La bomba atómica

Recuerdo que hace años, al ver el comentario de Demos, surgió por aquí un debate sobre si realmente había un salto cualitativo entre los DP de añada y los Oenothèque (que ahora se llaman P1, P2 y P3 en función a su crianza). Del 96 “normal” he bebido unas cuantas botellas, muy buenas todas, aunque con diferencia entre unas y otras. Es una cosecha de la que se ha hablado mucho, primero encumbrándola y después dándola por muerta antes de tiempo (yo era, equivocadamente, de los segundos). Este Oenothèque en cuestión me ha parecido un champán arrollador, con una vida por delante casi infinita. Muestra esos toques tostados tan típicos de la Casa, mezclados con una amalgama brutal de olores y sabores, pero lo que más sorprende es su acidez, propia de un bisturí del más diestro de los cirujanos. El paso es fino y vivaz y el final es eterno. El elixir de la eterna juventud, un vinazo.

Recomendado por 2 usuarios

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar