De color cereza picota con ribete amoratado, en nariz es de media alta intensidad,fruta roja madura,balsamico,chocolate,en boca su paso es potente,vivo,frutal,cierta concentracion,buena estructura y equilibrio,final medio largo,esta bodega no defrauda,buen vino

Color picota alto con ribetes amoratados, capa media y brillante.

Nariz con intensidad media alta, con fruta roja muy presente, junto a detalles de madera como Vainilla y tostados. Tras un rato aparecen notas de balsámicos.

Boca sabroso, fresco a la vez que complejo. Fase final muy larga.

Vino de gama mas baja que sus hermanos, que me agradado sobre manera, con un buena relación calidad precio.

Rojo picota de capa media con menisco amoratado.

En nariz, fruta roja fresca (mora, cereza y frambuesa) con notas de café. Aparecen después las notas de cueros y especias (pimienta), balsámicos, chocolate y un punto de pedernal. Complejo y atractivo pero fresco. En la línea de fruta roja que siempre me gustó de Roda II y que echaba en falta en los superiores de gama.

Buen ataque y buen paso. Estructura adecuada, el paso es más bien ligero con taninos vivos, nada desagradables, que se redondearán en botella y acidez justa. Es el estilo que a mí más me gusta de la bodega (a riesgo de ser incomprendido a veces). Más fruta roja con el elegante toque de madera que Agustín Santolaya siempre supo dar a sus vinos. Enhorabuena!

Está claro que da juego hacer estos vinos frescos y agradables por parte de las grandes bodegas. Sela es un vino de bodegas Roda, fácil, agradable y sabroso. Color rojo cereza, limpio y brillante. En nariz aromas intensos a frutas frescas. En boca es muy frutal, fresco, con buena acidez.

Sela es el último proyecto de vino elaborado por Bodegas Roda, procedente de viñedos sostenibles plantados por la propia bodega hace un par de décadas. A la vista, muestra un bontio color rojo cereza, de capa media, muy límpido. En la cata en nariz destacan los aromas de frutas rojas frescas (moras, cereza, guinda), algo de sotobosque, ligeramente especiado y balsámico. En boca es chispeante, de paso muy agradable, con mucha fruta y los taninos ya domados. Refrescante, fruto de una buena acidez.

Por lo que nos cuentan desde la bodega, nos consta que "SELA nace con la vocación de ser un vino de consumo más frecuente y de llegar a un nuevo público que comienza a vivir la pasión del mundo del vino (con un PVP aproximado de unos 15 euros). Busca ser un vino fácil de armonizar con la comida, que resulte agradable al paladar, sabroso y fresco, aunque con la misma complejidad y elegancia que caracteriza a los vinos de Roda". Y, a mi entender, son objetivos que se cumplen sobradamente en esta primera añada.