Picota de capa alta y pequeño ribete granate de irisaciones ocres. Espléndida nariz con sus toques terciarios donde conviven los aromas de frutillos del bosque escarchados con matices especiados, de hojarasca, sotobosque y monte bajo. Hay tabaco, regaliz y esa sensación torrefacta que deriva en un matiz de carbón vegetal / tizne de chimenea. Conforme se airea en el decantador se potencia más la hojarasca seca, naranja desecada, flores blancas y un matíz que podría recordar al mineral seco / polvo de carretera. Con toda la complejidad de la Ribera del Duero y la Tinto Fino con años en botella. En boca tiene un ataque estupendo que enseguida saca una fruta negra madura muy sabrosa sobre taninos dulces y especiados que dejan esa sensación de pastel de frutas en el horno. La acidez es la perfecta realzando los sabores frutales y sus taninos en la evolución, jugando como contrapeso con esa madurez frutal que en ningún momento muestra signos oxidativos. Evolución y posgusto levemente amargoso, de cacao y menta, con un final de especias ( comino y nuez moscada ) y frutillos negros en licor, matices que se expanden muy bien por vía retronasal, con las flores blancas que es un signo de noble oxidación del alcohol. Este vino es una maravilla. Creo que fue su segunda añada en el mercado y ya entonces gustó mucho, pero lo realmente importante es que hoy en día, casi 20 años después, no solo mantiene sus cualidades, sino que las aumenta. Diría que la próxima década aguanta sin problema, pero que la cuestión no es esa, es resistir no abrir otra botella. Es como su enólogo D. Mariano García, la otra noche lo vi de lejos en un restaurante en Tordesillas y da la sensación que está más jovén que antes y que incluso habla más, como este vino suyo, que solo te dice cosas interesantes.

Picota violáceo de buena capa. Tiene una nariz intensa, bastante expresiva y con profundidad que presenta fruta roja y negra maduras, matices especiados (pimienta negra y clavo), ligeros toques tostados y notas terciarias (algo de flor ajada y suaves cueros). En boca ataca intenso, con cuerpo medio, el tanino sigue bastante vivo, algo secante, bastante buena acidez, sabroso, largo y estructurado. Todavía muy vivo...aunque hubo que pelear duro con un tapón quebradizo...

Intentando entrar en el año de la mejor manera posible tomamos una de nuestras últimas botellas del 2000. Picota cubierto granate de buena capa. Tiene una nariz intensa,expresiva y con profundidad que presenta tanto fruta negra madura, como toques tostados, matices especiados (pimienta negra y clavo) y suaves algo de bosque umbrío. Sorprende como en boca sigue con un tanino bastante vivo, algo secante, con buen ataque, cuerpo medio, bastante buena acidez, sabroso, estructurado y largo.

Creo que son las dos últimas botellas que me quedaban de este excelente vino.
Sigue valiendo lo expresado más abajo, aunque me las he tomado ya que he visto que en la penúltima el vino estaba un poco más apagado.
A pesar de todo sigue siendo sobresaliente.

Después de varias botellas más, se demuestra que este vno sigue siendo bastante bueno en nariz, con buena complejidad de aromas y donde sobresalen los frutos y los ahumados.
En boca es menos potente, pero esta bien equilibrado y redondeado, tiene un buen retronasal y es largo y persistente.
Un vino muy bien hecho que no carece de nada, muy completo y sigue mejorando en botella.

Picota cubierto con ribete violáceo. Lágrima bastante densa.
Tiene una nariz intensa, bastante expresiva, con algo de fruta negra madura, tostados, alguna nota especiada (clavo) y suaves recuerdos a sotobosque. En boca tiene buen ataque, el tanino sigue presente aunque se muestra mucho más pulido que en botellas anteriores, con buena acidez, largo, sabroso y con buena estructura.

Color picota de capa media.
En nariz lanza sus bombas de fruta negra, cacao y algun toque mineral. A la horita decantado, ya deja entrever algun toque más dulzon, de canela...
En boca, a pesar de sus más de 7 añitos, mantiene una estructura y una potencia envidiables. La oxigenación lo coloca, más redondo, en un pedestal envidiable. Fruta por delante, pero envuelta en cacao, canela, toques de cuero... Complejo y potente.
Para mi gusto no llega al nivel del 2004, pero me ha sorprendido gratamente. Si lo llego a catar en el Desafío, no lo situo antes de 2003 :-)

Cautro años después y dos botellas más catadas, este vino me da aromas potentes y complejos a ahumados y torrefacfos, buenos toques tostados, los frutos negros también presentes y toques de pastelería y regaliz.
En boca es igualmente potente, paso de boca equilibrado y con buena estructura, buen retronasal, los taninos aún potentes, final largo y con persistencia.
Sigue siendo un gran vino.

Fecha de degustación, que no de cata 20-03-06.
Vista. Ciruela madurísima. Totalmente opaco con fino ribete traslúcido. Promete.
Olfato. Con copa quieta es balsámico y frutal (parece un rioja). Tras agitar la copa continua la fruta, con notas especiadas, maderas aromáticas y aromas dulces de pastelería.
Gusto. Al primer ataque es contundente, con mucho cuerpo, llena e impregna toda la boca. Bastante largo, ligeramente especiado y con reminiscencias de almendras amargas. Con presencia de taninos nobles que auguran un feliz futuro.
Corcho un 10.
Le doy un 8,8. Buen vino.

Mineralidad, balsámicos,cuero y especias, en ensamblaje casi perfecto. Desaparecieron la sequedad y astringencia que ponían algunas objeciones al vino hace año y medio; se trata de un producto que en sus inicios aspiraba a situarse entre los grandes, y creo que ya lo ha conseguido.

De él podrían - y deberían - aprender otros, lastrados por desproporcionados precios, y con una "experiencia" de hacer que no guarda relación con la que acredita el equipo de esta bodega. Excelente (no excepcional) RCP; ojalá no la pierda...