Navazos (La bota del amontillado)
Navazos (La bota del amontillado)
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Dulces y Generosos
Graduación (vol):
20º%
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.59
/
98
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
9,9
ELABORACIÓN
Con crianzas de más de 20-25 años. Por bodegas Miguel Sánchez Ayala, S.A.
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Opiniones de Navazos (La bota del amontillado)
OPINIONES
21

Descorcho la última botella que me queda de este desloumbrante vinazo.

Los aromas son complejos y muy elegantes, sobresalen los frutos desecados y escarchados, flores, cítricos maduros y dulces, pasteleria fina y los toques punzantes y salinos. Ha mejorado enormemente esta faceta.

En boca es todavia mejor, el paso de boca una verdadera maravilla de expresividad, variedad, finuram potencia y enorme acidez, todo perfectamente controlado y hecho para el disfrute, el final es larguísimo y una persistencia enorme, enorme.

Maravilla de evolución, casi me he arrepentido de haberlo abierto, pero dado el placer tan enorme que me ha proporcionado, me lo he perdonado a mi mismo.

Mi penúltima botella de este vino inicial para el Equipo Navazos e iniciático para muchos, muchos enamorados del Jerez. Apenas 500 botellas provenientes de las Bodegas Sanchez Ayala, en el Barrio Viejo de Sanlúcar de Barrameda en una zona donde abundaban los "navazos" (terrenos de cultivo con un nivel rebajado a propósito por los agricultores para aprovechar la humedad proporcionada por una mayor proximidad a la capa freática). Con el tiempo el ámbar ha dejado paso a un color caoba pálido con destellos algo más oscuros. La nariz resulta potente, auténtica, en ella encontramos sensaciones tostadas, los recuerdos a avellana, los matices licorosos, los toques de barniz de mueble viejo y ciertas notas de bollería que dan paso a una boca intensa, con buenos amargos, buena acidez, larga, evocadora y con notable profundidad.

Todavía guardo dos botellas de esta primera Bota.
He abierto la penúltima.
El único cambio consiste en un ligero oscurecimiento del vino, pero el contenido es idéntico, se mantiene de fábula. Es, como siempre, un vino de alta gama, suave equilibrado y armónico. Todo un lujo.

Caoba con algun reflejo yodado.
Nariz intensa, seca , punzante. penetra dentro y no se va. Se queda y te acompaña mucho tiempo. Frutos secos, iodo, barniz , madera. Mas tarde aparecen con mas claridad avellanas en primer termino
Paso por boca intenso, expansivo, potente , sabor salino, frescura evidente y postgusto largo , muy largo.
Jerez en la boca. Arte hecho vino

Este amontillado es difícil de describir desde el primer momento.
Color caoba con reflejos ambarinos.
Nariz de excelente intensidad, manteniendo esa nariz punzante del acetaldehído, de esas notas marinas, de agua salada, de herrumbre, barniz y madera de balsa, notas de arrope y de pan tostado.
En boca la acidez es perfecta para soportar todo el empuje que tiene tras de sí. Esas notas de sal marina, con el recuerdo yodado por retronasal, de mermelada de ciruela pasa... Un vino complejo, de meditación.

Con este vino comienza una historia que ha dado (y dará) mucho que hablar... la del Equipo Navazos. Buscando en mi "fondo de armario" apareció esta botella, vestida de color ámbar brillante con destellos caoba. La nariz es intensa, avellanada, con recuerdos a barniz, matices tostados, alguna sensación licorosa y un toque de roscón de reyes... En boca tiene buen ataque, un paso muy atractivo, algo amargoso, equilibrado, con profundidad y buena acidez, largo, envolvente y equilibrado.

Un vinazo... de un color maravilloso, caoba, denso... tiene una nariz inmensa, compleja, amplia: llena de frutos secos, algo de mil incluso, notas florales... perfecta.
La boca es maravillosa, entra atacando el paladar y se funde en la lengua dejando tras de sí inmensas sensaciones: punzante, profundo, larguísimo, eterno don un abanico de sensaciones, aromas y sabores fantástico.

Imprescindible.

Tremendo vino.
Ahora le da un color caoba de tendencia ligeramente rojiza.
El aroma igual de maravilloso que siempre, ahora va por frutos secos tostados, madera fina y ligeros cítricos, Inacabable. Inconmensurable, perfecto.
Boca oceánica , llena de poderío y marismas, una maravilla que desde luego perdura en perfecto estado.

Sigue maravilloso en aromas y en el gusto.
Mucha potencia y elegancia, un vino equilibrado y armonioso, un verdadero placer para todos los sentidos.
Para disfrutarlo y guardarlo, una verdadera joya.

El vino sigue apabullante. Da vueltas, viene, se va, vuelve a venir, aromas múltiples, postgusto realmente largo y una sensación en la boca deliciosa. Pienso que es un vino para no acabarlo, dejar siempre algo y que cada copa sea la penúltima. Al llegar a casa, una copa de este vino es un remedio infalible ante cualquier atisbo de cansancio. A sorbitos, con música, lectura, chimeneas...
Un placer.

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