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25 años de Bodegas Roda: el carácter de la “nueva” Rioja

25 años de Bodegas Roda: el carácter de la “nueva” Rioja.

 

En la selecta zona del Barrio de la Estación de Haro junto a la grandes bodegas clásicas que dieron nombre y grandeza a Rioja se ubica un proyecto joven -25 años- pero con las raíces bien asentadas en el suelo. Fue en 1987 cuando el matrimonio formado por Mario Rotllant y Carmen Daurella puso en marcha este proyecto. Para explicar su éxito es imprescindible conocer al equipo humano que implicaron en su proyecto Agustín Santolaya, que asumió la dirección del proyecto, Isidro Palacios, que se responsabilizó del cuidado de los viñedos, y Carlos Díez, a cargo de la enología y la bodega. Poco más tarde se incorporaría Esperanza Tomás Pérez, a cargo del departamento de Investigación y Desarrollo de la bodega.

Si inicialmente el proyecto pudo decantarse hacia la elaboración de un gran vino de finca, pronto la perspectiva giró hacia la búsqueda de viñedos excepcionales preñados de viejas viñas. Así se eligieron 17 zonas distintas en las viejas viñas hundían sus raíces en suelos pobres y con gran potencial de reflejar el carácter de dicho  terruño.

Entre otros actos para celebrar su 25 aniversario en Roda decidieron reunir a una serie de personas de los medios con las que venía colaborando desde sus orígenes… y entre dichas personas tuve la fortuna de ser invitado a disfrutar in situ de los logros conseguidos durante estos 25 años. No era esta mi primera visita a Roda, y aunque en la anterior el proceso estaba claramente definido le faltaba pasar la prueba del tiempo para demostrar su gran potencia.

Recién llegados a Haro y con la presencia de todo el equipo, pero en especial de Mario Rotllan que nos dio la bienvenida y de Agustín Santolaya, que fue nuestro cicerone durante toda la jornada, nos desplazamos hasta el restaurante La Vieja Bodega, en el cercano municipio de Casalarreina, donde llevamos a cabo una cata en la que en lugar de mostrarnos los logros de las grandes añadas se arriesgaron a mostrarnos algunos vinos de añadas conflictivas. Ya se sabe que es la las cosecha complicadas donde las bodegas más pueden mostrar su buen hacer.

Inicialmente había prevista una visita al banco de germoplasma de la bodega, un impresionante proyecto de investigación llevado a cabo por el equipo de la bodega y del que su responsable, Esperanza Tomás nos hablaría durante la tarde. Unas predicciones del tiempo inciertas hizo que se cambiara el plan inicial por la cata que a continuación relato.

Estos fueron los vinos catados:

Roda I 1992:
100% Tempranillo procedentes de viñas de más de 30 años, con muy reducida producción: alrededor de 1,5 Kg./cepa. La vendimia tuvo lugar entre el 12 y el 22 Octubre. El vino fermentó en tinas de roble, con temperatura controlada. La crianza tuvo lugar en barricas de roble francés; 1/3 nuevas, 1/3 de un vino, 1/3 de dos vinos. 24 meses en barrica y tras ello 12 meses en botella.
La cosecha “fundacional” de la bodega, una añada atlántica, de esas que resultan complejas, con un año muy lluvioso y de poco sol. 731 mm.de precipitación en el año vitícola (Nov. a Oct.)
En Junio se recogieron 165 mm. y en Octubre 150 mm. siendo la vendimia complicada por dicha pluviometría.
Granate con destellos teja. Hay ciertos recuerdos a caza, en la nariz, cueros finos, matices especiados y un fondo de fruta roja licorosa. En boca tiene buen ataque, algo magro, con atractivos amargos, buena definición y notable persistencia.
Mejora con la aireación.


Roda II 1993:

81% Tempranillo y 19% Garnacha (de Tudelilla) procedentes de viñas de más de 30 años, con muy reducida producción: alrededor de 1,5 Kg./cepa. La vendimia tuvo lugar entre el 2 y el 22 Octubre. El vino fermentó en tinas de roble, con temperatura controlada a un máximo de 30ºC.

Acabada la fermentación la crianza tuvo lugar en barricas de roble francés; 1/3 nuevas, 1/3 de dos años y 1/3 de más de cuatro años, pasando 24 meses en barrica y 12 meses en botella.

Se elaborado casi 65.000 botellas. No hubo Roda I, siendo una añada caracterizada por un verano tórrido y una vendimia muy complicada incluyendo algún que otro temporal de lluvias.

