Recuerdo que hace años, al ver el comentario de Demos, surgió por aquí un debate sobre si realmente había un salto cualitativo entre los DP de añada y los Oenothèque (que ahora se llaman P1, P2 y P3 en función a su crianza). Del 96 “normal” he bebido unas cuantas botellas, muy buenas todas, aunque con diferencia entre unas y otras. Es una cosecha de la que se ha hablado mucho, primero encumbrándola y después dándola por muerta antes de tiempo (yo era, equivocadamente, de los segundos). Este Oenothèque en cuestión me ha parecido un champán arrollador, con una vida por delante casi infinita. Muestra esos toques tostados tan típicos de la Casa, mezclados con una amalgama brutal de olores y sabores, pero lo que más sorprende es su acidez, propia de un bisturí del más diestro de los cirujanos. El paso es fino y vivaz y el final es eterno. El elixir de la eterna juventud, un vinazo.

Color amarillo bien intenso con suaves irisaciones doradas, fina burbuja que no llega a formar corona, brillante y extremadamente limpio. Inmensa nariz con unos aromas muy sensuales de bollería recién orneada, pan tostado y recién sacado del horno, harina caliente, mermeladas de fruta blanca y de hueso (ciruelas verdes), orejones frescos y carnosos, curiosa sensación de rebozado de croquetas (y no pongo otras cosas porque sino resultaría una nota de cata un poco extravagante), frutos secos sin pelar (almendras y avellanas), miel seca, recuerdos de mantequilla fresca, galletas dulzonas algo calientes, suave toque de cera caliente, hierbas del monte secas, flores blancas con un suave fondo mineral que agranda el conjunto y lo magnifica. Explosiva entrada en boca con un inicio excelente y un recorrido espectacular en el que discurre una multitud de sensaciones que cabe discernir poco a poco, un carbónico fino y muy elegante que se integra de maravilla, fruta bien madura con toques de fruta blanca y matices de fruta roja escarchada, notables tostados que se derivan en el pan y los frutos secos, excelente acidez, mantequilla y crema cítrica, con mucho volumen y cuerpo, muy amplio y profundo, de notable intensidad, seductora textura, sedoso y elegante, magnífica persistencia. Final largo, postgusto de fruta madura y miel y retronasal ahumado.

Más información en: www.elvi.net/2013/09/25/dom-perignon-brut-oenotheque-1996/

Amarillo dorado subido.

Nariz fresca y atractiva, con notas frutales de cítricos cremosos, limón, pero también con algo de fruta de hueso (melocotón) e incluso recuerdos tropicales. Bollería, pan recién horneado. Apuntes vegetales de hierba fresca algún recuerdo de aromáticas (ajedrea muy ligera) y notas minerales de tiza con algún apunte de cera. Impresionante evolución en copa, gana muchísimo con la aireación (yo incluso lo decantaría).

En boca es de ataque vivo, paso cremoso pero fresco y vivo en todo momento, con el carbónico presente aunque integrado. Presentado en cata "side by side" con el Vintage de la misma añada por Xavier Monclús en Manglanoparatomar. Como conslusión diría que, ahora, me quedo con el Vintage y guardaría el Oenothèque. No obstante son dos vinos extraordinarios, aunque a mí me gustan esas notas maduras. Si busca más frescura sin renunciar a la redondez, la opción es Oenothèque.