Si el buen vino es un arte, Álvaro Palacios es uno de nuestros artistas patrios más relevantes de la actualidad. Es de agradecer que, al margen de sus obras más representativas y destacadas (y también más caras), nos deleite con esta pequeña pincelada a un precio para todos los bolsillos. Sin duda el mejor crianza Rioja del momento, en su rango de precio. No puede faltar nunca en casa, todo un “must” del vino

Y dos años después volvemos con este vino. Esta botella tiene la etiqueta manchada tras un pequeño percance en nuestra bodeguita, pero nada importante. La abrimos, dejamos que respirase por espacio de 20 minutos, y la metimos un ratito en la nevera hasta que alcanzó los 16°C para su valoración.

VISUAL: Su color es rojo cereza de capa media baja, bastante brillante. De lágrima gruesa, lenta y transparente (86).

OLFATIVA: Como buena garnacha asoman aromas de fruta fresca, cerezas y fresas. Agitamos y enseguida afloran notas especiadas de vainilla y canela así como un toquecito de montebajo (tomillo). Al final hay fruta más acompotada, como de higo seco y también apreciamos un ligero puntito amaderado de ebanistería fina. De intensidad media y rico en complejidad (88).

GUSTATIVA: Vino muy envolvente, de cierta licorosidad, acidez alta y muy frutoso. Entrada impactante con un paso por boca aterciopelado y lácteo. Una maravilla esa sedosidad, con los taninos muy bien pulidos aunque al rato sí se aprecian. En retronasal hay fragancias florales de rosas rojas y un puntito de guindas en licor. Delicioso post-gusto, meloso, amable y de cuerpo medio, con la fruta como protagonista, aportando recuerdos de frambuesa a "tutiplén" y también a grosellas. Al final aparece un poco más marcada la madera con notas de ebanistería fina y roble. Gran vino, quizás ha perdido un poco de intensidad en nariz, pero se mantiene fantástico en boca (92).

La RCP es excelente. En oferta pagamos 9 euros por cada botella.

MARIDAJE: La abrimos con unos contramuslos de pollo a la cerveza. La segunda ocasión compartió un solomillo de cerdo con masala en salsa de frutos rojos. Nos la terminamos con unos fríjoles con chorizo, costilla, aguacate y "patacón pisao". Una maravilla en todos y cada uno de los maridajes, pero nos gustó especialmente con el solomillo y su salsita. Sabores cárnicos y herbáceos en perfecta armonía con los apuntes frutosos de la salsa y de nuestra rica garnachita. Una delicia!!.

VIDEOCATA:  https://www.youtube.com/watch?v=fPY7UboO7yA

Salud-os!!

Rojo cereza de media capa con ribete granate evolucionado. Nariz de toques terciaros con suaves matices de fruta roja desecada. Hay hojarasca, maderas secas, papel de periódico, especias, cueva, líquenes y un fondo terroso / pedregoso seco. Tela de Barbour, caja de madera vieja de especias / tabaco, tinta china y polvo de carretera sin asfaltar. Al final los frutillos rojos de tildes alicoraditas adquieren cierto protagonismo pasajero. En boca es muy fresco, la fruta está pegada a unos taninos evolucionados que dejan cierta delgadez secante a la vez que elegante por sus tostaditos. Evoluciona con sabores amargosos y vegetales, de fruta roja desecada y tabaco. Un vino de Rioja esbelto, muy atlántico, fresco, mineral y con matices sensoriales ariscos que lo dotan de cierta excentricidad de tendencias forzadas. Esto le pasa a casi todos los vinos con crianza de la variedad Garnacha. Entiendo que la botella lo desarrollará ya que tiene todas las cualidades para ello, sobre todo de tanicidad y acidez. Un vino muy interesante y diferente.

Vamos con otro de los muchos vinos que probamos el día de Nochevieja en nuestra Colla. Se trata de una garnachita riojana con muy buenas puntuaciones en las guías tal y como se observa en los adhesivos del cuello de la botella. Abrimos la botella y la dejamos respirar por espacio de media hora. Servimos y valoramos a unos 17°C.

VISUAL: Nos muestra un color rojo cereza de capa media-baja con un luminoso y amplio ribete rubí. De lágrima abundante, fina y ligeramente tintada (83).

OLFATIVA: A copa parada es una garnacha típica en donde las notas frutales son las protagonistas, fresa y frambuesa. Al agitar el líquido asoman aromas de flores rojas, especiados de pimienta y canela y delicados apuntes minerales arcillosos que dan paso a los aportes de la madera, finos tostados, fragancias avainilladas y un toque como de guindas en licor. Intensidad media-alta y variopinta complejidad (91).

GUSTATIVA: Presenta un buen punch, acidez alta y mucha frescura. Amplio, con los taninos bastante dulcificados pero todavía notables. Paso por boca licoroso y sabroso, de cuerpo medio con aromas retronasales de fruta roja madura, balsámicos de eucalipto y especiados de nuez moscada. Post-gusto muy redondito, cremoso, con un punto mineral ferruginoso, con recuerdos licorosos y con unos elegantes apuntes tostados de fondo. Nos da una persistencia de 1 minuto y 45 segundos. Una garnacha muy conseguida que probamos en su añada 2014 y nos encantó. En esta ocasión tanto nariz como boca son sobresalientes, nos ha parecido un vino muy bien hecho, equilibrado y elegante (92).

La RCP es excelente. Uno de esos vinos que tienen un precio increíble para la calidad que atesoran.

MARIDAJE: Nos lo tomamos en la cena de Nochevieja con unas almejitas en salsa marinera y con una suculenta pierna de cochinillo al horno. El maridaje con la carne fue espectacular, total armonía entre los apuntes tostados y frutosos del vino y las notas grasas y animales del cochinillo. Qué delicia!!

Salud-os!!

Una añada joven, pero ya bebible de este vino de Palacios. Frutal y agradable. Color rojo rubí con borde morado. En nariz aromas a frutos rojos, especias y tostados. En boca, es fresco, con buen equilibrio, ligero, frutal, con taninos presentes pero no molestan y un final largo. Rico