Precioso color oro viejo con irisaciones cobrizas. Limpio y brillante.

Nariz intensa y compleja, con una ligera reducción inicial y mostrando una profundidad apabullante. Notas de flor seca, frutas blancas maduras, albaricoque, membrillo, orejones, trazas herbáceas, tonos minerales, especias dulces, clavo, pimienta blanca, canela, cítricos en confitura, ligeros ahumados, miel, granos de café y piel de naranja. Converge con los grandes Sauternes en fase olfativa.

En boca es un vino serio, poderoso, complejo, largo y todavía joven. Tiene una marcada acidez, un paso limpio y redondo, un desarrollo enorme y un final lleno de profundidad y encanto, dejando recuerdos frutales, cítricos, minerales y especiados. Graso pero lo justo, perfectamente balanceado. Persistente.

Diamante, quién te ha visto y quién te ve. Ahora es un vino de cesta de navidad, hace años uno de los grandes vinos blancos del mundo, porque lo que había en la botella de Diamante 73 era eso, un blanco que juega en la liga de los más grandes, que a sus 40 años está en plenitud y con cuerda para seguir evolucionando. La grandeza de esta Rioja legendaria nos deja pequeños. Un espectáculo.