Noticias del Vino

Siguiendo el compás: La música del vi (II).

Siguiendo el compás: La música del vi (II).

 

Siguiendo con mi atropellado relato sobre mis devaneos por la Música del vi, tras el repaso por los vinos blancos volvimos a la planta baja y llegamos al patio de la Llotja del Mar donde nos esperaba Lustau y sus magníficas elaboraciones, un copa del Oloroso Pata de Gallina y directos a la plana baja y concretamente a las bodegas Alsacianas, comenzando por Kredenweiss, siguiendo con Marcel Deiss, pasando por Bott-Geyl y acabando con Trimbach. Aquí fuimos extensivos y probamos todos los vinos presentes, de manera que el tiempo dedicado fue notable. Pagos, variedades, elaboraciones de lo más variadas y con un protagonismo compartido entre la Riesling, la Gewurz y la Pinot Gris.

La siguiente etapa fue Argentina, después de los desorientado que me encontré con la malbec en la Cata por Parejas me acerqué a probar tanto su Terroir Selección malbec como su Premium malbec y acabé probando también su bonarda que llevaba años sin probar.

De ahí a Borgoña, donde de nuevo fui extensivo y caté todos los vinos presentados de Chanson Père et Fils y de Chateau Fuisse.  Chardonnay y Pinot Noir como no se encuentran en ninguna otra zona del mundo, con una pureza y definición excelentes.

Los astros se conjuraron y no probé nada de las tres excepcionales maisons de Champagne presentes: Bollinger, Delamotte y Salon… Otra vez será...

Del Ródano solo me acerqué al Domaine Marcoux… sus Chateauneuf-du-Pape fueron una atractiva aproximación a la zona.

Una de las bodegas presentes con más personalidad es Clos des Fées, de Côtes du Roussillon y su La Petit Sibérie es uno de los vinos con más personalidad que he probado. Aunque una vez allí aproveché también para probar todos sus vinos, incluyendo los más raros como su Images dérisoires, un monovarietal de tempranillo….y su taurino De battre mon coeur s'est arrêté, un syrah con raza y poderío.

Clos des Fées

Tras un selectivo paso por Austria, a través de la bodega Schloss Gobelsburg a la que llegué buscando esa atractiva personalidad de la gruner veltliner.

Para cerrar con las bodegas foráneas llegó la hora de visitar a dos grandes del Piamonte, Ceretto y Voerzio. Disfrute con sus vinos y mi lengua sufrió con sus taninos, tremendos vinos que estaban aún en su infancia.

Ya con poco tiempo, pude probar el TNS de Finca Sandoval que se me venía escapando ya hace años y que ahora que va a salir también en formato ¾ seguramente se hará hueco en mi cava.

Asímismo pasé por la magífica bodega Viñedos del Cámbrico, donde disfrutamos con su Rufete y nos maravillamos con su 575 Uvas del Cambrico... que recoge el número de uvas que hay en una botella de vino, así como por El Regajal donde probé, después de bastante tiempo su vino del mismo nombre.

Una ligera pausa ara probar la gama de blancos de Castillo de Monjardin, que trabajan muy bien la chardonnay, desde el perfil que a mi más me justa, la joven hasta su resera, para los amantes de la crianza en barrica.

También me apetecía volver a probar los vinos de Jimenez-Landi así que en su stand pudimos probar su El Reventón, su Sotorrondero y el Ataulfos además de departir unos momentos con él. En la misma mesa el equipo de Comando G nos ofrecía su divertidas propuestas con garnacha. Probamos su La Bruja Avería y también su Las Umbrías. Ojo con esas garnachas del centro de España y la rompedora filosofía de este grupo de jóvenes elaboradores. ¡Darán mucho que hablar!

El cierre vino de la mano de dos interesantes vino mallorquines, el Viña del Albaricoque y Viña María, y de la Dama de Domaines Lupier, es difícil imaginar un mejor modo de acabar con tan intensa sesión, concluir con una garnacha que es pura finura.

Domaines Lupier

En este tipo de eventos casi un tercio del tiempo se dedica a saludar a amigos y conocidos así que lo mejor es no hacer planes e catar demasiadas cosas. Tampoco el ambiente es muy propicio para hacer aproximaciones en profundidad, tomar alguna nota muy esquemática y refrescar impresiones es todo lo más a lo que se puede aspirar. Saludar a amigos y conocidos, elaboradores y foreros es también una grata tarea. Poner caras a aquellos que te han enamorado con sus vinos, o que te han enriquecido con sus comentarios forma parte de todo lo que se hace en un día tan intenso y cansado.

Así y todo y pese a que la semana se presentaba larga con Alimentaria un buen número de los presentes nos volvimos a ver a la noche, en la sala Sutton, donde Quim hace su peculiar fin de fiesta… el Baile de los Polifenoles… o al menos así se llamaba antaño, reúne a elaboradores, profesionales del sector y consumidores en un entorno lúdico para seguir disfrutando del vino, con buenas copas y muchos de los vinos presentes en la Música del Vi. A la entrada este año una novedad… los asistentes pasamos frente a un fotógrafo en un peculiar fotocall, en el que se busca a un sospechoso…. ¿Sospechoso de qué? Suponemos que el equipo de Vila Viniteca nos lo desvelará en breve.

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