos elegantes. Se trata de en vino que ganará con el tiempo, con unos cuantos años en botella mejorará enormemente. 

El Kanonkop Black Label Pinotage 2014 es el vino tope de gama de la bodega. (97 euros aproximadamente.) Es un vino muy complejo, que procede de viñedos de entre 50 y 60 años. Presenta mucha fruta negra y especiada, notas de chocolate, regaliz y toffe. Un gran vino tinto, yo diría que es de lo mejor catado en Sudáfrica. La revista DECANTER le dio 94 puntos. 

El lema que preside la  sala de catas de la bodega Kanonkop dice así: ‘Pinotage es el jugo exprimido de la lengua de las mujeres y del corazón de los leones. Después de haber tomado una cantidad suficiente, uno puede hablar para siempre y luchar con el diablo’.  

‘Pinotage is the juice extracted from women’s tongues and lions’ hearts. After having a sufficient quantity one can talk forever and fight the devil’.   

 

Estirando el día llegamos a Bodegas Delheim

 

Tras esta visita comenzamos a tener muy buen humor y mucho apetito. Así que Robin, con su conocimiento íntimo de la región, nos llevó hacia una cuarta bodega, DELHEIM, pero esta vez solo para almorzar en su agradable restaurante con terraza al aire libre, rodeado de montañas, viñedos y robles centenarios. 

En Delheim comimos una excelente pierna de cordero asada, con una buena copa del tinto cabernet de la bodega. Un almuerzo magnifico por poco más de 20 euros al cambio.

El vino por copas en Sudáfrica está totalmente implantado en la restauración. Se trata de copas bordelesas grandes, bien servidas, de mínimo 15 cl., de forma que nunca se sacan de una botella más de cinco copas. El vino se mueve muy bien, y cualquier restaurante ofrece tres o cuatro blancos y tintos por copas. Al turista nos da la oportunidad de probar dos o tres vinos diferentes en una sola comida o cena.

Fin de la excursión en las Bodegas Grande Provence

 

Nuestra última parada en esta excursión de vinos fue en las bodegas Grande Provence, en el valle de Franschoek (el rincón francés). Se trata de una bodega pequeña (30 hectáreas) que produce blancos y tintos clásicos a partir de Sauvignon Blanc, Viognier, Cabernet Sauvignon, Shiraz y Pinot Noir. 

 

Nada de lo que caté mereció la pena, a excepción del vino Premium de la casa, un tinto The Grande Provence, coupage Cabernet-Merlot del que producen 3 o 4 mil botellas al precio de 45 euros. Sin embargo, la visita a Grande Provence es interesante, por la deliciosa arquitectura holandesa (la finca es de 1694) y los cuidadísimos viñedos y jardines.

La propiedad ofrece alojamiento de gran lujo en seis o siete suites, un restaurante de alta gastronomía, espacios elegantes para bodas, banquetes y reuniones de empresa. Es en verdad un establecimiento ejemplar por la calidad y refinamiento de su oferta.

 

La vuelta a Ciudad del Cabo

 

En el viaje de regreso a la ciudad seguimos disfrutando de las explicaciones de Robin. Buen aficionado al vino y conocedor, respondía con buena información a nuestras preguntas.

Regresamos al hotel puntualmente a las cinco de la tarde, con la sensación de haber pasado un gran día, haber conocido alguna de las mejores bodegas de Sudáfrica, y haber empleado de maravilla los 75 euros por persona que costó el ‘wine tour’, transporte, catas y quesos incluidos.

Si por turismo o negocios has de pasar por Ciudad del Cabo, no dudes en dedicarle al menos un día a las ‘Cape Winelands’.

 

 

                                                                                                                                                                                Goyo Tradacete

                                                                                                                                                                                Octubre 2016