La Mesa de Lucio
Restaurante Casa Lucio. La Llegada.
Veníamos tres compañeros de trabajo "y sin embargo amigos", maños los tres, de tomar unos vinitos y unas tapas en el encantador Mercado de San Miguel y pensamos en rematar la cena con unos huevos rotos en Casa Lucio.
¿Qué mejor plan para finalizar la velada?
Era martes noche, por lo que entramos decididos al restaurante y… ¡amigo, esto es Madrid!: no había mesa.
Restaurante Casa Lucio. La Negociación.
Nos recibió el que debía ser el Jefe de Sala, un tipo con buena percha, profesional y realmente agradable.
Muy educadamente, ante nuestra insistencia, nos recomendó que si era sólo para unos huevos rotos, que nos fuéramos enfrente, a la Taberna Los Huevos de Lucio.
Pero nosotros no habíamos venido aquí a eso, dos no habíamos estado nunca en Casa Lucio y nos apetecía realmente cenar allí.
Al final, tras mucho insistir y utilizar todas nuestras dotes comerciales, cedió y nos acomodó en “la mesa de Lucio”, la primera entrando a la derecha, de modo que te encuentras a caballo entre la barra y el restaurante, más en la barra que en el restaurante.
Restaurante Casa Lucio. La Mesa de Lucio.
No me extraña que sea la mesa de Lucio.
Ahí ves quién entra y quién sale. No se escapa nadie de tu mirada escrutadora....
Y entró y salió mucha gente. Un martes, lleno y doblando mesas.
¿Cuál es el secreto de su éxito?, nos preguntábamos,
Porque el local sí, tiene muuuuucho sabor, incluso cierta enjundia, pero es un tanto incómodo y abigarrado… Y por la carta, tampoco veíamos nada extraordinario a parte de sus afamados huevos estrellados.
Nuestra promesa era tomarnos unos huevos rotos y una buena botella de vino en media horita e irnos, dejando la mesa libre de nuevo.
Una vez tomada posesión de nuestros escaños, el Jefe de Sala nos dijo que no tuviéramos prisa, que ya que estábamos allí, que disfrutáramos y no miráramos el reloj. Sí señor.
Restaurante Casa Lucio. Los Huevos Estrellados.
Y tomamos los célebres Huevos estrellados, servidos en una fuente como muy “casera”, alargada, pensada ad hoc.
Y estaban muy buenos, no vamos a decir lo contrario, pero hoy en día… ¡qué difícil es que te sorprendan con este plato! Lo han copiado en tantos sitios, y lo he degustado en tantos que… Pero al rey lo que es del rey: muy buenos huevos, excelente patata, buen aceite y perfecto punto de cocción.
Quisiera hacer aquí una parada, pues he leído y oído muchas críticas al precio de los huevos: 12€. No entiendo cómo puede parecer caro que por un plato legendario, como es éste, te cobren 12€ bien sentado y bien servido. ¿¿?? ¿Qué quiere la gente?... ¿que los regalen?
Lo acompañamos con una botellita de Dominio de Valdepusa Syrah 2005, correctamente tratado, que estaba de muerte, he tomado mejores añadas, pero aun así vaya pedazo de syrah patrio.
Restaurante Casa Lucio. Lucio.
A las 22.57 horas, el camarero que nos atendía, un crack, pasó y nos dijo como con desinterés: “en tres minutos aparece Lucio por la puerta”. “¿Y eso?" le contestamos. “Todos los días cena aquí, en la mesa que ocupan ustedes, con algún amigo o familiar, y llega a las once en punto”.
Y a las once en punto, entró Lucio por la puerta.
Se puso la chaqueta blanca sobre la marcha, sin detenerse, y pasó revista.
Y entonces obtuvimos respuesta a la pregunta que nos hacíamos inicialmente: el secreto del éxito de Casa Lucio es Lucio.
Ama su negocio y le adoran sus empleados y sus clientes. Y qué pasión...
Nos preguntó que qué tal habíamos cenado, le contestamos que muy bien, pero que sólo unos huevos rotos porque veníamos ya medio cenados, y entonces nos llevó al vivero-muestrario que tiene en el pasillo de acceso al restaurante y nos detalló con mimo todos los productos que ahí exponía: “Miren, las mejores angulas de España”… “¿y qué les parecen estas ostras? ”… "¿y este buey?”.. “Lo podrá haber igual, pero mejor, no”...
No sé qué años tiene, estará cerca de los 80, pero qué corazón y qué ganas le echa. Contagiosas.
Vinimos con la idea de "a Casa Lucio hay que ir una vez en la vida para poder decir que has estado". Pero la ilusión de Lucio es tan contagiosa que volveremos para cenar como Dios manda.
A ver.
Copyright © Aurelio Gómez-Miranda del Río
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Si es que mira que es fácil comer de cohones con un par de buenos huevos, unas patatas y aceite de oliva! No hace falta nada más! (bueno, quizás unos choricitos del pueblo, jeje, pero tampoco es indispensable) Saludos,
Ferran
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en respuesta a G-M. Ver mensaje de G-M. Bueno, no todo serían Tom Cruises, pero ahí estabas tú, ya quisiera el Tom tener tus gafas...
Perdón, perdón, y tu porte, tu saber estar, etceeeeeeeeétera ... -
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en respuesta a Obiwan Ferran Ver mensaje de Obiwan Ferran Y no te olvides de la botellica de vino...
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en respuesta a Alternativa Ver mensaje de Alternativa Anda que no sabe Látigo Ramico.
Y está aprendiendo hasta a expresarse... ;-)
Qué bueno eso de "Larga vida al Rey!!!!! Pero yo a palacio no vuelvo." -
en respuesta a G-M. Ver mensaje de G-M. Espera, que habia modificado el comentario y se ha perdido. Quería decir lo siguiente....
Pues yo estuve en Lucio con unos amigos hace varios años y me pareció más o menos lo que me cuentas. Lleno a tope, conseguimos mesa por "influencias" y los huevos deliciosos. Es para ir una vez y contarlo. Y estoy con Ramico en que viva el Rey..... aunque al palacio no vuelva!
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en respuesta a Alternativa Ver mensaje de Alternativa Oño! Y qué has modificado? Si es lo mismo, ¿no?
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en respuesta a G-M. Ver mensaje de G-M. Es que he sustituido la "lista de los presentes" por "unos amigos", jo. Oye, ya has usado el "cuentavotos" donde te supliqué?
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