El vino aparece vestido de color granate de media capa con el ribete bastante abierto. La nariz es de media intensidad, liviana y con menos volumen que el 92. En nariz encontramos especiados, cueros, menos tostados que con el 92. Es un vino que en boca resulta estilizado, amargoso, con un tanino vivo, algo terroso e incluso con algún apunte “verde”. Largo y con un regusto metálico al final del paso. Notable carácter clásico.

Roda I 1997:

100% Tempranillo procedente de viñas de más de 30 años con una producción por de alrededor de 1,5 Kg./cepa. La vendimia tuvo lugar entre el 30 de Septiembre y el 23 Octubre. La fermentación tuvo lugar en tinas de roble, con temperatura controlada. Acabada ésta, la crianza fue en barricas de roble francés; 1/3 nuevas, 1/3 de un vino y 1/3 de dos vinos o más, durante 24 meses en barrica y tras ello 12 meses en botella.
La añada fue de nuevo compleja e irregular, exigiendo una selección minuciosa. El verano fue muy lluvioso y frío, con una precipitación de 574,7 mm. Al menos durante la vendimia (Septiembre y Octubre) el tiempo fue bueno.
El vino muestra un perfil atlántico. Con algo más de capa y ribete también abierto. Nariz de media intensidad, con un ligero toque de pólvora, especiados, algunos cueros, tostados ligeros y un fondo de fruta negra. En boca con buen ataque, cuerpo medio, tanino más ligero pero vivo, bien de acidez, algún apunte mineral. Bastante largo y con finura. BUena presencia.

Roda I 1999:
100% Tempranillo procedente de viñas de más de 30 años con una producción por de alrededor de 1,5 Kg./cepa. La vendimia tuvo lugar entre el 9 y el 27 de Octubre. El vino fermentó en tinas de roble, con temperatura controlada y fue criado en barricas de roble francés; 60% nuevas y 40% de un vino durante 16 meses en barrica y tras ello 20 meses en botella.
Fue la añada del ciclo corto. Pasaron  36 días con temperaturas por debajo de O ºC, durante el invierno. La precipitación fue de 478,6 mm. aunque el acontecimiento crucial fue la helada del 16 de Abril, alcanzando -4,5ºC que asoló la región. De los viñedos de la bodega se salvaron los de Villalba (estaba nublado ese día, lo que minimiza los daños). Como consecuencia de la helada la brotación se retrasó hasta mediados de mayo. Hubo lluvias en Septiembre y un buen mes de Octubre. La producción muy baja y ello llevó a precios desorbitados de la uva. En general fueron mejores las uvas de viñas heladas, a causa de su pobre cantidad ya que las de las no heladas tenían mucha uva.

Granate de buena capa. Hay un toque reducido que exige bastante aire para dar paso a un expresión de fruta ligera, suaves especiados, algún apunte de barniz y ligeros tostados. En boca tiene buen ataque, con buenos amargos, cuerpo medio, acidez correcta y algo falto de definición.

Tras la cata pasamos al comedor del restaurante y en esta ocasión disfrutamos de una comida acompañada de una amplia selección de los vinos del proyecto Roda, incluyendo los vinos de su proyecto en Ribera del Duero: Bodegas La Horra.

Un menú basado en la cocina tradicional riojana aunque con presentaciones modernas, que incluía Pisto Riojano con Láminas de Bacalao y Pimiento Choricero; Hongos salteados, Mollejas de lechal fritas; Rabo de toro desmigado y lacado, crema de foie y guiso de chantarelas y de postre Sopa de chocoblanco, granizado de maracuyá y  helado de yogur. Los vinos que acompañaron el menú fueron el Sela 2010, Corimbo 2010, Roda 2008, Roda I 2007, Corimbo I 2009 y Cirsión 2009.

El Sela es el vino básico de la bodega, el más inmediato, en esta añada 2010 muestra un color picota violáceo intenso y una nariz expresiva y con mucha fruta, en la que destacan notas de fruta roja fresca con matices más golosos, un toque de regaliz y algo de flor morada en el fondo. En boca el tanino se muestra vivo y pujante, con buenos amargos, bien de acidez y con buena estructura. Es el fruto del ensamblaje de 95% Tempranillo y 5% Graciano y procede de unos viñedos en vaso de entre 15 y 30 años de edad de las zonas de Perdigón y Cubillas. Hizo la maloláctica en tinos y se crió en barricas de roble francés semi-nuevas durante 12 meses. También es el vino de mayor producción en la bodega, unas 100.000 botellas.

