Y van pasando los años y siempre en estos champagnes de Gran Vintage, se nota su grandeza. Es un rosado delicado, muy vinoso, cada vez se le nota más, muy elegante y redondo. Una gozada. Aún me queda una botella, que la guardaré para disfrutarla más adelante. Un gran champagne en una buena añada.   

Un año después este rosé agranda su delicadeza y su vinosidad en boca y sus buenos aromas. Lo he encontrado más fresco de lo que recordaba y sobre todo su elegancia y redondez. Muy largo y persistente.

Probado en la cata de los mejores champagnes roses en el celler de Gelida con Xavier Monclus. Al lado de algunos champagnes espectaculares, éste es genial y cautivador tiene, aparte del ensamblaje de chardonnay y después de pinot noir y meunier un 27 % de vino tinto pinot noir reservas especiales. Eso le da una estructura y una gran vinosidad. Este champagne necesita tiempo en copa para poder expresar sus atributos. Color rosado delicado con notas cobrizas, mostrando una buena burbuja. En nariz aromas, en principio muy potentes frutales y florales. Cereza, higos, bollería... En boca, se muestra vinoso, con muy buena acidez. La boca llena de carácter, con una estructura tánica y un toque de frescura.
Es muy agradable, elegante, intenso, redondo, es largo y grato y tiene una persistencia muy marcada por el vino tinto y con un final que a mí me ha recordado a chocolate negro. Es goloso y fresco.

Precisa tiempo en la copa, hay muchas cosas, necesitas saber esperarlo. La fruta roja se torna en mermelada de cereza picota, fruta roja chispeante, levadura y granada.

La boca es muy agradable, elegante, intensa, con redondez, fino en dulzor, rico en tanino. Es largo y grato, hay mandarina y naranja sanguina, meloso, y tiene una despedida muy marcada por los 22% del vino tinto.