Gota a gota en Verema

Peculiaridades diversas i

"La foto es de un viaje reciente, pero bien podría ser la foto del deseo, del deseo emergido un viernes como hoy, una copa de blanco, sudando a la orilla del mar, acariciada por la brisa salina.]La foto es de un viaje reciente,  pero bien podría ser la foto del deseo, del deseo emergido un viernes como hoy,  una copa de blanco, sudando a la orilla del mar, acariciada por la brisa salina.[]
Después de escuchar por la radio el desmadre que se avecinaba en la Ciudad de México durante la conmemoración del trasnochado 2 de octubre, entre otras marchas ya habituales, me vi forzado a cancelar una importante cita. Cosas que ya son rutina en esa ciudad gracias al amparo, y me atrevería a decir al estímulo y apapacho del gobierno del D.F. Hasta aquí con mi comentario. No quiero empeorar mi úlcera con cuestiones de politiquería de bazofia, que ya ha habido bastante esta semana.
Río de Janeiro será la sede de las Olimpiadas del 2016, Madrid quedó atrás, no sé si lamentarlo o no, ya que de todas formas no tenía pensado ir a ninguna de las dos. Confieso que la muchedumbre me causa urticaria, y mi billetera está muy flaca, aun cuando sean reales y no euros.
Es viernes, viernes de marchas y manifestaciones estériles. Qué beberé, porque eso sí, un buen vinito debe caer en la mesa los viernes. Hoy habrá que descorchar algo, un Borgoñita blanco. Sí. Hace calor.
Hablando de lo que me ocupa en este espacio, que es el vino; a raíz de un problemita eléctrico con el motor de mi cava, por la mañana me comentaba una persona dedicada a la instalación de aire acondicionado y sistemas de refrigeración, que había instalado un sistema en una de esas pocas bodegas de gente extravagante, que no sabe qué hacer con su dinero. Bodega enorme, con triple sistema de refrigeración monitoreada por computadora, que permite estar al tanto de la temperatura y humedad en tiempo real, desde la oficina o cualquier rincón, teniendo un teléfono celular con internet a la mano, además de otro sistema muy novedoso que da de baja en automático dentro del inventario, las botellas que salgan del botellero, etc., etc., etc. A medida que me contaba, mi nivel de curiosidad y asombro iba en aumento. Existen cavas como ésta, cuyo límite no está definido por el precio, es un capricho, un capricho caro más que una necesidad real. Hoy tengo otras prioridades. No niego que debe ser emocionante y a la vez deslumbrante meter amigos a esa cava, y preguntarles: ¿qué vino quieren?, sin necesidad de tronarse los dedos, si es que se deciden por el Romaneé Conti 64 o el Cheval Blanc 47...al fin que todavía quedan dos cajas más.
Entrando en cordura pienso que lo más importante es tener amigos con quien poder disfrutar una buena botella de vino, amigos que sepan apreciar, y que no leviten al oír Petrus, sino que lo hagan con una botella que yo no haya tenido que hipotecar la casa, de un productor artesanal, amante del terroir, difícil de conseguir, extraída de una cava con el piso de gravilla, sin tantos reflectores, y servida con esmero y hasta con cariño. ¿no lo creen así...?

  1. #1

    Smiorgan

    Yo cada vez disfruto más con ese vino que me descubre un amigo y que me hace sonreir nada más probarlo. Si encima me dice que el precio roza la oferta, mi sonrisa se amplía. Pero ya sabes como está esto lleno de snobs.
    Con respecto el motor de tu cava, el otro día asistí sin querer a una conversación en una vinoteca donde un cliente decía que el motor de la suya se había estropeado. Parece ser que son mucho más delicados y sensibles a los cambios de tensión eléctrica que los de otros aparatos, por ejemplo neveras normales.
    Saludos.

  2. #2

    BenjaminBerjon

    Smiorgan:

    No hay duda, el vino se hizo para compartirlo, así se disfruta más. Yo agregaría otro elemento, que es el de acompañar la comida.
    El motor lleva casi 15 años funcionando, el problema está en el control del termostato. Sube a 19°C y baja a 14°C una vez que cambien esa chiva, todo funcionará como lo ha hecho en los últimos años. Hay un control digital, que es el que quiero, es mucho más preciso, pero no sé cuanto dure.

    Saludos

  3. #3

    Smiorgan

    Una comida en compañía de buenos amigos. Hay mejor sitio y momento para el vino?
    Saludos.

  4. #4

    Diaz-Ocheita

    Mi estimado Bejamín,

    Disfrutar un vino en compañia de los amigos, de una amena charla y al terminar esa reunión quede inmediatamente agendada la proxima, debido a que el tiempo se paso volando ... no tiene precio. Se que sueno a comercial de Tarjeta de Crédito, pero es la pura verdad. No importa el precio de la botella, ya que como hemos coincidido en otros comentarios, eso no denota siempre la calidad del vino; no importa el tipo de vino, sea tinto, blanco, rosa o espumoso; joven o reservado, disfrutarlo con la gente que uno quiere, creo yo, es el mejor maridaje que puede existir.

    Saludos desde estas calidas Tierras del Sureste Mexicano,

  5. #5

    BenjaminBerjon

    Hola Mario:

    Ya hacía tiempo que no te veía por aquí. Acertadamente has dicho; "eso no denota siempre la calidad del vino". Existen verdaderos hallazgos por debajo de los $100.00 M.N. que lo dejan a uno más que satisfecho. Además déjame decirte...no sé si lo hago por la cochina envidia, pero generalmente la gente que tiene este tipo de cavas, no las "atienden" ellos, tienen a su mayordomo que es el que se encarga de sacarlas de la caja, colgarles la corbata y meterlas al botellero, muchos de ellos ni siquiera van a la tienda a comprar su vino...¡mira de lo que se pierden!. Hay mucho "blof" y clichés en este mundo del vino.Gente que lo hace unicamente por un supuesto estatus.

    Saludos

  6. #6

    anonimo

    Benjamín,

    Como siempre muy , pero que muy de acuerdo contigo.
    Yo por mi profesión cato muchos vinos ,me he gastado verdaderas fortunas en vinos que supuestamente son maravillosos, muy bien puntuados bla bla bla... todo muy bonito , pero si a tu lado no tienes con quién disfrutarlo no sirve de nada.
    Así es que ... buenos vinos ( desde luego ) pero en compañía que así se convierten en fascinación.
    Un abrazo

    Leticia

  7. #7

    BenjaminBerjon

    Hola Leti:

    Me da gusto saber de ti. Desde luego que no hay mejor manera de disfrutar el vino, que en buena compañía. Yo también agregaría el estado de ánimo, es mejor sentarse a la mesa con una sonrisa. ¿Cómo va todo?.

    Saludos

  8. #8

    Diaz-Ocheita

    Benjamin,

    En ocasiones, despues de un pesado día de trabajo quiza no nos sentemos con una sonrisa; pero, como experiencia personal, mucho agradezco a mi esposa que en momentos como el que menciono, me sorprende con algunos detalles al paladar, unas deliciosas crepas con algun Cava o Rosa de los que ella tanto disfruta; y en mas de una ocasión me ha cambiado por completo el estado de animo.

    Saludos,

  9. #9

    BenjaminBerjon

    Mario:

    La vida está hecha de esos pequeños detalles. Algunos son gratis, sólo falta abrir los ojos y ver un atardecer o un polluelo saliendo del cascarón.En este caótico Mundo desperdiciamos muchos momentos pensando que no debemos "perder" el tiempo, lo más curioso es que todavía nos creemos libres.


    Saludos

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