Terroir Champenoise o el placer del champagne.

¿Que mejor manera puede haber de empezar la mañana que probando champagne? Así es, con este espíritu nos dirigimos a la cata de champagnes presentada por Manel Plá el sábado por la mañana.

Comenzó Manel presentándonos la idea que aglutina la selección de Terroir Champenoise. Se trata de un grupo de pequeños elaboradores que, a su vez, son propietarios de los viñedos. Hay que decir que la región de Champagne tiene unas características particulares que comienzan por una clasificación muy estricta de los viñedos (L'échelle des crus) que condiciona el precio de la uva y de la viña, ambos relativamente altos en razón de la limitación geográfica, de las condiciones límite para el cultivo de la vid y, por que no decirlo, de la histórica promoción internacional del producto. Otra característica es la peculiar relación entre propietarios-viticultores y elaboradores. La estructura de la propiedad comprende una gran cantidad de viñedos relativamente pequeños que suelen transmitirse, de generación en generación, en el seno de la misma familia. Estos propietarios frecuentemente tienen acuerdos de diferente duración, a veces de largo plazo, con las grandes marcas, las "Grandes Maisons" que, por el contrario, no suelen poseer viñedos y que constituyen verdaderos poderes fácticos en una región más dominada por la marca que por el Terroir. Es por eso que Manel califica cómo "valientes" a aquellos propietarios que han asumido el riesgo de elaborar champagne por su cuenta, al margen de las grandes marcas, y yo añadiría, además, "artesanos" en el sentido más noble y elegante de la palabra. Una selección de los productos de estos elaboradores es justamente la que nos presentó.

Comenzamos la cata con el Tarlant brut zero y empezamos nuestro viaje por la Vallée de la Marne. Se trata de un brut nature non dosé, es decir, sin licor de expedición, elaborado a partir de las tres variedades más representativas, Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier a partes iguales. Es un vino dorado pálido con una nariz muy fresca predominando notas frutales, cítricas y de manzana asada con algún apunte tropical que se abre a frutos secos después. Un portento de frescura de un champagne sin maloláctica ni dosage, del que en boca destaca, sobre todo, su estupenda acidez.

Saltamos a la Montagne de Reims para probar una curiosidad de una bodega bicentenaria con unos propietarios inquietos que intentan recuperar variedades históricas prácticamente desconocidas hoy en día. Se trata de L. Aubry Fils, Bodega en la que los dos hermanos Aubry cubren los dos flancos, cuidado de la viña y elaboración; Pierre, enólogo y Phillipe, biólogo. Comenzamos probando la cuvée Le Nombre d'Or Sablé Blanc de Blancs 2003. Curioso, en primer lugar, por tratarse de un blanc de blancs en una zona donde predomina la Pinot Noir y Meunier. En segundo lugar por los varietales. Cuando alguien piensa en un blanc de blancs indudablemente le viene a la cabeza la Chardonnay, sin embargo, la composición de este champagne, 40% Chardonnay, 40% Arbanne y 30% Petit Meslier, es el reflejo de la inquietud de los hermanos Aubry por crear champagnes diferentes recuperando variedades históricas prácticamente desconocidas hoy en día. Vino de bonito color dorado, tiene una nariz compleja, elegante y original, madura y golosa, con manzana asada, bollería, curiosas notas especiadas, flor marchita y cítricos. Con un paso en boca graso y amplio, es un champagne maduro y elegante.

Y pasamos a la Côte des Blancs, el reino de la Chardonnay, con Diebolt-Vallois. Comenzamos con el Brut Prestige, blanc de blancs esta vez sí, Chardonnay 100%, elaborado con vinos de reserva criados en barricas de 400 l. durante dos o tres años. De color pajizo pálido, es un portento de originalidad en nariz, con una conjunción de fruta (cítricos y fruta tropical), notas vegetales, ligeramente especiado y, sobre todo, con una mineralidad de tiza magnífica procedente sin duda del Terroir de Les Pimonts en Cramant, que tiene una fina capa de tierra sobre un zócalo de pizarra. En boca es equilibrado, amplio, cremoso y con un punto de amargor refrescante.

Volvemos a Tarlant para probar otra originalidad, es el Tarlant Vigne d'Antan 2000. Se trata de un Chardonnay no injertado, es decir, pre-filoxérico. De la viña "Les Sables" en Oeuilly, un enclave orográfico particular, un banco arenoso que ha permitido conservar unos pocos "pié francos", lo que constituye una rareza. Se trata de un vino particular y complejo. De nariz madura, ofrece notas particulares: Frutales (cítricos, manzana asada), lácticas (recuerdos de queso), minerales (tiza), flor blanca evolucionada (acacia), apuntes balsámicos y tostados ligeros fundiéndose hacia mantequilla. Excelente paso en boca, muy cremoso y con buena acidez, maduro, complejo y equilibrado.

