De color rubí rojizo de capa media, claro y brillante, luminoso, ribete anaranjado.

En nariz inicialmente no acaba de abrirse, de poca intensidad y sin capacidad de expresarse. Lo dejamos una hora tranquilo, en botella, y lo retomamos. Mucho mejor!!! Comienza a desplegarse sin prisas. Al principio asoman notas de maderas nobles, tabaco de pipa Virginia, café aromático, un punto de cuadra y una cantidad creciente de fruta roja madura. Gana en expresión, en fruta escarchada, mermelada de naranja amarga, y un fondo a flores marchitas, tomate seco, pimienta blanca.

Muy sólido y estable, redondo, integrado. En gran momento de consumo. Es fino y ligero, de medio cuerpo, fresco. Fruta roja reducida muy ensamblada en la madera tostado y unos taninos fundidos, de calidad. Conjunto amable, sabroso.

Echamos de menos estos Rioja Bordón, con tres años en barrica y sobrada capacidad de crecimiento en botella, que nada tiene que ver con los actuales productos de lineal de supermercado. Franco-Españolas siempre estará en el recuerdo como la gran bodega que fue pero no acaba de recuperar el nivel de calidad de sus vinos ni las señas de identidad de toda la vida. Una pena!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/07/rioja-bordon-1982.html

Rojo rubí, ribete atejado, capa media.
Medianamente intenso en nariz y un poco cerrado en el inicio, nos va sorprendiendo con el aire pues muestra una gama aromática limpia y compleja, con notas de café en grano, especias, fruta madura, balsámicos, flor seca y maderas viejas, con ciertos tonos de cuero y tabaco de pipa. Sin defectos.
En boca está rico, redondo, da la sensación de estar en su momento perfecto de consumo. Mantiene su acidez, se muestra redondo y sin aristas y es largo y placentero en el final dejando especiadas y ahumados. Tanino fino y perfectamente integrado que contribuye a una gran redondez.
Si hay algo que nos gusta de la Rioja es su capacidad de sorprender con vinos como este, un sencillo Rioja Bordón que 30 años después se encuentran en plena forma y está francamente bueno, lo cual hace pensar en la calidad de la añada y de las elaboraciones en aquellos tiempos. Gratísima sorpresa.