Gota a gota en Verema

Peculiaridades diversas v

Les Granges 2007

Recién desempacado de Acapulco, lo único que concluyo es que será mejor para la próxima llevar el vino y las copas desde casa. Me sorprende la limitada oferta de vinos de Casa Palacio en comparación con Palacio de Hierro de Perisur, la tienda que más conozco de todas. ¿Estarán en lo correcto al pensar que la mayor demanda de vinos de calidad está en la Ciudad de México? Yo dejaría esta pregunta en el aire, ya que tengo mis serias dudas. Es que además la paupérrima oferta no llega ni siquiera a la quinta parte de la Ciudad de México, predominando los tintos, aunque esto último no me extraña en lo más mínimo.

En esta ocasión no he visitado la Europea pero puedo decirles que es la mejor opción en este puerto del Pacífico. La oferta culinaria en la zona, nunca ha sido como para echar tiros, conocimos el Forno di Gio, un restaurante italiano que sin mirar los precios es aceptable, pero una vez que traen la cuenta, las pretenciones a la hora de cobrar son exageradas. El vino de la casa a $95 la copa, lo sacan de una pequeña barrica, aún así no está mal. Yo me imaginaba chupando una duela recién barnizada.

En muchas ocasiones el vino es el protagonista de la tarde, y en segundo lugar la comida. De manera intencional hoy a quedado de manifiesto lo anterior. Bajé a la cava y he sacado de su nicho el único Chinon que quedaba. Se trata de Les Granges 2007, de Bernard Baudry. Hermoso color carmín. Nariz muy sugestiva a ciruelas y grosellas maduras con notas de casis, tamarindo y barro. En boca es suave de acidez perfecta, trago sedoso y amplio a la vez. Por lo regular para mí la comida pasa a segundo término cuando tengo en mente sacar alguna botella a la que le tengo ganas de tiempo atrás. No sé si sería capaz de descorchar un Rutherford, de Napa con sardinas en tomate...pero tampoco creo llegar a esos extremos. El caso es que hoy sábado mis hijos han pedido por teléfono dos pizzas; una preperada con peperoni y tomate, y la otra con jamón con piña, nada menos que de Dominos Pizza, la compañía del eslogan de los treinta minutos... además la han pedido de pasta gruesa, sólo faltó lo del doble queso. Sin duda por esta ocasión como en muchas otras el protagonista ha sido este Chinon de ese hermoso Valle. Pero ambas partes hemos tenido lo nuestro, yo me conformo con el vino y ellos con la pizza.

  1. #1

    anonimo

    Estimado Amigo:
    En mi caso, prefiero llevar a Acapulco el vino que quiero beber, tal como señalas, no hay gran variedad y en algunos restaurantes que tienen vino, lo cobran a precios muy altos y casi burlándose de los pobres clientes que se les ocurre pedir una botella.
    Buena elección de vino, extremado gusto de niño para la pizza; pero ambas partes quedaron contentas.
    Por otro lado; esta semana en el cumpleaños de un amigo descorchamos un Vega Sicilia "Unico", estaba en su punto para iniciar su caida, lamentablemente el corcho estaba dando sus últimos momentos de vida útil para el vino y se notaba el inicio de este defecto, por lo demás, el vino estaba de maravilla.
    Anoche fui más a la segura, con algunos amigos descorchamos un Cabo de Hornos 2003.
    Saludos,

  2. #2

    BenjaminBerjon

    Hola Jorge:

    Llevar el vino y las copas tiene la desventaja de cargar con más porquerías de las que te cargas cuando sales de viaje, sobre todo las copas, pero tiene la gran ventaja de beber el vino como Dios manda. La oferta de la Europea no está mal, pero si estás en la zona Diamante, da un poco de pereza desplazarte a la Costera M.A. Lástima que haya pasado lo del corcho, con ese V.S. ¿qué añada era?. Yo descorché hace poco uno, añada 1987. Aquí está: http://gotaagotablog.com/2010/07/12/vino-para-una-celebracion/

    Saludos

  3. #3

    doctortjk

    Amigo Benja, como buenos Enochalados ya nos importa mucho en donde ponemos el preciado liquido. Adriana se enoja cuando llego al restaurante con mis copas para Borgoñas, pero es que el vino hasta sabe mejor.

    Un placer saludarte desde la Ardiente Tijuana...

  4. #4

    BenjaminBerjon

    Mi querido Doc.

    ¡Este sí es un verdadero milagro! hace mucho que no te veía por aquí. Con respecto a tu comentario, pienso que no hay que ponerse tan exigentes como para pedir Riedel serie Sommelier, pero sí cristal decente... delgadito sin bordes y de boca ancha. :-)

    Un abrazo

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