Gota a gota en Verema

¿Piensas volver...? una respuesta fácil

En esta ocasión no voy a hablar de vino, tampoco de sus virtudes ni de sus bondades, o del maridaje o la falta de éste. Hoy llevaré a la mesa el tema de los altos precios del vino y la comida, para que sirva por lo menos de catarsis, y no tenga que contar esta misma historia a mi psicólogo dentro de un par de años, para liberar mis traumas y mis penas más hondas.
Ayer por la noche asistí con mi mujer a un restaurante que abrió sus puertas hace un par de meses. El motivo; reunirnos todos los miembros del grupo de cata con nuestras respectivas esposas, para festejar a un buen amigo que contraerá sus segundas nupcias. Ocupamos una gran mesa. Todo iba muy bien, el restaurante es una vieja casa tipo hacienda donde las habitaciones estan dispuestas alrededor de un jardín tan grande como esmeradamente cuidado. El área del comedor está ambientada con motivos de los años sesentas, la cava es fría, pero no por la temperatura sino por su estilo minimalista donde el cristal y el acero son los protagonitas, y cuando digo protagonista es en toda la extensión, ya que las botellas de vino son escasas, así que en gran parte de la cava las tumban a lo largo para ocupar más espacio y así disimular la escasez. Porque no negarán que una cava media vacía, o media llena es como un árbol sin hojas. Bueno hasta ahí todo transcurría con cierta normalidad, obstáculos salvables que seguro iran mejorando con el tiempo. Su comida está enfocada principalmente en la italiana. Aunque el risotto con hongos que pedí no levantó en mí ningún suspiro. No considero relevante mencionar el nombre del restaurante, tampoco es mi intención hacer mala propaganda de un lugar que ya por sus méritos propios tendrá un camino difícil. Tampoco he tomado fotos. Tampoco me ha gustado el rissoto… eso ya lo dije. El baño es original, aunque sea para lo que se hizo.

Cuando todo mundo había llegado y estabamos plácidamente sentados platicando, trajeron el menú y la carta de vinos. Mi sorpresa fue mayúscula cuando fui repasando los precios de cada platillo, no sería tampoco la primera vez que visito un restaurante donde el hambre se me va antes de probar bocado. La carta de vinos un monumento al abuso… ¿se les habrá olvidado quitar los tres ceros que existían hace años…? Pongo sólo un ejemplo: “Alión 2003 ….. $2300.00″ El vino más económico era un Casa Madero de $400.00. La copa más barata de tinto $130.00.
Como bien dice un amigo: “el peor enemigo de un negocio es su propio dueño”. ¿A dónde quieren llegar con esos precios?. Entiendo su pretención de hacer una notable diferencia entre este sitio y otros de menor “catego” pero me parece un grave error el concepto de precios tan altos, sobre todo en el vino, ya que el vino tiene un valor comercial del que no podemos escapar, haciendo comparaciones de lo que costaría en tienda. No piensen que pretendo que el restaurante absorba los indirectos, aunque debo decir que muchos restaurantes cargan apenas un 15 o 20% sobre el precio, obteniendo excelentes utilidades basadas en un amplio volumen de ventas, con la gran ventaja de que el comensal sale satisfecho, lejos de la idea de haber sido timado, provocando una indiscutible respuesta de lealtad.

En conclusión: la carta de vinos cambio de manos, pasando por el escrutinio masculino sin que nadie se animara a pedir una sola botella. No me quedó más remedio que pedir una copa de $130 pesos, de apenas 120 0 150 ml, tibia. Eso sí en una bonita y elegante copa Riedel. Las ganas de disfrutar del vino se esfumaron y pensé a cada trago que tenía en casa una cava más completa y mejor cuidada que la de este pomposo lugar. La pregunta que nos hacíamos era precisamente esa: ¿piensas volver…?
 

  1. #1

    Vadevi

    Y eso a euros como se traduce?

  2. #2

    BenjaminBerjon

    en respuesta a Vadevi
    Ver mensaje de Vadevi

    Vadevi:

    No sé en cuánto está el euro el día de hoy pero el Alión en tienda tiene un precio de $950 - 1100 que serían entre 80 y 90 dólares y ahí lo venden en 190. Pero no hace falta el cálculo siguen siendo un robo.

    Saludos

  3. #3

    Vadevi

    en respuesta a BenjaminBerjon
    Ver mensaje de BenjaminBerjon

    2300 pesos mexicanos +- 138 euros
    teniendo en cuenta que lo comprarán sin IVA, les saldrá la botella a unos 25€, multiplicarlo casi por 6, lo que tu dices un robo si

    Menos mal que no está en España y se me ocurre ir un día de casualidad

    Salut

  4. #4

    Compartir Mesa

    Benjamin pregunta facil , respuesta facil...........Evidentemente yo no pensaria volver. Conmigo y creo que con muchos no sólo perderian su ganancia en el vino sino tambien la de la comida. Ellos sabran........

  5. #5

    BenjaminBerjon

    en respuesta a Compartir Mesa
    Ver mensaje de Compartir Mesa

    Ese es el punto, que no sólo pierden al robar, digo al no vender vino, sino que pierden muchos posibles clientes.

    Saludos

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