Color cereza brillante de borde granate, capa media, lagrima densa y lenta.
En nariz fruta roja, mineral, regaliz, ligeros tostados, toques herbaceos y notas especiadas dulces.
En boca fruta roja fresca, regaliz, mineral y con un final amargoso que desequilibra el conjunto y entierra a las demás percepciones.

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.
Nariz de media intensidad, que abre con el aire y muestra capas florales, de frutas rojas, tonos ahumados, trazas balsámicas y el marcado fondo mineral que siempre define este vino. Con más trabajo en copa percibimos notas herbáceas y de regaliz. Muy sutil y con cierta complejidad.
En boca es un vino encantador, redondo, largo, con acidez, fresco, muy mineral. En ocasiones parece más etéreo pero siempre acaba dejando su huella con un posgusto de frutos rojos y marcados tonos pétreos. Tanino fino y perfectamente integrado en un vino que se bebe de maravilla. Buena persistencia.
Nos ha gustado mucho este Pegaso Granito, de corte diferente al barrancos de Pizarra, quizá algo más austero pero enormemente elegante, un vino que da gusto beber por su redondez. Muy buen trabajo de Telmo en una zona donde hay magnífica viña, pero muy pocas veces aprovechada. Unos 25 euros, buena RCP.