Corimbo 2010 fue el segundo de los vinos catados. Es un monovarietal de Tinta del País que procede de los vieñedos de la bodega en La Horra y Roa (Burgos). Procede de vñas de 20 años de edad y se crió durante 12 meses en barricas (80% roble francés y 20% roble americano). Picota muy cubierto y con destellos violáceos, muestra un perfil olfativo atractivo, bien perfilado, con abundantes recuerdos a monte bajo y una delicada combinación de frutos negros y rojos. En boca ataca con intensidad, con muchos amargos, tiene una excelente acidez y un poderoso tanino, aún por pulir, largo y estructurado. Muy rico aunque aún falto de botella. Frente a los vinos de Rioja yo diría que aquí prima el carácter continental, son elaboraciones más robustos y con peso en boca.

Roda 2008. Fruto de una añada tardía, relativamente fria y bastante lluviosa. Con un 90% Tempranillo, 4% Garnacha y 6% Graciano, procede de viñas de más de 30 años y pequeña producción. En esta añada la vendimia tuvo lugar del 1 al 27 de octubre. El vino fermentó en tinas de roble y se crió en barricas de roble francés (50% nuevas y 50% de segundo año) durante 16 meses. Color granate de buena capa. Destaca más por su definición que por su intensidad olfativa, hay fruta roja fresca, un punto de chocolate negro y un fondo especiado. En boca tiene buena ataque, con buenos amargos, cuerpo medio, una textura ligeramente terrosa, buena acidez y buena persistencia.

Roda I 2007. Muy buena añada. . La vendimia tuvo lugar del 12 de Septiembre al 9 de Octubre. Es un monovarietal de tempranillo que fermentó en tinas de roble y se crió en barricas de roble francés (50% nuevas y 50% de segundo año) durante 16 meses. Picota violáceo cubierto con ribete morado. Muestra en nariz el perfil ligero propio de las añadas atlánticas, la fruta es tanto roja como negra y hay en el fondo un atractivo toque de grafito. En boca muestra buen ataque, con un tanino firme y rotundo, bien de acidez, amargoso y largo. Con mucha vida por delante.

Corimbo I 2009. Primera añada de este monovarietal de Tinta del País que de nuevo procede de los viñedos de La Horra y Roa (Burgos), con cepas de 40 años de edad media. La vendimia tuvo lugar del 2 al 14 de Octubre. Fermentó en tinas de roble he hizo la maloláctica en barrica para luego completar una crianza de 16 meses en barricas, 80% roble francés y 20% roble americano.

El colofón de la comida vino de la mano del Cirsion 2009. Monovarietal de Tempranillo, su carácter se debe a una meticulosa selección de racimos de diversas parcelas basada en la aplicación de una línea de investigación desarrollada por Roda sobre la polimerización de taninos y antocianos. En mi primera visita a Roda, tuve la suerte de poder ver, de la mano de Agustín Santolaya, alguna de esas viñas mágicas en la que se da dicho proceso. Fermenta en tinas de roble y tiene una crianza corta en barricas nuevas de roble francés. Fruto de una magnífica añada, con 419 mm. de precipitación el invierno y la primavera fueron lluviosos, y el verano caluroso y seco. Algunas precipitaciones a mediados de septiembre redondearon la maduración. El vino se muestra de color picota violáceo de aspecto denso y cubierto. La nariz es muy intensa y expresiva, algo de bosque umbrío, matices especiados, más fruta negra que roja y un fondo ligeramente mineral. En boca tiene buen ataque, con peso de fruta, estructurado, largo y con un tanino dulce y firme. Con notable profundidad. Un vino para disfrutar desnudo, su mejor maridaje es… él mismo.

Y con esta última explosión de sensaciones terminó la comida. Pero no la jornada… Pero eso, será objeto de otra crónica.

@Paco_Higon

  1. #1

    Valgañon

    Personalmente me parece una bodega top, con grandes vinos, un enologo de renombre y una seña de identidad muy personal en Rioja a la cual le 'cruje' por completo su vino de gama mas baja, el Sela, que tanto se han empeñado en sacar al mercado y que no termina de convencer en absoluto
    Saludos

  2. #2

    Paco Higón

    en respuesta a Valgañon
    Ver mensaje de Valgañon

    Bueno, son no pocas las bodegas que comenzaron su proyecto buscando un perfil específico en sus vinos... y que con las crisis han sacado al mercado un "básico".... Eso no siempre es fácil... y ciertamente en su gama de vinos es quizás el más falto de definición.... pero dada la gran calidad del equipo seguro que es solo cuestión de tiempo....

  3. #3

    Valgañon

    en respuesta a Paco Higón
    Ver mensaje de Paco Higón

    cierto, no es fácil hacerlo pero con el Sr. Agustín ahí, me extraña mucho que estén tardando tanto tiempo en dar con la tecla. Está claro que lo que se busca con el Sela es una cierta (rápida) 'liquidez' para la bodega, pero... a qué precio?

    saludos


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