Nos agenciamos este vinito blanco del Monsant tras leer muy buenas críticas sobre él. Un monovarietal de garnacha blanca y con un 14% de alcohol. De edición muy limitada, botella n° 87 de 903 producidas. Abrimos y esperamos unos 40 minutos antes de proceder con su valoración a 11°C. Corcho muy blanco, compacto y humedecido tan solo en su base.

VISUAL: Precioso color amarillo dorado de cierta evolución con reflejos ambarinos. Nos encanta la intensidad subidita de los blancos. Su lágrima es escasa, de grosor medio y lenta (93).

OLFATIVA: A copa parada asoman aromas frutales de ciruela amarilla y de fruta con hueso, melocotón y similares. Con notas cítricas de ralladura de limón y apuntes herbáceos de grama recién cortada. De repente nos viene un pelotazo salino con matices calizos y minerales, impactante la verdad. También percibimos algo de fruta blanca de fondo, manzana verde en concreto. De intensidad media-alta y bastante complejo (91).

GUSTATIVA: Muy rico, sabroso, corpulento, amplio y de alta acidez, en definitiva un gran ataque. Muy amable en el paso por boca, cremoso y untuoso, dejando un tacto seco al poco tiempo. En esta fase el carácter salino es marcado, aportándole una gran personalidad. Nos resulta muy gastronómico, con las notas de ciruela amarilla claras pero con la mineralidad preponderante sin lugar a dudas. Al final se percibe un puntito láctico como a natillas muy delicado. Persiste casi tres minutos en boca. Una garnacha blanca deliciosa de Alfonso Arribas y que aguantará el nivel no menos de 4 o 5 años (92).

La RCP la dejaremos en floja. Nos costó 44 euros que no son pocos, un poco excesivo creo, aunque se trate de un muy buen blanco.

MARIDAJE: Lo abrimos con un suculento taco de albacora al eneldo con almejas. Otro día acompañó un salteado de chipirones con pimientos y ajitos, y nos lo terminamos con un arroz caldoso de langostinos. Espectacular en todos los casos, pero destacamos el maridaje del último día. Sabores salinos intensos por ambos lados en perfecta sinergia, una maravilla.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/b2XG7P3C5lc

Salud-os!!

Un gran vino que nace en la finca Saleres, un singular viñedo de Garnacha blanca coplantado con algo de Macabeo. Estas garnachas blancas de Alfredo Arribas siempre son geniales. Es un vino complejo, unos aromas impresionantes, es graso, elegante y sorprendente. Color amarillo dorado, muy bonito y brillante. En nariz una gran intensidad aromática a fruta blanca, notas minerales, hierbas aromáticas y notas golosas. En boca es una delicia, entra fresco, muy agradable, muy buena acidez, graso, con una frescura te hace salivar y te invita a beber más, con una madera integrada, fruta blanca y notas minerales. Muy largo. Un gran vino