Tiene un color amarillo pajizo metálico con destellos dorados.
La nariz se abre con aromas cítricos entre los que sobresale el limón, también se hace presente la fruta de hueso (albaricoque), las flores blancas, la manzana asada y unos ligeros balsámicos. Con más aireación y movimiento aparece una ligera cremosidad y un punto mineral de piedra blanca.
En boca el ataque es amplio, potente y ácido. Tiene un sabor cítrico (limón) sobre fondo de frutos secos (avellanas) y más tarde aparece la manzana golden. Es un vino largo y persistente, ligeramente untuoso pero en absoluto pesado, estructurado y con un final ligeramente amargoso que le da profundidad.
Vino blanco muy serio que puede ser consumido en cualquier época del año y que puede plantarle cara hasta a platos de carne.

CAMINA POR SUS AROMAS PELEGRINO. Laderas situadas entre 500-700 metros y mezcla de elementos finos, cuarcitas y pizarra. En vaso | Godello: 20-45 años. Doña Blanca | 60-80 años. Un vino con recorrido en botella, con muy buena acidez y toque amargos en su final que le aporta longitud, floral y muy frutal en sus aromas. Un sorbito que nos recuerda a los magníficos parajes del sufrido y placentero Camino de Santiago.

Fotografías http://bit.ly/2yZrThX

No es muy expresivo pero tiene esa intensidad y ese contenido que me gustan y que convencen. Es muy agradable, me gusta por que encuentras sin dificultad, hay una rica fruta blanca bien madura y algo melosa, la muerdes la recuerdas en vivo, toques sinuosos a cítricos y a piña.

En boca es gustoso con ese equilibrio de dulzor, acidez y toque amargo justo y preciso, mascas y sientes la fruta de hueso, es meloso y jugoso, con un buen punto cítrico y un alcohol embriagador con una sencilla y amable complejidad que alberga contenido que se sabrá expresar con algo más de tiempo en la botella.

Color pajizo claro.
En nariz tiene una intensidad media-baja pero se muestra muy complejo y fresco. Sale fruta tropical madura (piña, mango...), hidrocarburos, punto graso y cremoso, minerales, piedra húmeda, bollería y vainilla. A copa movida se intensifican los cítricos de limón que le suman mucha frescura.
Es graso y envolvente en boca. Tiene una acidez muy correcta que le suma nervio. El paso es untuoso, dejando hasta recuerdos tánicos muy ligeros. Final amargoso cítrico con buena longitud.