Gota a gota en Verema

Del liffey al támesis y viceversa (I parte)


[] Como aficionado a la fotografía, en cada viaje cargo mi cámara, así tuve la oportunidad en esa hermosa mañana de tomar unas fotos desde el avión, justo después de despegar de la Ciudad de México. En el oriente los majestuosos volcanes Iztlazihuatl y Popocatepetl con el Valle cubierto por un manto de nubes. Así que no es tan mala idea cargar con la camarita.

La primera escala fue en Atlanta, donde estuvimos poco más de tres horas en espera del vuelo que nos llevaría a Dublin. Uno de los mayores inconvenientes de los vuelos en conexión; llegar con mucho tiempo, o la angustia de no perder el vuelo por algún atraso, situación nada fuera de lo común. Sin ánimos suficientes para salir del aeropuerto, mi esposa y yo nos concretamos a dar un paseo por los "duty free". Entramos al primer wine bar que apareció, One Flew South, bar de vinos y sushi. Una copita de Riesling de Washington para ella y un Domaine Pichot 2008 para mí. Pero no todos los Vovray brillan como los de Huet, este Pichot le falta nervio. Frutal, pero nada más que eso, desaparece tan rápido del paladar como de la memoria.The Magnificent Wine Co. 2008 de Washington, no me ha gustado empezando por el nombre, largo y raro para un vino. Herbáceo, y con una sensación cítrica tan artificial como algunos caramelos baratos de mala calidad. Una vez en la sala de espera antes de abordar el avión, nos dispusimos a la hibernación para cruzar el Atlántico, también llevaba un libro que había comprado un par de meses atrás. Liquid Memory, de Jonathan Nossiter.

[]Después de siete horas y treinta y tres minutos salimos de esa lata de sardinas repleta de humanidad, así como de olores variopintos. Un gran alivio despedirse de la azafata y poner los pies en tierra firme, como quien cruza la meta de un maratón. Llegamos al hotel abordo de uno de esos famosos autobuses de dos pisos. Un remanso de paz a la orilla del Liffey, (versión Irlandesa del Támesis, guardando su debida proporción) cerca de la estación de tren y de un museo que nunca se nos ocurrió visitar. Best Western Ashling es un hotel con un amplio, acogedor y elegante comedor, sus habitaciones son de buen tamaño, para los estándares europeos, pero lo más destacable es su cocina. Si visitan Dublin deben comer en Chesterfield, nombre de su excelente restaurante, su carta de vinos es como muchas otras, con vinos de Francia, España, Italia y algo de Chile. Nada que pueda levantar suspiros.
Después del desayuno dormimos desde las diez de la mañana hasta las 3:30 de la tarde, salimos a estirar las piernas a la orilla del río. A las cuatro cuadras sentíamos como se nos partía la cara con el gélido viento, así que nos metimos a una tienda Spar, que nunca falta en cada esquina. Al asomarme por las cervezas observé junto a la local y legendaria Guiness, una docena de Coronas, nuestras fieles embajadoras en todo el Mundo. Acto seguido caminamos sin escalas, a un coqueto café donde nos bebimos dos tacitas de capuchino cada uno, bien calientes y espolvoreados con canela para quitarnos el frío de los huesos y así poder enfilarnos de vuelta al hotel. Esa misma noche en Chesterfield he probado una de las mejores ensaladas en mucho tiempo, acompañada de un pint de Guiness. A cada trago tenía que limpiarme los bigotes. Definitivamente me volví fiel consumidor de esta delicia de cerveza oscura. La ensalada estaba acompañada de semillas de girasol tostadas y un aderezo agridulce que resaltaba el fresco sabor de las lechugas y otras hojas no identificadas. Al otro día teníamos la misión más importante del viaje, visitar a un ser querido para que nos acompañara el resto del viaje. Después de visitar un hermoso suburbio de Dublin, un pueblo que se llama Bray, fuimos a comer con la nueva integrante del grupo a un restaurante a la orilla de la calle que da a la playa. Martello es un pequeño hotel y restaurante con más influencia norteamericana que británica, pero se come buena carne y mejores postres. No pensé encontrar por estas tierras el segundo vino de Chateau Musar, Hochar 2002, un tinto de taninos mullidos pero firme en su conjunto, que acompañó de maravilla la jugosa carne.

