Dehesa de Luna presenta un nuevo proyecto de biodiversidad
La bodega fusiona flora, fauna y vino en su Finca Reserva
Hace 16 años que Dehesa de Luna inició un proyecto apostando por la biodiversidad. Actualmente esa ilusión se hace realidad, produciendo vinos en ecosistemas de viñedos rodeados por fauna y flora autóctona. Un espacio idílico cuya influencia se ve directamente reflejada en sus vinos. Esta vez, el Salón de Gourmets 2017 ha sido el espacio elegido para mostrar sus nuevos vinos, y la renovada imagen de la bodega, a clientes, prescriptores y profesionales. Presentan también un nuevo diseño de etiquetas, que pretenden mostrar esa conexión entre la naturaleza y el vino.
La aventura vinícola de la bodega Dehesa de Luna comenzó en 2001 cuando se plantó el primer viñedo con las variedades Tempranillo y Merlot. Dos años después se introdujeron las variedades Syrah y Cabernet Sauvignon en un nuevo viñedo. En 2008 llegó La Cañada del Navajo, un viñedo único considerado como uno de los más avanzados tecnológicamente en España, que cuenta con más de 12 hectáreas. Dicho viñedo lo constituyen las variedades nacionales Tempranillo y Graciano, y las internacionales Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Syrah.
Un mosaico de viñas que la bodega ha ido creando desde su comienzo en 2001. Viñas que crecen en un paisaje rodeado de olivos, almendros, pistachos, cereales y más de 2.000 hectáreas de bosque mediterráneo poblado por encinas, sabinas, retamas y romero. Además, la bodega ocupa 3000 hectáreas de naturaleza virgen en las que habita fauna autóctona como águilas imperiales, avutardas y perdices rojas. Es por ello que en las etiquetas se muestra la fauna con la que comparten espacio los viñedos de Dehesa de Luna. En el vino Gran Luna aparece un águila imperial, como obra de arte de la bodega, en Dehesa de Luna Graciano, el milano real, como representante de los días de invierno, y en el vino blanco Dehesa de Luna Garnacha Blanca, un halcón peregrino, como ave rapaz que se distingue por su rapidez.
Dehesa de Luna Graciano 2014
Este vino marca una nueva era para la bodega. Numerosas cosechas han sido necesarias para lograr el vino deseado, pero la seleccionada ha sido la añada 2014. Con apenas una hectárea cultivada para esta variedad, se han escogido las uvas más excelentes para su elaboración. Un vino que ha permanecido 8 meses en barrica de roble francés de 400 litros para terminar su crianza en botella durante un año. ¿El resultado? Un vino intenso, elegante, con aromas a frutas maduras y notas especiadas.
Para la elaboración de este vino, Dehesa de Luna apuesta por Graciano, ya que la considera una de las uvas españolas con más personalidad, con excelente adaptación a climas más cálidos y que aporta acidez, un intenso color y magníficos aromas.
En definitiva, Dehesa de Luna Graciano 2014 nace a partir de la nueva era de la bodega. Una época de biodiversidad que se ve reflejado en su etiqueta diseñada con el Milano Real, un ave de altos vuelos que se representa por su sutilidad y atractivo, algo que también posee el vino Dehesa de Luna Graciano.
Además, el próximo septiembre los foreros y usuarios de Verema.com podrán conocer el nuevo proyecto de Dehesa de Luna, en un viaje que se realizará a la bodega.
