Este vino me tiene más mosqueado que un pavo en navidad. Muy evolucionado de color, razonable todo lo demás, pero muy evolucionado :-?

Reconozco que nunca me han emocionado estos Florpower. No debo entenderlos y tampoco quiero esforzarme. El vino me gusta o no y este no será de los que quede en mi recuerdo.

Pero a veces la vida te da sorpresas y revisando la vinoteca salió este 53 que llevaba olvidado en ella ya un tiempo, y así es como acabó en la nevera para caer posteriormente en una copa y, afortunadamente, sorprenderme.

De color dorando brillante.
Nariz de intensidad media con un perfil maduro, con algunos cítricos en almíbar, flores ajadas, unas notas minerales muy marcadas que se mezclan con un punto ahumado, tostado y recuerdos a frutos secos, avellanas, tal vez.
En boca tiene buena acidez y un fondo tostado, con unas notas ligeramente salinas, el recuerdo de las flores marchitas, de los frutos secos y un fondo fresco que se mezcla con una sensación amargosa de tabaco de pipa.

No tengo claro que la vocación de estos vinos sea ser guardados, pero para mi gusto ha mejorado notablemente.

Dorado intenso limpio y brillante, con reflejos cobrizos.
Nariz con fuerza y expresividad, compleja, de buen vino blanco maduro. Notas de flores marchitas, fruta blanca bien madura y compotada, manzana asada, incluso orejones, finos ahumados, frutos secos, un punto mineral, cítricos en confitura, un vino con un punto oxidativo muy atractivo.
En boca es equilibrado y largo, con volumen y redondez, algo cálido pero con balance, hay que tomarlo fresco pero no frío para que exprese bien su complejidad. Final con buena longitud que nos deja recuerdos de frutas maduras y tonos ahumados, con los frutos secos amargos. Buena persistencia.
Una versión especial del Florpower “normal”, con algo más de tiempo de crianza oxidativa que le otorga sin duda una mayor complejidad y armonía, con un estilo distinto. Un blanco singular y de calidad, que no gustará a todo el mundo pero que deja huella por su originalidad. A nosotros nos gusta mucho.

Color oro viejo de buena intensidad con reflejos amielados e incluso cobrizos.

Albarizas, punzadas salinas, miga de pan,almendras tiernas, recuerdos de miel y algo de frutas blancas compotadas y humo conforman una paleta aromática muy peculiar y llamativa.

En la boca sigue ese rastro de originalidad que le hace un vino diferente con una acertada mezcolanza de detalles del mundo del jerez con la de ,digamos, elaboración más clásica de los vinos llamados tranquilos. Por tanto es rico en matices de los primeros (barnices, salinidad, frutos secos tiernos, notas de levadura) sin la contundencia de los mismos y con una ligereza alcohólica que te hace poder frecuentar más el trago en una comida de varios pases. Además tiene un recorrido muy grato aunque como es lógico no tiene la profundidad de los generosos. Se bebe bien, agradeciendo su carácter ligero.

Amarillo muy fuerte con tendencia al cobre.

Aroma potente a flor blanca, con notas salinas y mineralidad muy presente.

La boca es especial, como a medio camino entre una manzanilla y un vino blanco, lo que le da una personalidad muy específica. Cuerpo ligero, fresco y equilibrado, con una expresividad muy compleja, con una evidente salinidad y notas marinas.

Fácil de beber entra sin dificultad de clase alguna. Pero es un vino que por su especial naturaleza no es susceptible de convencer a todos por igual y es de convenir que tenga detractores. Yo lo tomo esencialmente en verano puesto que lo encuentro muy refrescante y acompaña muy bien la comida ligera.

Dorado con algún destello oro viejo. Nariz expresiva y bien perfilada, con notable presencia de las notas de la crianza biológica, hay frutos secos, toques de brisa del mar, suaves apuntes yodados, toques de miel ligera, recuerdos a humo y ligeros tostados. En boca tiene buen ataque, aunque es poco glicerina hay sensación de cuerpo, los amargos son muy buenos, muy seco, bien de acidez, largo y con notable profundidad.

Un vino muy interesante para los amantes del Jerez. Sin fortificar y con menos crianza, a medio camino entre dos mundos.

Presenta un bonito color amarillo dorado intenso.

En nariz notas de levadura, miel, frutos secos, fruta escarchada todo envuelto en un fondo yodado.

En boca es muy elegante, graso a mitad de recorrido y con la acidez muy equilibrada. Final intenso y salino que incita a seguir bebiendo.

Me cuesta definir este vino y al abrirlo no se con que me voy a encontrar

Color amarillo miel-oro

En nariz tiene una intensidad media, notas salinas, frutos secos, miel,...

En boca me resulta plano, me resulta con si fuera un vino descafeinado, sin mucha persistencia. Las notas de frutos secos y notas salinas son predominantes y me cuesta de beber y maridar

El vino se queda aparcado 1 semana en la nevera y cuando lo abró me encuentro otra cosa, un vino más complejo, más afilado, fresco y con notas de miel, anís y ligeras notas de fruta blanca

El primer día me defraudó, pero después me gustó más y más, pero claro dejarlo uan semana bierto para que se abrá e parece demasiado

Es un vino, para mi gusto muy raro, muy complejo, pero muy bien elaborado. Ya me lo había advertido Carlos de la Vinacoteca, después de probar la manzanilla pasada de Baron. Está entre el sabor de una buena manzanilla y un blanco seco, pero sin sobresalir mucho de uno u otro. Color amarillo oro viejo brillante. En nariz le cuesta un poco expresarse, poco a poco aparecen las notas salinas y ahumados. En boca es donde lo encuentro muy complejo y original. Es seco, fresco, ligero, tiene poco grado alcohólico, pero tiene una amalgama de sabores, fruta, frutos secos, notas salinas y buena mineralidad. Buena acidez y deja un sabor seco, no muy largo pero muy peculiar.

Oro viejo con destellos miel. Limpio y más que brillante, refulgente.
Comienza algo tímido aunque poco a poco va cogiendo aceleración; uva, agua de azahar, canela, nata montada, ahumados, barniz, frutos secos, toques salinos y botica.
Peculiar en boca, es esta fase la que nos parece más original. Original por su ligereza, por su escaso aporte alcohólico y al mismo tiempo por su completa paleta que sin marcar mucho los sabores, los insinúa. Acidez y mineralidad. Paso equilibrado. Leves notas a fruta, té verde, avellanas, lácteos, desván y mar.
Final muy fresco.
Me gusta "Florpower" y también me ha parecido muy bueno este "Más allá". Al parecer para su elaboración escogieron tres mil litros del primero y lo envejecieron en barricas que habían guardado manzanillas y palos cortados.