Placeres vinícolas

Tintos También en Verano

"¿Por favor, me puede traer una cubitera para refrescar el vino tinto?" Esta frase sigue rechinando en los oídos de muchos camareros, aunque por suerte cada vez menos. Y es que la vieja sentencia de que el vino tinto debe beberse a temperatura ambiente está muy bien si estamos en una apacible tarde primaveral de las Rías Baixas a unos 16ºC. Pero cuando cambiamos eso por una terraza alicantina en pleno mes de agosto, a 35ºC, el tinto a temperatura ambiente se vuelve un brebaje imbebible.
Ayer, en Bodega Selección de Alicante, realizamos un ejercicio de cata para demostrar como los vinos tintos también pueden beberse y disfrutarse en verano, siempre y cuando tengamos la precaución de servirlo a la temperatura adecuada.
El ejercicio no estuvo basado en lo que sería lo obvio, tintos de maceración carbónica y similares, pensados para servirse a unos 11 - 12ºC y muy adecuados para la época estival, si no que catamos vinos con distintos tiempos de crianza y paso por madera, para ver cómo incluso estos tintos, correctamente atemperados, pueden disfrutarse cuando el calor aprieta.
 
Empezamos con dos vinos más jóvenes y ligeros, previamente enfriados, para que llegaran a la mesa a unos 12ºC. Paso a paso 2011 (DO La Mancha, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Volver) es un tinto con 6 meses de crianza en barrica de roble francés y unos nada desdeñables 14º. Nada más descorchar, intensos aromas lácticos, que pronto se diluyen, dando paso a abundante fruta roja ácida y fresca, y tras agitar a notas florales y minerales, con algo de fruta negra, y que evoluciona en copa dejando salir cacao, torrefactos y toffee. En boca es un vino seco, de buena acidez, algo tánico, con frutas rojas en el retronasal. Un vino con mejor nariz que boca, que si bien no me entusiasmó, iría bien con comidas ligeras tipo barbacoas.
Seguimos con un vino alicantino, Moratillas Roble 2012 (DO Alicante, tinto roble, Monastrell y Petit Verdot, Bodegas Francisco Gómez) es un vino de cultivo ecológico con una crianza de unas 8 semanas en roble francés nuevo. De color granatoso con ribetes rubídeos amarronados, de capa baja. A copa parada nos da en nariz recuerdos de la crianza, fruta negra muy madura, y poco más. En boca es un vino ligero, suave y fresco. No está mal en boca, pero no me dice gran cosa. Servido a unos 12º se deja beber.
Pasamos ya a vinos con más enjundia, de los que mucha gente se resiste a beber cuando el calor da pocos respiros. Altos del Marqués Crianza 2007 (DOCa Rioja, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Altos del Marqués) se somete a una crianza de 12 meses en barrica de robles americano (75%) y francés (25%), de un tostado medio. Viste de color picota granatoso bien cubierto, con ribete granatoso de vino evolucionado. A copa parada notas de reducción y algo de fruta en licor, que al agitarse dejas paso a puntas alcohólicas, fruta negra muy madura, regaliz y viruta de lápiz. En boca se muestra frutal, fresco, de buena acidez y con un tanino bien presente al final. Un vino potente pero bien conjuntado, que servido a la temperatura adecuada se bebe muy bien.
Terminamos el ejercicio con un vino que cada vez que lo pruebo me gusta más. Natalia Calleja elabora en las bodegas Asenjo y Manso, unos vinos elegantes y seductores. Silvanus 2007 (DO Ribera del Duero, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Asenjo y Manso) tiene una crianza de 12 meses en barrica de roble francés (80%) y americano (20%), y unos potentes 14,5º. Picota de buena capa, con ribete violáceo asomando algún rubí. A copa parada se marcan las maderas finas y tras agitar se despliegan las frutas negras muy maduras,  notas florales, especiado fino, estando la madera como un sutil efluvio de fondo, una nariz perfumada y elegante. En boca es un vino suave, frutal, de cuerpo medio, elegante, bien conjuntado, con un tanino final muy dulce. Una gozada de vino, disfrutable en cualquier ocasión.
Acabada la cata, decidimos quedarnos a cenar en la propia tienda. Desde hace algunos meses, la gente de Bodega Selección Alicante abrió en el local lo que han dado en llamar Zona Foodie. El cliente puede elegir de entre todas las referencias de la tienda el vino que desea beber, y quedarse en algunas de las mesas dispuestas para ello, a disfrutar de los productos de una carta no muy extensa, pero con materia prima y elaboraciones de mucha calidad. En esta ocasión volvimos a disfrutar de una muy rica ensalada "Mar y Tierra" con unas deliciosas anchoas y unos fantásticos tomates de Mutxamel, una muy buena tabla de quesos donde destacaba el potente queso de Páramo de Guzmán, un exquisito lomo de orza, con una delicadeza y un sabor que he probado en pocos sitios, y el plato estrella, una creación propia a la que han bautizado Carpaccio "Chardonnay", plato en el que se buscan reproducir las notas más características de esta casta, donde las notas herbáceas las pone el calabacín cortado muy finamente, los recuerdos ahumados corren a cargo del salmón y el punto cítrico lo da el toque justo de limón, todo ello aderezado con un delicioso AOVE de la tierra y la cantidad precisa de vinagre balsámico. Un plato que invito a todos a saborear con calma. Cerramos la velada con una deliciosa tarta de manzana casera con un toque aromático especial, que mi otra mitad descubrió al instante, y que según se nos dijo, hemos sido los primeros en acertar. La comida estuvo remojada por una botella de Cava Bohigas Brut Gran Reserva, que definitivamente no acaba de convencerme del todo, una copita de esa delicia que es Don PX de Toro Albalá, y cerrando con un buen Gin Tonic de Martin Miller.
En resumen, una didáctica y agradable tarde-noche, con buenos vinos, fantástica comida y mejor compañía.
 
