De color rojizo de capa media, muy claro, translucido, brillante. Sin precipitados, límpido. Reflejos vivos, anaranjados y granadinos, refulgente. Borde amplio, atejado, sin apenas diferencias respecto al menisco. Mucha sensación de grosor, lágrimas densas, permanentes.

Puede engañar a cualquiera que no tenga la paciencia suficiente de darle una larga espera antes de comenzar a beberlo. En nuestro casi fueron casi 5 horas en botella... De inicio se muestra totalmente dominado por apuntes lácteos, especias dulces (canela, nuez moscada, vainilla), maderas cremosas, coco, y todo lo que nos podamos imaginar en esta línea. Uno de los pocos vinos que recomendaría decantar sin escrúpulos. Al venirse abajo toda esa artillería inicial se muestra más maduro de lo esperado. Hay frutos rojos en licor, mondaduras de naranja, cuero, regaliz rojo (chuches), tostados, y un fondo asilvestrado en el que se entremezcla el laurel, bayas, hierbas aromáticas, salvia... Buena intensidad, de corte clásico, muy suave, correcto!!

En boca es sedoso, pulidísimo, re-redondeado, con un matiz de dulcedumbre y cremosos muy marcado (vainilla, maderas, fruta en compota). Taninos casi borrados, fundidos, manteniendo un hálito de acidez que insufla vida al conjunto. Este Coto de Imaz ejemplifica como pocos ese estilo de extrema redondez que caracteriza a los vinos de la bodega, y que llega a desdibujarlos casi por completo.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/12/coto-de-imaz-1995-gran-reserva.html