Opiniones de Flor de Pingus
OPINIONES
16

Muy fino en nariz, pulido, elegante, preciso con fondo floral; boca densa pero aterciopelada, envolvente, contenido de matices y longitud.

Año y medio después este gran vino sigue estando en extraordinaria forma.
En nariz reune potencia, elegancia y complejidad, grande, grande la expresión frutal, muy buenos los tostados y excelente los balsámicos y las especias.
En boca esta muy equilibrado, aunque aún le viene bien la botella, mucho cuerpo, gran estructura, todo muy conjuntado y con un retronasal lleno de expresiones y matices, donde igualmente sobresalen las frutas muy maduras y licorosas, muy armonico y con un larguísimo final y con una persistencia envidiable.
Esta muy RICO, RICO.

Ahora sí, este Flor de Pingus está muy muy lejos del primero que descorché y que tanto me decepcionó.

Color precioso picota oscuro muy muy cubierto, ribete violaceo con irisaciones granate, limpio, lágrima muy densa, delgada y uniforme. Prácticamente no presentó depósitos de sedimentos.

En nariz es muy potente, piedra caliente, caramelo de café con leche, bálsamos de calidad, grosellas, frambuesas confitadas y una evolución en copa muy agradable, azúcar tostado, piel de mandarinas en mermelada, confitura de naranja amarga y lima, y una sutil nota de mermelada de jengibre, maderas perfumadas, sándalo y cedro. Especiado y complejo. Perfumado

En boca es amplio, potente, acidez equilibrada, taninos bastante dulces, persistencia sensacional, todo muy integrado, sedoso y con buena carga de glicerina.

Arroyó a un magnífico Dofí 2001.

Tuve la ocasión de probar hace unos días en el Restaurante Cata 1.81 de Barcelona una copa de Flor de Pingus 2004. Es encomiable que se atrevan a ofrecer vinos de cierta categoría por copas, conservando la integridad del contenido mediante la inyección de nitrógeno. Tras dejarlo reposar unos minutos en la copa, el vino me resultó impresionante, algo cerrado, pero con una complejidad que hizo que me perdiera en la búsqueda de matices. Ya había tomado el 2002 y me pareció excelente. Dejo pendiente opinar cuando abra una botella nueva(lo cual no tardaré mucho en hacer).

Todo lo expresado más abajo sigue siendo válido en la actualidad.
El vino es una verdadera maravilla, tiene de todo y de gran calidad y con mucha armonía, mucha complejidad y estructura, magnifico el equilibrio y la elegancia. Bueno lo dicho un verdadero DIAMANTE enológico.

Ya dije que esta botella traería algo más en un tiempo prudencial. A mi me ha parecido aun más serio que la primera vez bebido. Decantado casi una hora está todavia sumergido en esos colores de la Ribera con mucho brillo y bonito perfil. Nariz potente, concentrada aun, recuerdos de ciruelas y maderas finas...Boca con mucho caracter...el toque tánico alcanza aquí una finura extraordinaria con un volumen, cuerpo, estructura, de impression, confiriéndole un encanto innegable. Y se mantiene.

Un cumpleaños es una fecha especial, y este vino es para ese tipo de ocasiones. Decantado con ½ hora de antelación a su degustación.

Vista: Impresionante picota granatoso, no da las sensaciones de turbidez del 2002. Capa alta y lágrima abundante.
Nariz: Desde mi punto de vista no tan complejo en nariz como el 2002, pero desde luego, muy superior. Fruta negra por todos lados, chocolate, mineral.Como decía cuando probé esa añada, creía que estaba ante un mal año de un gran vino.
Boca: Existe la perfección??? Creo que este vino la tiene.

Me queda otra botellita que espero tardar unos años en darle matarile.

Para mi cumpleaños abro otra botella de este EXCELENTE VINO.
Ya lo he dicho más abajo es una JOYA ENOLOGICA, en nariz mucha elegancia, mucha fruta con gran expresividad y calidad, chocolate, regaliz, mentolados, etc., etc-, todo con mucha potencia.
En bo a esta cada vez más perfeccionado el equilibrio, MARAVILLOSO paso de boca, magnifica estructura, taninos potentes nobles y frutosos, retronasal IMPRESIONANTE y el final largo, largo y con mucha persistencia.
Cada vez que lo pruebo me gusta más, por si acaso tengo algunas más reservadas.
UN APASIONANTE VINO.

Vuelvo a probar este magnífico vino después de un tiempo y me vuelvo a maravillar con su color brillante, sus aromas balsámicos y un sabor penetrante, elegante y equilibrado. Ha mejorado desde la ultima toma, con unos taninos más integrados. Gran vino.

Es un vino al que resulta prácticamente imposible sacarle un solo defecto; creo que hay pocos taninos, en vinos de este corte, con esa contundencia a la par que redondez y madurez; tiene grado, cierta calidez, pero en una muy armoniosa frescura contrarestandola; es largo, muy largo, intenso retronasal; en el ataque suscribo yo también que “castiga” toda la boca, te la llena por completo y hace un amago de vino serio, llegando a confundirme en la comparativa mental que le hacía con un Finca Dofí también 2004 (éste quiere ser mas “serio”, hasta que te das cuenta que es la variedad!, dicho en defensa del magnífico Dofí). Es un vino para mí que flirtea permanentemente entre una apabullante opulencia y una fina elegancia.

Creo que es una muy buena expresión (casi magistral, quizá el sumun sea su hermano mayor, el Pingus) de un “tipo” de vino… el vino moderno. Con buenas viñas detrás, con buenos terroirs, con máxima calidad de fruta pero donde, en pro de conseguir este estilo tan concreto que apunto, la enología tiene mucho de decir, se hacen muchas cosas en bodega y el resultado final es una magnífica expresión de lo que el enólogo quería hacer, a costa quizá de la expresión del terroir y de ese tipo de complejidad que a veces, solo dan los “defectos”.

Intento decir que su retronasal es larguísimo y seductor, pero los registros predominantes acaban por restarle complejidad y es un retrogusto sostenido y “ancho” pero no “profundo” o complejo, por mantener algo un poco monocromático (mucha fruta y una madera nueva magistralmente medida), algo ya demasiado familiar en demasiados vinos, aunque en éste mostrándose de forma insuperablemente buena.

En definitiva creo que es un magnífico vino, con el que no fracasarás ante nadie y que todos disfrutarán mucho (incluido el que escribe), una definición impecable de donde se puede llegar con un “tipo” de vino, con un estilo (el moderno), pero al que le falta ese “estocazo” final para ser realmente extraordinario. No le falta mineralidad ni otras cosas, pero creo que en este estilo de vinos, irremediablemente quedan tapadas algunas virtudes, a favor de conseguir otras.

Añadir que no hago una crítica al vino, al contrario es mi halago, y que por otra parte abuso un poco de “tópicos” (moderno, clásico, etc) solo para intentar explicarme.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar