Un vino que en cata ciega le delata el punto terroso (barro) que le confiere personalidad en la fase olfativa y también en la gustativa.
Un vino fácil, incluyendo ese carácter diferencial, de trago largo y que a buena temperatura es una golosina en el verano para empezar a cenar.

Uno de los vinos de la cena de Noche Buena... un vino con personalidad que tiene lo que hay que tener fruta para mostrar de donde viene y cuerta mienralidad para reflejar el binomio terruño/barro elementos ambos que le dan el ser. En boca la cremosidad y la acidez van a la par y de nuevo uno encuentra mucha fruta... como diría el gran crítico George Clooney... what else? ;-)

Es de un aroma fino, casi sutil, vas al encuentro del vino. Nos da fruta blanca madura y una sensación de dulzor, de melosidad. Hay hierbas secas y flores algo marchitas. Me va gustando poco a poco. Surge un punto balsámico del grato alcohol. Sensación de lías. Me recuerda a las pieles secas de la manzana de la pera...

Llena la boca de suavidad, el tacto es algo untuoso, cálido, fragante, seco, con una puntita de acidez que le confiere frescura al final del trayecto, ensalivas, surge un rico aspecto cítrico.

Servido en porrón! Sin complejos... ;-) Un vino con un franco carácter frutal, con fruta blanca madura y algún punto cítrico para aligerar, matices de hierbas aromáticas, un toque mineral ligero y un fondo de flor blanca. En boca entra bien, cremosos pero ligero, bien de acidez, con amargos medios -de corte cítrico- y notable longitud. De trago largo...

Un agradable vino blanco de diferenciada elaboración en tinajas de barro semienterradas y que le hace tener una visual, olfativa y gustativa fácil de reconocer. Tiene personalidad.

Otra cosa es que los elementos diferenciadores aporten grandes cosas más allá de la dificultad y curiosidad de elaboración y que pueda hacer que guste a quien no conoce esos datos.

Es un vino amable de trago largo.

Etiqueta acertada que ayuda sin duda a identificarlo mejor. La botella de aire Borgoña suma en la unificación de los blancos valencianos. Buen corcho con la añada impresa, aunque no personalizada. Acertado cambio de imagen.
Amarillo dorado con irisaciones verdosas. Hierbas de tocador (lavanda, talco perfumado...) pera y manzana representando a la fruta blanca, presencia de cítricos, muy limpio y fresco, con mineralidad (piedra blanca). Graso, con el corazón de la fruta blanca, amargor medio pero necesario en todo blanco serio, buena acidez, toque de nata agradable, de conjunto frutal pero fino, postgusto un tanto seco. Reúne argumentos importantes como frescura, finura y elegancia.

Color amarillo muy pálido, reflejos dorados, limpio y brillante, buena lágrima.
En nariz con intensidad creciente hay sobre todo sensación herbácea, heno, tierra húmeda, algo de flores y posteriormente aparecen fruta blanca y cítricos.
En boca es suave, ajustada la acidez, de trago largo, con sensación de fruta algo dulce y leve amargo final que luego dulcifica e invita a seguir bebiendo.

Algo diferente con nueva imagen complementaria con el tinto de la misma foma de elaboración

El blanco Cullerot estrena en esta añada 2012 presentación en botella borgoñona con nueva etiqueta (de Dani Nebot) para homogeneizar la imagen con su hermano tinto Parotet (ambos vinos caracterizados por su crianza en tinajas de barro).

Color amarillo pálido. En nariz muestra aromas de frutas blancas y cítricas, toques florales y algunos recuerdos de hierba fresca. La entrada en boca es bastante directa, con buena intensidad y estructura y notable acidez. El postgusto remarca especialmente las notas cítricas con un final bastante largo. Interesante.

En la copa se muestra muy reducido, esquivo, tímido, hay que esperar. Poco a poco sacas la fruta blanca, un levísimo toque floral, rasgo cítrico algo apagado, piel de albaricoque, cierta melosidad, goloso.

Boca con una entrada cálida y más intensa que lo expresado en nariz. Tacto untuoso y meloso, acidulce, con buena textura, aunque hecho en falta más profundidad, un poco de garra. Menos dulce que en añadas anteriores. Le sigo la pista, lo catare de nuevo, en ocasiones una botella no hace justicia.