  1. #1

    Fredibassal

    Si si, muchos camareros te miran raro, a mi me pasa mucho pero, más raro les miro yo cuando sirven tintos a temperatura sahariana. No hace ni dos semanas, en un restaurante italiano de Barcelona, muy conocido y que lleva la tira de años (mis padres ya iban) me sirvieron un dominio romano al que sólo le faltaba la carn d'olla para ser una sopa navideña ...

    Yo a las garnachas les suelo dar un toque de nevera en veranito, lo aguantan estupendamente !!!

    Un saludo

  2. #2

    Smiorgan

    en respuesta a Fredibassal
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    Hola Fredi.

    A mi también me ha pasado lo contrario. Ofrecerme el camarero una cubitera para mi tinto. La última vez hace muy poco en Can Fabes, Barcelona.

    Poco a poco irán algunos acostumbrándose a poner el tinto a su temperatura y nosotros a pedir que lo hagan.

    Saludos.

  3. #3

    Arrutzi_Najera

    Redundar en lo comentado, queda mucho por hacer, aunque ya hay atisbos de cambio. Yo conservo una cubitera de bodegas Torres para tintos, tendrá tranquilamente 10 añitos. Coincido con la apreciación de Smiorgan de poco a poco ... Saludos.

  4. #4

    Smiorgan

    en respuesta a Smiorgan
    Ver mensaje de Smiorgan

    Una aclaración. Quise decir Can Fusté, no Can Fabes, donde nunca he estado.

    Saludos.

  5. #5

    Rgr66

    Totalmente de acuerdo. Parece que el sacrilegio lo cometes tú si pides una cubitera para enfriar un tinto, y más en Alicante. De modo que mejor en casa y en el restaurante o blanco o cerveza. Por cierto Smiorgan muy didáctico el informe de la cata

  6. #6

    Smiorgan

    en respuesta a Rgr66
    Ver mensaje de Rgr66

    Hola Rgr.

    Las cosas van cambiando, pero si te siguen mirando raro. Ahora, yo no me privo de pedir cubitera.

    Gracias por el elogio y un saludo.

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