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Celler Perelada: desde las entrañas de la tierra

En la primavera de este 2022, Perelada presentó la nueva bodega que se lleva gestando durante 20 años y que desde las entrañas de la tierra albergará los vinos que su enólogo Delfí Sanahuja comentó, serían excepcionales y después de visitarlos no nos cabe la menor duda de ello.

Vista de pájaro de Celler Perelada

Vista de Celler Perelada

 

Verema estuvo conociendo el proyecto en otoño y hoy os contamos cómo desde El Empordá esta bodega, su grupo arquitectónico y su propuesta cultural y de enoturismo serán punto de referencia en el mundo del vino y la restauración. 

Carmen Mateu y Arturo Suqué, así como sus hijos Isabel, Miguel y Javier, apostaron desde el principio por este proyecto que persevera en la tradición vitivinicola dejando un legado para la zona y para las futuras generaciones.

 

El proceso de creación

Carmen Mateu y Arturo Suqué, así como sus hijos Isabel, Miguel y Javier, apostaron desde el principio por este proyecto que persevera en la tradición vitivinicola dejando un legado para la zona y para las futuras generaciones.

La nueva bodega emerge de la tierra sin hacer casi ruido, integrándose en el paisaje e invitando a buscar esa fachada inexistente por la que preguntaba Arturo Suqué cuando RCR Arquitectes (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramón Vilalta) le presentaron el proyecto.  El sueño de tres generaciones, como dice Javier Suqué, Presidente del Grupo Perelada, se ha hecho realidad. 

Este sueño comenzó hace 20 años, cuando Javier contacta con un grupo de jóvenes arquitectos emprendedores ubicados en Olot que estaban rompiendo con los cánones arquitectónicos del momento. Hoy son ganadores del Premio Pritzker 2017 y siguen fieles a la filosofía con la que empezaron.

La elegancia de las líneas arquitectónicas de la bodega, límpia y diáfana, es reflejo de la forma de trabajar de RCR y como no,  de la observación y de un respeto infinito por el entorno. Ese lenguaje no verbal del paisaje que emociona nada más verlo se plasma en toda la obra y a ello además se suma la adaptación de la creatividad al servicio de un propósito: elaborar vinos, pero no cualquier vino, vinos excepcionales.

Cuando llegamos nos enseñaron esta construcción que había sido la antigua granja del castillo. Este conjunto no deja de ser una pieza en una posición elevada, un mirador hacia el paisaje lejano, y esto es lo que nos cautivo, ver como este conjunto tenía esta energía dentro de este lugar. Nosotros entendemos la arquitectura como esta respuesta a un lugar y un programa y hacer unos espacios que hagan sentir a unas personas.

Nos comentó Rafael Aranda también la importancia de entender, recorriendo las bodegas con Javier y con Delfí Sanahuja, Director técnico de las bodegas del grupo, la forma de trabajar y el proceso de elaboración de un vino para favorecer el trabajo de los profesionales de la bodega y hacerla más usable. Entender que la uva entra por una cota superior y que baja por gravedad, que se va elaborando y finalmente sale de la bodega por otra zona como producto envasado.

Las bodegas tienen dos espacios, uno donde tienes que tener una relación con el exterior pero hay otros que necesitan una calma, humedad y temperatura en relación con las entrañas de de la propia tierra, entonces es cuando aparece esta bodega que no quiere ser un edificio sino que quiere ser un paisaje.

 

Los cuatro pilares

El objetivo de la bodega es elaborar el mejor vino posible aprovechando la riqueza de la zona del Empordá, que concentra una gran variedad de suelos, de la que el equipo se reconocen fans absolutos, nos comentá Eugeni Llos, director de Bodega Perelada. Para ello cuenta con 188 depósitos de vinificación de distintos tamaños en los que pueden realizar por separado las elaboraciones de las diferentes parcelas con las que cuentan las 150ha. de viñedos de Perelada y de este modo elaborar vinos que expresan la autenticidad de la tierra de la que provienen.

Sala de barricas

Esta apuesta viene reforzada por la propia arquitectura de la bodega, que sería el segundo pilar. Para ello se rodean de un estudio que entiende las necesidades de la bodega, buscando la no obstentación, la integración con el paisaje y la elegancia de sus formas.  

Otro eje básico es la sostenibilidad, indispensable en cualquier bodega en el siglo XXI.  En el año 2021 la bodega obtiene  el certificado LEED Gold que valora la sostenibilidad de la edificación teniendo en cuenta el impacto medioambiental, siendo además la primera bodega europea en conseguirla ya que sólo 10 más la tienen en Estados Unidos. La reutilización del agua de lluvia en las instalaciones y en el riego del jardín, la geotermia, mediante la utilización de pibotes subterráneos que regulan la temperatura disminuyendo el consumo energético, utilización de luz natural  y de materiales sostenibles, reciclados y de proximidad entre otros aspectos, son algunos de los muchos puntos que avalan esta certificación.

Esta bodega también está pensada para que los trabajadores puedan realizar sus funciones con comodidad y disfutar cada día que estén en la bodega, es por ello que se ha pensado en la usabilidad en todo momento para facilitar los procesos del equipo humano. Además se ha estructurado en tres niveles: elaboración, visitas y administración, para que no se interfiera en los flujos de trabajo. 

Por ultimo hablamos de enoturismo como cuarto pilar fundamental. La Costa Brava es una zona turística por excelencia y una de las puertas de entrada a España. Después de Baleares es la segunda zona turística del país. La propiedad ya contaba con atractores culturales como el Festival de Música de Peralada, fundado por Carmen Mateu, y el Monasterio del Carme con el Museo del vino y la Colección de Vídrio, lúdicos y deportivos como el Hotel Peralada y el Campo de Golf y gastronómicos como el restaurante Castell Peralada, con una estrella Michelín. A esta propuesta turística se suma la enológica concebida como una experiencia que recorre las distintas fincas de Perelada y el proceso de nacimiento de un vino hasta su reposo en la sala de barricas.

Desde las entrañas de la tierra comienza el viaje por las cinco fincas de Perelada, los viñedos cautivadores bajo las manos del fotógrafo nos enseñan el origen, el territorio, la tipicidad de los campos.

El viaje continúa a través de galerías y pasarelas que nos invitan a mirar hacia abajo, el nivel de trabajo dónde se vive la elaboración del vino, para terminar en el Templo, un lugar de recreo sosegado, de espiritualidad y de magia que encierra los vinos más icónicos de la bodega como los Ex Ex (Experiencias Excepcionales) o la colección Gran Claustro que duermen en depósitos de hormigón, de madera o en barricas para favorecer su crianza.

Galeria en bodega Perelada y sala de elaboración

 

Pinceladas de Garbet, un viñedo pintado en el mar

A punto de cumplir su primer siglo de existencia Perelada nos cuenta su historia a través de sus vinos, en este caso los que provienen de uno de los viñedos más impresionantes que pueden existir en España y de donde nacen uno de los vinos más personales de Celler Perelada: los de Finca Garbet. Vinos que muestran la riqueza de sus suelos, su heterogeneidad y un clima que hace a esta zona única por sus matices tan excepcionales.

El viñedo originario de 12ha., posteriormente se han tenido que arrancar 3 por la entrada del viento que impedía el desarrollo de la cepa, está situado a orillas del Mediterráneo, al norte del Cap de Creus y es acariado a veces, y otras azotado salvajemente por La Tramontana. Ese viento que embiste al viñedo de una forma brutal, haciendo que la planta se mida con él en un aprendizaje heroico del que sólo puede surgir un fruto empoderado y único. 

De suelos pizarrosos, el viñedo se alza al mar en terrazas que hacen más complicada la recolección de su uva, que es 100% manual. Las 35.000 cepas se reparten entre Cabernet sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Syrah y Garnatxa.

Posiblemente sea uno de los viñedos más bellos que hemos podido ver y también uno de los más salvajes por el modo en cómo se desarrolla la planta y como se recolectan sus uvas. Es por eso que no queríamos dejar de mostraros este lienzo que supuso el final del viaje por el territorio de Celler Perelada.

 

  1. #1

    Javierpozo

    Muchas gracias @estherlaez un artículo tan real que al leerlo te sumerges en la bodega, muy interesante la verdad con ganas de ir a visitarla el próximo año!! Muchas gracias por compartir cultura e historia líquida!! Saludos

  2. #2

    Esther Láez

    en respuesta a Javierpozo
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    Muchas gracias Javier,

    Es un proyecto muy completo y muy bien estructurado. La zona y en entorno son una maravilla. Seguro que te encanta.

    Un abrazo y feliz año!

  3. #3

    Javierpozo

    en respuesta a Esther Láez
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    Un abrazo fuerte y feliz año nuevo 2023!!

  4. #4

    Josep_Gallego

    Gracias Esther, da muchas ganas de ir a visitarles tras la lectura del artículo, desde luego un gran proyecto lleno de ilusión y de posibilidades. Enhorabuena!

  5. #5

    pepecano

    en respuesta a Josep_Gallego
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    Tengo visita para la primavera, te vienes ??

  6. #6

    Esther Láez

    en respuesta a Josep_Gallego
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    Te recibirán encantados.

  7. #7

    Josep_Gallego

    en respuesta a pepecano
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    Pues ya lo hablamos a ver si cuadra y la vemos juntos.

  8. #8

    Miryam777

    Gracias @Esther_laez por el artículo, no conozco casi nada de esta zona y no estaría nada mal conocerla, según leía me iba adentrando y he disfrutado con tus letras, y con las imágenes, espectaculares. Saludos

  9. #9

    Miryam777

    en respuesta a pepecano
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    ☝🏻Se puede???? Jjjj

  10. #10

    Esther Láez

    en respuesta a Miryam777
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    Muchas gracias Miryam. Tanto la bodega como el paisaje sorprenden. Sin duda que hay que visitarla. Yo repito 😁

  11. #11

    pepecano

    en respuesta a Miryam777
    Ver mensaje de Miryam777

    Claro, no faltaria mas. Esa zona es preciosa, es todo Costa Brava.


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