Amarillo casi dorado, glicérico, limpio y brillante.

Aromas de buena intensidad desde que lo hemos abierto; desde los cítricos, pasando por la fruta jugosa de verano (melón, níspero), pasando por los frutos secos, los toques a mantequilla, la caja de cerillas y las piedras.

En boca esta joven, y eso se refleja en un alcohol y una madera algo subidos. Los que dicen que el grado y la barrica nunca se integran, pase el tiempo que pase, es porque no han probado Ossian, en cinco o seis años apuesto a que estará muy limado. Acidez notable y gran materia prima.

Final largo.

Lo dicho, está fenomenal, pero si esperamos, mejor.

Desde que he entrado a explorar el mundo de los blancos he constatado que la Verdejo está bastante denostada entre los aficionados serios. Sin embargo, con frecuencia me han avisado también de que hay buenas Verdejos, pero no hay muchas. Una de las referencias “buenas” es esta Ossian así que toca catarla.

Color amarillo pajizo con matices dorados.

Nariz de intensidad media pero con muchísimos matices. Manzana asada, mantequilla, bollería, melón, cítricos, ligeras notas de tostados piedra machacada… Amplísimo.

Entra en boca con cuerpo medio, cremoso y balanceado. En principio se me queda corto en boca en comparación con la nariz, pero en cuanto se airea y gana un poquito de temperatura se transforma. Muy buena acidez, mineralidad intensa que produce un agradable hormigueo en lengua y paladar. Persistencia media-larga, aunque discreta, no muy notoria sino elegante. Agradable amargor final, muy sutil.

Está muy, muy joven. Seguro que en dos o tres años será bastante mejor, y con mejor puntuación.

Este Verdejo sí.