De color rosa pálido, piel de cebolla y ligeros reflejos yodados, de burbuja fina y escasa.

En nariz es complejo, fruta roja, principalmente fresas, regaliz rojo y ligeras notas de pétalos de rosa.

En boca es bastante vinoso, cremoso, con cuerpo, fresas, regaliz rojo, mineral y con un carbónico muy bien integrado.

Ganó complejidad al cabo de unos minutos, fue servido con algún grado de menos, que el paso del tiempo en copa ayudó a corregir.

Probado en la cata de Dom Perignon en el Celler de Gelida. Una cata fantástica, en la que probamos el 2006, 2ªplenitud del 1998, el rosé 2004 y el Krug Grand Cuvée. El Rosé 2004 un champagne muy opulento, armónico y maravilloso, te hacía repetir saboreando su mineralidad y su fruta. !Espectacular!, pero el 2003 probado en otra cata hace un año, le tengo mejor recuerdo. Color rosado pálido, amielado, burbuja pequeña. En nariz aromas intensos a frutos del bosque, cítricos, notas minerales y florales, frutas rojas. especias y monte bajo. En boca tiene una gran intensidad, opulento, potente, envolvente, muy sabroso, con notas cítricas. Frutas rojas, un champagne muy vinoso, redondo y cremoso. Con un carbónico muy bien integrado. Muy largo en boca. Muy rico y puede aguantar una comida fuerte.

Rosado pálido piel de cebolla, burbuja pequeña y escasa.

Nariz con buena intensidad y que sorprende por su complejidad y por su definición frutal y mineral. Notas florales, frutas rojas de una enorme nitidez, un fondo especiado y mineral, ahumados, regalices, un punto de granos de café, balsámicos, hierbas aromáticas, frutos secos, naranja escarchada. De menos a más en copa, con un desarrollo continuo.

En boca es preciso como un rayo láser, todo definición y estructura. Muy joven todavía pero ya mostrando todo lo que lleva dentro con una marcada acidez y un paso redondo y lleno de sutilezas, cremoso y ligeramente concentrado, dejando en el final sensaciones frutales y balsámicas con un carbónico muy bien integrado. Larga persistencia. En su fase inicial todavía.

Está claro que el Rosé es un claro plus con respecto al Vintage cuyas últimas añadas nos han decepcionado un tanto, sin embargo esta versión rosada sigue manteniendo su clase de siempre, algo que no solamente otorga ese porcentaje de vino tinto cercano al 20%. Este 04 está joven y debe guardarse, pero muestra una clase excepcional de principio a fin. Unos 250 euros, lo bueno se paga.