Francesa en España… Un comienzo

Escribir es apasionante. Hacerlo en un idioma que no es tuyo de nacimiento es algo más complicado, también apasionante, pero un poco intimidante, incluso en un caso, como el mío, en que el bilingüismo es casi un hecho… Muchos años de estudio y de vida en un país ayudan, pero a la hora de enfrentarse al “papel” blanco virtual, siempre siento esa mezcla de intimidación y ganas de descubrir “qué saldrá”…

Una francesa aficionada al vino puede tener mucho que decir sobre el vino de España… pero también sobre el de Francia. Las comparaciones son odiosas, y no tengo intención alguna de caer en la comparación constante entre una y otra realidad, pero sí compararé, que eso da chispilla a un post. La realidad propia se ve mejor con el tamiz de los años en otro país: Francia no es ya la Francia en que viví. No puede serlo, por un lado porque el mundo ha cambiado. Por otra parte, porque mi propia vida hace que la perspectiva con que miro a mi país quede tamizada.

No puedo tampoco ver España como una persona local. Mi vida y mis experiencias de antes hacen que cosas me chocaran al llegar y aún hoy, tras 12 años, me sigan chocando.

Por lo general, debo comentar que me siento afortunada. Mi país de origen, Francia, es un lugar maravilloso. Sé que a mucha gente de España esto le suena fatal… A quien le suceda le aconsejo viajar un poco y disfrutar de paisajes, pueblos, aromas y sonrisas. Sí, sonrisas, pues no todos los franceses son antipáticos arrogantes. Mi país de acogida, España, es igualmente maravilloso. El Norte es Norte y el Sur es Sur. Esto pasa en todas partes, pero es posible que el contraste sea mayor en España… cosas de la influencia árabe supongo.   Francia y España tienen muchas cosas en común, más de las que parecen, creo que muchas más. Una que es sin embargo distinta es lo que llamaría el tema de las manías… En España se tiene algo más manía a Francia que en Francia a España… cosas que ha dejado en la memoria colectiva la invasión de Napoleón. En ambos países hay paisajes arrugados que dejan sin habla, y pueblos y ciudades de piedra que nos llevan al pasado. En ambos países hay mar y océano, parques naturales y un gran peso social de la agricultura. Ambos países tienen gente de buen vivir, que  come bien y que disfruta de gastronomía y vino… Muchas similitudes. También muchas diferencias.

De diferencias y similitudes, de vinos de aquí y de allá. Quiero hablar de lo que me gusta y me deja de gustar, de algunas imágenes tal vez erróneas, o de percepciones que no se ajustan del todo a la realidad. Mis ojos miran a izquierda y derecha, no creo que se decanten por uno u otro lugar… Soy Francesa. Vivo en España. Me gusta el vino y comer bien. Veremos que voy contando. Por hoy, poco más… Merci.