Huy huy huy, este vino también tiene lo suyo, vamos a partir de la fecha de cata y que es un crianza 2004, a ver si esto influye negativamente en el vino, lo digo lo primero para que nadie se sienta ofendido.

Visual: Precioso, oscuro, brillante, picota fuerte, capa alta, borde bermellón, una pasada a la vista, lágrima densa y lenta, brillo brillante, prometedor de una buena experiencia....fallida.

Olfato: Fruta, fruta y madera, muchas frutas rojas y no tanto dentro de un barril de madera de roble, sobremadurando en exceso, quizá casí en estado de putrefacción, pero quizá, pero casi, no he dicho que sea fruta podrida, ojo, al agitarlo, aparecen esteres de plátano por la maduración excesiva, más fruta, más madera mojada en el líquido que va soltando la fruta al corromperse, tiene gran intensidad, impresión muy compleja pero demasiado fuerte, alcohol correcto, bién estructurado.

Gusto: Al ataque, dulzón pero con acidez elevada, la evolución empalaga, la fruta roja madura con la madera se apodera de hasta la última papila gustativa, vino liso, con taninos bajos, sin astringencia alguna, viscoso, denso, zumo de frutas con excesivo alcohol, no me gusta, desisto, no lo aguanto, mi mujer tampoco, que desastre....

Pues lo dicho, a ver si va a ser que al final a mi me va la cocacola, no creo, porque hay vinos con los que disfruto realmente, y bebería una botella y otra sin ningún problema, en esta noche, entre esta botella y el Scala dei 2005 abiertas, todo a sido tristeza vínica y desilusión, tendrá algo que ver en esto el Statut, Priorat, Catalunya, no se no se....

Color rojo picota de intensidad media con ribete amoratado. Aroma de intensidad media. Al principio se muestra cerrado, pero con la agitación de la copa salen a relucir tímidamente los aromas de frutillos rojos bastante emmascarados por los tostados de la madera y algún que otro balsámico. En boca se muestra facilón, con un correcto equilibrio, algo tánico y una retronasal con recuerdos dulzones y especiados.

Un vino correcto, sin más. En el segmento de los tintos semicrianzas, sin duda uno de los segmentos com más comptencia hoy en día, no sobresale. Para mi gusto, le falta carga frutal y le sobra algo de madera. Fácil de beber y resultón, es un vino muy versátil en cualquier maridaje.

Es a la que pertenece este vino, uno de los nuevos desarrollados por Bodegas Torres en Jean Leon. Botella bordelesa conetiqueta muy bonita, contraetiqueta con información suficiente. Rojo granate, menisco mlava, lágrima muy abundante y fina, lenta en la caída. En nariz al principio olor a habitación cerrada, que con la aireación va virando a miel y especies dulces. En boca es sabroso, manteniendo el punto dulzón de la nariz. Tiene futuro y el posgusto el largo. Algo menos de 9 € pagué por él.

Picota,borde violaceo y capa alta.
Fruta fresca, notas del hollejo, toques tostados casi cenizas.
Fresco,sabroso,goloso con toques de regaliz dulce.