Nos fuimos a continuación a la vertiente sur de la Montagne de Reims para probar una selección especial de la Casa Paul Bara, se trata del Spécial Club Rosée 2004. En este caso estamos frente a la cuvée seleccionada por el "Club Trésors de Champagne", asociación de 25 vignerons que seleccionan cada año una cuvée especial etiquetándola como "Spécial Club". En este caso se trata de un rosado elaborado con un 70% de Pinot Noir y un 30% de Chardonnay y en cuya elaboración se utiliza también un 8% de Bouzy rouge, vino tinto tranquilo típico del pueblo de Bouzy. Rosado piel de cebolla, tiene una nariz muy fina de golosina de fruta roja y de cítricos (lima) con un fondo mineral de tiza, muy elegante y característico. En boca muy redondo con un perfecto equilibrio entre estructura, acidez y cremosidad.

Siguiendo con los rosados, pasamos al Tarlant Prestige Rosé 1998. Se elabora a partir de un 85% de Chardonnay y un 15% de Pinot Noir, aunque se trata de un rosado de ensamblaje por vinificación separada de blancos y tintos y no por sangrado, con primera fermentación en barricas de roble y sin fermentación maloláctica. De un precioso color rosa cobrizo brillante, es un vino complejo y maduro. Con notas de fruta roja, manzana asada, setas, especias, balsámicos y apuntes vegetales, frutos secos (avellana)... Para no terminar, con un excelente paso, amplio y largo, muy estructurado y una integración perfecta del carbónico. Un vino redondo.

Cambio de tercio y bodega nueva: Paul Déthune. Volvemos a la Montaña de Reims, esta vez a probar un Blanc de Noirs, 100% Pinot Noir, aunque formalmente calificado como brut, procedente de la añada 2004. Amarillo dorado pálido, tiene una nariz muy vegetal (hiedra) y fresca, con notas cítricas sobre tostados y balsámicos, bollería y un bouquet netamente vegetal. Muy buen paso en boca y buena acidez.

Llegados a este punto volvimos a Paul Bara, esta vez para probar otro blanc de noirs, la cuvée Comtesse Marie de France 1999. Elaborado con Pinot Noir de viñas viejas, de color dorado pálido, expresa una curiosa conjunción de fruta madura en compota, setas, especias y notas balsámicas. Con una muy buena acidez, es cremoso y estructurado.

A punto de terminar, Manel nos presentó otra curiosidad de los hermanos Aubry. Le Nombre d'Or 2003. Se trata de un champagne elaborado a partir de las siete variedades históricas de Champagne: predominando Pinot Gris (antes llamada Fromenteau o Enfumé) combina Petit Meslier, Arbanne, Chardonnay y los tres Pinot, Blanc, Noir y Meunier, con un dosage suave de 5gr. por litro y una crianza de 4 o 5 años. Es un champagne de reminiscencias históricas, curioso y original. De color dorado ligero, tiene una nariz compleja, atractiva y muy madura, perfecta conjunción de bollería, fruta tropical y manzana asada, balsámicos y frutos secos. En boca es amplio, con muy buen ataque y una estupenda acidez.

Terminamos con un champagne especial. Se trata de Diebolt-Vallois Mis en Cave en 1983. De elaboración clásica, este blanc de blancs de Chardonnay es, en realidad, un millesimé 1982 al que por un problema de legalización de etiquetas hubo que calificar formalmente como brut. De largo envejecimiento en la cava, es un ejemplo de la longevidad del champagne. Se trata de un vino de color amarillo dorado subido. Con una nariz original y atractiva: comienza desplegando notas de manzana asada, bollería, especias (clavo), mantequillas, notas ajerezadas de sidra, aparecen después flores blancas, chocolate blanco y ligeros ahumados sobre un fondo de fruta tropical (piña en almíbar y lichi). En boca es redondo, sedoso y amplio. Un champagne con carácter y personalidad aunque, tengo que confesarlo, envejeciendo desde su degollado cuya fecha, por cierto, ignoro. Una maravilla; me llevé la copa a la mini-feria para comer con él.

Terminaré diciendo que la selección de champagnes fue excelente y la exposición de Manel muy ágil, enormemente entretenida y llena de información. Nos explicó la ubicación de las grandes zonas de Champagne en el mapa, sus características generales y orográficas e incluso nos localizó las comunas y parcelas más célebres con Google Earth sobre la pantalla, trufando la exposición con anécdotas ilustrativas, como la de la comuna en la que todos los propietarios tiene el mismo apellido, y demostrando siempre un conociendo exhaustivo del origen y elaboración de los vinos que nos presentaba. En suma: Un placer.