Enoturismo en la Rioja: Una ruta atractiva
Generar una experiencia inolvidable
La Rioja es, desde hace generaciones, tierra de vinos por excelencia y zona popular por la creación de este trabajado producto. Actualmente, a través de una colaboración para promocionar la región, La Rioja Turismo junto con GoEuro han llevado estos vinos fuera de nuestras fronteras.
A partir de la información recibida por La Rioja Turismo, el comparador de transportes GoEuro ha logrado elaborar una ruta de enoturismo por las diferentes localidades de la región para aquellos turistas que deseen viajar. El hecho de poder conocer sus diferentes vinos, bodegas y monumentos hacen que el viaje sea una experiencia inolvidable.
En ella, el visitante no sólo estimulará su paladar, sino que también conocerá el papel principal y fundamental de las uvas tempranillo en todo el proceso de fermentación, el rol que representa la madera o, el nombre que recibe cada proceso de envejecimiento; algo que resulta clave para caracterizar a los diferentes vinos. Todo ello, estando presentes ante una técnica enológica que sigue presumiendo de poseer un componente mucho más natural que industrial.
Haro
El itinerario comienza en la localidad de Haro, en la Alta Rioja. Para llegar hasta allí, los turistas nacionales pueden ir por carretera, mientras que para aquellos turistas que son extranjeros el medio será el avión, siendo el aeropuerto internacional más cercano el de Bilbao. Y, una vez allí, ya pueden acudir por carretera al lugar.
Siendo que existen una veintena de bodegas de crianza en este municipio, ello nos permitirá adentrarnos plenamente en el mundo de la cultura vitivinícola. Es, especialmente reconocida y a ensalzar, la Compañía Vinícola del Norte de España (CVNE), la cual, en 2013 obtuvo el premio al Mejor Vino del Mundo que otorgaba la revista Wine Spectator.
De Haro, también sería interesante visitar su casco antiguo y el Torreón Medieval, haciendo allí especial hincapié en la Iglesia de Santo Tomás. Incluso, si tenemos la suerte de estar presentes por San Pedro (29 de junio) podremos ver cómo se las ingenian en la Batalla del Vino, una festividad donde nadie quedará exento de acabar completamente empapado.
Logroño
Continuando este recorrido que se desarrolla de norte a sur, llegaremos a la capital de la provincia. Allí destaca notablemente la Bodega Olarra, cuyo vino más emblemático es el tinto con crianza en roble. Está ubicada en las afueras de la ciudad y permite realizar distintos tours en los que conocer el proceso de fabricación, además de las correspondientes catas y degustaciones.
Logroño, tiene una oferta inmejorable más allá de sus bodegas. De hecho, es un lugar altamente recomendado para disfrutar de la vida social. En la calle Laurel, además de un innegable magnetismo, podremos disfrutar de tapas de primer nivel acompañadas con un buen Rioja. En el casco histórico, encontraremos joyas de la antigüedad como la Concatedral de Santa María de la Redonda, la Iglesia de San Bartolomé o los conventos de La Merced. La semana del 21 de septiembre, además, se celebra la Fiesta de la Vendimia, con todas las actividades ligadas al vino que podamos imaginar.
Calahorra
Entrando ya en la Rioja Baja, llegaremos a la segunda ciudad más grande de esta comunidad autónoma. Su recinto vinícola más recomendable, sea quizá Bodegas Dunviro, situada en el kilómetro 362'80 de la Carretera Logroño.
Es necesario concertar cita para poder conocer su interior, pero no dejará indiferente. Caldos como el Dunviro Blanco Joven, el Crianza Tinto, el Reserva Tinto, el Rosado Joven o el Tinto Joven están entre sus principales reclamos.
Como referencias imprescindibles a visitar de la arquitectura calahorrana encontramos el arco romano y la iglesia de San Andrés, la plaza del Raso o, en el interior de ésta última, la iglesia de Santiago. Las épocas de fiesta patronal se corresponden con San Emérito (3 de marzo) y San Celedonio (última semana de agosto).
Alfaro
La ruta concluye al sureste de la provincia en una localidad que alberga a la mayor colonia de cigüeñas del mundo. En materia de bodegas, destaca sobre todo la de Ilurce (carretera de Alfaro a Grávalos). Allí enseñan incluso el arte de la cata a los más inexpertos, además de mostrar todas las fases del proceso vinícola.
En referencia a visitas culturales, no nos podremos dejar por ver la antigua Abadía, el Palacio Abacial o el Ninfeo Romano. Tampoco la Colegiata de San Miguel, en cuya cúpula tiene lugar la famosa reunión de aves que se ha citado anteriormente. El momento lúdico del año en Alfaro, se vive el 16 de agosto con la fiesta de San Roque.
Muchas Posibilidades
Este recorrido continuado, tiene cruces muy interesantes, puesto que, si tenemos ganas de desviarnos de la ruta convencional, podremos hacerlo en enclaves como Aldeanueva de Ebro, Briones, Cenicero o San Asensio, donde también encontraremos y nos servirán vinos de primer nivel.
