lo primero que tengo que comentar, es que el amigo Juanjo ha expresado y especificado muy bien todas las carecteristicas, tanto organolécticas como sápidas de este fabuloso vino.

Solo quiero indicar, y que conste que no es por profundizar, que en nariz me parece complejo y con buena calidad, pero no llega a la altura de la nobleza de la boca.

Esta última es una verdadera maravilla, quizás por ponerle el único defecto, carece un poco de potencia, pero tiene una finura y sobre todo elegancia supina, vinazo en el transcurrir de la boca y el final.

Vino que no me explico que no lleve botella más pequeña.

Botella bordelesa de etiquetado típico de "Equipo Navazos". Símbolo de color granate. Cierre cabezudo de aglomerado de corcho.

Lleva 2 meses y medio abierto y, francamente, está espectacular (y aún mejor que recién abierto).

Visual

Color anaranjado oscuro y caoba, se nota de bastante densidad, limpio, brillante y de excelente, ancha y abundante lágrima de lenta caída. (9,7)

Nariz

Intensidad elevadísima y de muchísima carga aromática. Piel de mandarina y naranjas muy maduras, ahumados y balsámicos poderosos, naranja confitada, alcanfor, eucalipto, regaliz, pimienta negra, almendras y avellanas tostadas, torrefactos imponentes, ebanistería, mueble nuevo, barnices, chocolate y bombones en licor, mazapanes navideños, caja de puros y una buena dosis de yodo, piedra caliza y ciertos toques minerales. 

Complejísimo, intensísimo y muy camaleónico en aromas. (9,7)

Boca

Ataque potente, contundente, expansivo en boca, muy seco, profundo, voluminoso, de buena densidad y notable peso pero sin empalagar (es fluido en boca); vino bastante punzante y vertical para ser un oloroso, acidez media plus que hace salivar; excelente cuerpo y estructura. Paso por boca poderoso y redondo, con notas a crema de mazapán y de turrón de yema tostada pero, a la vez, salinas, yodadas, barnices, mentolados muy sabrosos y con bastante menos carga alcohólica percibida de la que realmente tiene (y tiene 21% de volumen alcohólico, cuidado). El final es eterno con notas a naranja y mandarina confitada, regaliz, frutos secos tostados, pimienta negra, bombón en licor, yema tostada, chocolate y salinidad en un retrogusto colosalmente bueno; en vía retronasal se repiten sensaciones del retrogusto pero aparecen también notas ahumadas, de ebanistería, pinturas y barnices, caja de puros, torrefactos, avellanas tostadas, pimienta y unas notas salinas y minerales que lo redondean excelsamente bien. (9,8)

Vinazo sin paliativos.

Como La Bota de Oloroso nº 46 del Equipo Navazos pero, si cabe, aún un pelín superior (pues, dentro de su profundidad y contundencia, es fino y fluido, pero se nota que es algo más viejo) y, en cualquier caso y dejando a un lado matices, la impresión final y global que da es que es una maravilla de vino.

Su PVP ronda los 44-45€ (aunque pude conseguir la botella por algo menos de 40€). Excelente RCP para lo que ofrece pues, aparte que es un vinazo de por sí, es que, para una o dos personas, una botella puede durar días, semanas o, incluso, meses abierta (la mía lleva ya 2 meses y pico abierta y aún me quedan en la botella unos 200 ml para poder disfrutar en otro plato/comida de este estratosférico vino).

Precioso caoba más denso que otros olorosos. Limpio y con gran brillo.

Aromático al 100%, es increíble la intensidad que desprende desde el principio: notas cítricas como la piel de naranja, regaliz, muchísima pimienta, Vicks Vaporub, almendras, café, humo de puro, chocolate, marquetería y mineralidad en forma de Betadine. Cambiante y misterioso, una fase soberbia.

Boca potente, persistente y extremadamente punzante. Alcohol y madera con presencia vigorosa, sorprendente acidez. Pese a ello, no diría que es un vino "gordo", lo notamos diluido y con una cierta finura en el trago. Fruta confitada, mazapán, chimenea, desván... El aire sigue jugando a su favor y otorgándole muchos enteros.

Final muy largo y complejo. Es imposible diferenciar los aromas predominantes.

Proviene de la solera "Los Amigos" de Pérez Barquero. Treinta años de vejez y una clase que nos deja abrumados.