Gota a gota en Verema

Feliz retorno a lo mundano

MalvasiaEl jueves pasado comí con mi socio y su esposa en el Hotel Presidente, en la contaminada ciudad de México. El Hotel es el elegido para dar cobijo a los presidentes que habitan La Casa Blanca. Así que ya pueden sacar sus propias conclusiones. Seis son los restaurantes que dan servicio a tan destacada clientela: Au Pied De Cochon (abierto las 24 horas), Palm Restaurante (Churrasquería clásica), La Chimenea (cocina tradicional mexicana), Zhen Shanghai (comida china continental), Balmoral (Muy británico) y Alfredo Di Roma (comida italiana) Llegamos sin escalas a este último. Más tarde ese día tenía una reunión con Pedro Poncellis, decano y sumiller estrella, a quien respeto por su impecable y larga trayectoria. Así que acomodé la agenda para volver a disfrutar de este lugar, después de algunos años. La especialidad; el Fettuccini Alfredo, servido con cubiertos de oro, cuando un solo comensal lo pide en la mesa. Mi socio se deleitó con este platillo, por mi parte, pedí un risotto al fungi, nada que levantara suspiros. La carta de vinos es extensa, pero los precios son una locura. Sí, ya sé que esto es para ricos que dejan fortunas de propina, y que no se detienen ante el precio. Pero qué tal un Alión en $1,700.00, unos 87 euros... Pedimos un Pesquera crianza 2006, un vino que siempre me ha dejado satisfecho, fácil de encontrar en muchos restaurantes, pero por $800.00 lo deja a uno con la cartera maltrecha.

Hay una voz interna que me dice que no debo pagar una fortuna por un buen vino. Por ese precio, pido, o mejor dicho exijo que bajen los angelitos con todo y sus arpas a cantarme al oído. Entiendo todo eso de los indirectos y el prestigio de este tipo de restaurantes. Pero eso de doblar de precio los vinos no creo que sea deseable ni para el consumidor ni para los retaurantes.

ItalianoYa en terrenos más mundanos y dejando atrás esos escandalosos precios, una buena oferta me hizo asomarme de vuelta al mundo de los vinos italianos. He probado verdaderas gemas fuera de mi país, pero la oferta en México es escasa, por lo menos aquí en el centro. Pues bien, como les decía, una incursión casi obligada a una de las tiendas más grandes pero que menos frecuento, me hizo descubrir una bodega con precios increíbles. Se trata de Ferdinando Giordano. Un blanquito vinificado con malvasía me atrajo como imán al metal, cansado de chardonnays de bajo precio, que después de probarlos diría que son muy caros, o de los savignon blanc con aristas alcoholicas que pueden ser flamables, me encuentro con un malvasia, como para comprar una cajita. El problema de estas ofertas es que casi nunca son permanentes, y no me refiero a los bajos precios sino a los vinos que desaparecen de los anaqueles tan rápido como llegaron, y que jamás vuelven a surtir. Vini del Sole 2005, un vino ligero, fresco sin otra pretención más que deleitar paladares que no buscan medallas ni puntos. Honesto y directo. Al principio notas de queroseno, fruta amarilla, entre níspero y nanche, para después despertar la boca con una acidez cítrica a limón fenomenal. Un verdadero hallazgo por debajo de los $100.00 (5 euros). El tinto, Sangiovese 2006, a pesar de que su corcho no era de virutas, como el malvasia, es aún más barato $67.00 (3.5 euros). Un sangiovese de Puglia, ambos son: "Indicazione Geografica tipica", una vez más compruebo que hay vinos fuera de las denominaciones que su precio los hace muy competitivos. No puedo evitar la relación mental entre la carta de vinos de Alfredo Di Roma y estos vinos abajo de 100 pesos... Soy masoquista extremo. Y es que el problema que veo con la pesada carta de vinos de ese lugar, es que ningún vino de 750ml. baja de $500.00.

  1. #1

    anonimo

    Buff... si por aquí algunos precios me hacen blasfemar como un galeote en nave turca, el mantenerse como amateur en esto del vino en esas condiciones me parece prácticamente homérico :-(

    Saludos,

    Jose

  2. #2

    BenjaminBerjon

    Jose:

    Es uno de los lugares de mayor postín en la ciudad. La cava, aunque no la conozco debe ser muy grande. Pero para descorchar un buen vino, no hay como hacerlo en casa, y mucho más barato :-).

    Saludos

  3. #3

    anonimo

    Hola Benjamín !

    Ya veo que te va todo bien
    Lo cierto es que la primera vez que visité Méjico eso fue lo que más me sorprendió...el vino es un producto de lujo en tu país..los precios son sencillamente ESCANDALOSOS
    Un abrazo y disfruta de tus vacaciones

  4. #4

    BenjaminBerjon

    Hola Leticia:

    ¿Cómo van esos Toros? Por cierto, no los he visto en las tiendas que frecuento.
    Con respecto a los precios, tienes razón sigue siendo un artículo de lujo, aunque ya encuentras buenos vinos por abajo de $80. En los restaurantes es otra historia.

    Saludos

  5. #5

    anonimo

    Benjamín,

    Por aquí todo bien, preparando contenedores para enviar a Méjico y un poco nerviosita por todo lo que ocurrió con los aduanales.. a ver qué pasa .
    En las únicas tiendas en las que podrás encontrar el producto que llevamos en en Prissa , por ahora no los tenemos posicionados en ningún otro lugar porque en el D.F. nuestro distribuidor únicamente los maneja para restauración o particulares, pero sin exposición en tiendas.
    En quince días estoy allí, si organizamos alguna cosita ( que espero que si..)te aviso
    Un abrazo

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