]El sábado a medio día visitamos un restaurante mexicano, en pleno centro de Dublin, Azteca es su nombre y como en muchos países fuera de México, el gran problema es surtirse de la materia prima necesaria.En la calle de Grafton, corazón comercial del sur de Dublin, comimos en Belley´s una excelente pizza preparada en horno de leña. Una buena opción para quienes gustan de pizzas. La carta de vinos es muy modesta por no decir escasa, pedí un Chianti genérico con una arista alcoholica impresionante, el primer trago me supo a vodka sin hielo, el segundo fue peor...la copa se quedó en la mesa casi llena. Recomiendo que pidan un pint de Guiness, no falla.Al otro día recorrimos la Catedral de San Patricio, aquel Santo que explicó la trinidad con un trebol, que se ha convertido en uno de los íconos de Irlanda, junto con su color verde. Paradójicamente en un país de mayoría católica, la catedral es anglicana. Casi a las puertas de los jardines junto a la catedral se encuentra Bill & Castle (Gastro Pub & Beer Hall) un pub muy comercialito, donde pedí un rib eye dry aged, pasado de tueste, muy seco y sin sabor, acompañado con un Doppio Passo 2007, vinificado con primitivo, de Salento (Indicazione geografica tipica) mucho extracto poco nervio, fruta pacificada. Nada que valga la pena, ni el lugar, ni la comida ni el vino. Al otro día partíamos a Londres, pero lo dejaré para una segunda entrega. Por el momento Chesterfield y Guiness llevan la delantera.

  1. #1

    Smiorgan

    Benjamín, cuando has sido picado por la Guinnes, no hay vuelta. Esa cerveza casi masticable es deliciosa, posiblemente mi preferida. Me puedo beber pintas y pintas (lo he hecho).
    Saludos y ya contarás Londres.

  2. #2

    BenjaminBerjon

    Smiorgan:

    No bebo mucha cerveza, pero la Guiness me ha gustado mucho, además que no la sirven tan fría como acostumbran por aquí. Tengo un amigo que sabe de cervezas, ya le preguntaré.

    Saludos

  3. #3

    doctortjk

    Que bueno que ya estas de regreso estimado Benja, yo creo que en el Reino Unido lo mejor es la cerveza, y como no me gusta...bueno, hasta en el Mac Donald´s llegue a desayunar algun dia en Londres. Dublin no lo conozco, pero el frio debe de estar que pela.

    No te toco entrar en la sala VIP de Aeromexico? el Wine Bar esta muy correcto, con muchas cosas que escoger, de La Europea. Pero que bueno que ya hay wine bars en los aeropuertos :)

    Un abrazo amigo...

  4. #4

    BenjaminBerjon

    Doc.

    A mí no me dejan entrar a las salas VIP. :-) Yo cambiaría cualquier wine bar o sala VIP, por una más ágil atención en los aeropuertos, la verdad es que está fatal, además de todo el tiempo que te hacen perder.

    Saludos

  5. #5

    doctortjk

    Si, ya no es un lugar tan agradable para esperar como antes. Que tal las revisaditas en EEUU? yo creo que cada vez peores, pero sigue teniendo su encanto llegar a un Aeropuerto y en la salida Trasatlantica empezar a escuchar todas las lenguas del mundo, personas no solo viajando a Europa, sino a Africa y otros lugares de Oriente en el mismo lugar...

    Un abrazo Benja

  6. #6

    BenjaminBerjon

    Mi querido Doc.

    Yo estaría dispuesto a dejar de escuchar "las lenguas del mundo" con tal de no pasar por ese vía crucis. Es una paranoia total la de nuestros vecinos del norte, aunque en el fondo no hay nada ni nadie que les asegure que un día de estos no hacen de la suya los terroristas.

    Saludos

  7. #7

    doctortjk

    Que tal el que traia explosivos en sus calzoncitos? Eso iba a doler :)

    Yo francamente me he acostumbrado. Lo peor, la crisis de liquidos en Londres en el 2006, un dia te decian una cosa, al dia siguiente cambiaban de opinion los angelitos. Ademas, una vez en Barcelona me toco un Guardia Civil que seguramente no habia desayunado, pues fue muy poco amable en la recepcion, pero en general bien...

    Saludos amigo...

  8. #8

    BenjaminBerjon

    Doc:

    Hablando sobre el duro paso por los aeropuertos, me llama la atención que sean tan escrupulosos con los líquidos que pudiera uno cargar a la hora de abordar el avión, y sin embargo en el duty free puedas armarte de cualquier botella sin problemas, para que al final te la (s) entreguen a la entrada del avión. ¿No te levanta sospechas?

    Saludos

  9. #9

    doctortjk

    Tan sospechoso como que no te dejen usar tu telefono en el avion. Yo se que esta medida fue hecha para no llevar a la quiebra los telefonos de abordo del avion, que por cierto y al final de la historia casi han desaparecido por baratitos.

    Se supone que los Vinos del Duty Free estan quimicamente puros, a lo mejor hasta la bendicion ya les dieron :)

    It's a matter of Bussiness amigo!

    Un abrazo desde Tijuana...

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar