Qué Cruz con Los Restauranteros

Y llegó el gran momento del año para Los Restauranteros: la comida central del Encuentro de Primavera en la que, si hay quien se lo merezca, se inviste al Socio de Honor (uno por año máximo).

En este caso, gracias al buen hacer de Manu Aguilera -organizador- a Jerónimo López -colaborador necesario- y al trabajado prestigio que va teniendo nuestra querida peña, el elegido era ni más ni menos que Jordi Cruz, y el lugar, un fabuloso reservado de uno de sus restaurantes: A N G L E, en Barcelona.

Tras la asamblea anual, en la que se tomaron importantes decisiones (nombramientos de Jose Ruiz como Vicepresidente, ratificación de Javier Compostizo como Secretario e incorporación de Ramón Cobeña como Socio de Número) comenzamos el almuerzo, previamente concertado, a la espera de que en cualquier momento apareciera por ahí la estrella de la jornada.

• Burbujas de bloody mary con helado de apio y lima
• Ceviche de amachi con fresas
• Focaccia de setas crudas, foie y trufa con consomé
• Carpaccio de gamba de Palamós con texturas de pan con tomate
• Yema de huevo curada con ibéricos
• Rodaballo con tsukadani de shitake thai y vegetales crocantes
• Pintada asada y glaseada con foie, setas y pasas
• Coco, yogurt, manzana verde y yuzu
• Belga ale: Chocolate, café, aceituna negra y toffee.
• Petit fours

Un menú al que podemos aplicar muchos calificativos, tales como: completo y variado, equilibrado, creativo, atractivo y divertido, ligero… Sí, después de haber disfrutado tanto, es difícil salir de un menú largo de este tipo de restaurantes con esa digestión tan fácil y con esa sensación de plenitud. Muy imaginativo este chef, con sólido zócalo mediterráneo pero sin despreciar aportaciones de otras cocinas que aporten. Aportaciones que aporten, valga la redundancia (que vale y no lo es), aportaciones americanas, asiáticas, europeas… siempre en busca del sabor, la originalidad y la viveza.

Hablábamos de un menú completo y variado. Y añado que bien secuenciado. Obsérvese: bloody mary – ceviche – focaccia – gamba – huevo – rodaballo – pintada – coco – chocolate…

Hablábamos de un menú equilibrado. Véase el párrafo anterior. No falta “de ná”… pero tampoco sobra “de ná”. Y todo en su justa medida.

Hablábamos de un menú creativo, atractivo y divertido. Con esas esferificaciones de bloody mary, esas fresas bailando con el cilantro y la lima en el ceviche, esa fina foccacia que hacía de sombrero del consomé, ese petit four consistente en un pintalabios del que cuando lo accionabas surgía un helado de moras...

Y hablábamos de un menú ligero… Esa misma noche todos cenamos, y con apetito, pese a salir casi a las seis de la tarde de Angle. La prueba del algodón. Y eso pese a que, en mi opinión, la yema estaba un tanto mazacote, y pese a que la pintada era un señor plato, platazo, para mí y para muchos compañeros el plato del día: dos cilindros de pintada presentados de pie, bañados por una reducción de foie y pasas, y con la formidable y generosa presencia de colmenillas, “la seta”, “mi seta”. Han transcurrido dos semanas ya y aún lo paladeo.

En cuanto a los vinos, como dicen los cásicos, todas estas viandas bien regadas… Detalle de la bodega:

• L´Hereu, Raventós i blanc. D.O. Cava.
• El Quintà 2013, Bàrbara Forés. D.O. Terra alta.
• Trepat 2013, Carles Andreu. D.O. Conca del Barberá.
• Vittios vi dolç, Torelló. D.O. Penedés.

Quedó ésta un tanto eclipsada por la aportación de Ramón Cobeña, el legendario Ramico, nuevo restaurantero, quien nos obsequió con dos de los vinos de su bodega: VbB 2012 y Sibaritus Goloso. Uno de ellos un tintazo castellano mayoritariamente tempranillo y el otro un dulce sublime procedente de soleras de albillo real viejuno, con más de 140 años de reposo… Vaya dos joyitas de Valle del Botijas.

El servicio, fenomenal, al igual que la cocina. Ambos mantuvieron el tipo y no perdieron el ritmo pese al parón que se produjo como a mitad de la comida cuando apareció Jordi Cruz, radiante y comunicativo, quien nos ilustró con su verborrea, simpatía, picardía y conocimientos, con esa fresca presencia y esa voz radiofónica… Nos tuvo a todos cautivados y entregados.

Y además soportó el discursito de éste que les escribe, juró sobre el calderillo, y fue investido como Socio de Honor de la Peña Gastronómica Los Restauranteros.

Socios de Honor... ¡Qué elenco! Con Jordi tenemos un trío de ases: Joan Roca, Begoña Rodrigo y Jordi Cruz. ¿Quién da más?

Y volviendo a la comida, y para acabar este post, después de este deleite aún nos dijo Jordi, con la picardía y simpatía mencionadas, que

las cosas serias de verdad pasan en el ABaC…

¿Cómo será? ¡Maaaaadre del Amor Hermoso y Misericordioso! ¡Quiero ir al ABaC!

Copyright © Aurelio Gómez-Miranda del Río

Agradezco a Ana Juan (Vinowine) la cesión de las fotografías corporativas