Le toca el turno a este Coto De Imaz gran reserva privada de 1.970. Al parecer fue la primera añada de Coto de Imaz embotellada con ese nombre. Etiqueta dorada y botella con el nivel de líquido medio centímetro por debajo del cuello. Botella n° 11.616. Intentamos abrirla con el abridor estándar de dos tiempos y aunque con alguna dificultad, conseguimos sacar el corcho sin que cayese nada en el interior. Dejamos respirar por espacio de hora y media previas a la cata, la cual realizamos a 18°C:
VISUAL: Presenta un color rojo amarronado limpio y brillante, de capa media-alta, con un ribete muy amplio, bastante atejado en tonos anaranjados (87).
OLFATIVA: A copa parada apreciamos notas de bosque umbrío, fungicos de trufa negra, rosas marchitas y hojarasca seca. Nos guarda una buena pátina de aromas viejunos, desván, notas minerales de arcilla húmeda, cuadra, crin de caballo y algarroba. No se rinde y cada vez que nos acercamos la copa surgen nuevos perfumes: especiados de nuez moscada, montebajo, notas ahumadas y de café tostado, frutos secos (nueces), castañas asadas, chocolate negro, apuntes de maderas nobles y recuerdos de duelas envinadas y tabaco inglés. Deliciosa nariz en donde al final se insinuan ligeras notas de corteza de naranja, higos secos y sutiles balsámicos a eucalipto. Espectacular bouquet, de enorme complejidad y de intensidad media-alta (94).
GUSTATIVA: En boca es portentoso, con un punch impresionante y de una amplitud abrumadora. Su acidez haciendo honor a esta afamada cosecha, brutal! Los taninos muy dulces, acaramelados diría yo, confiriendo al conjunto una amabilidad increible. Estructura rocosa, monolítica con una mineralidad notable que le proporciona una tremenda elegancia y gran equilibrio. En retronasal nos devuelve apuntes licorosos a duelas envinadas y aromas a rosas marchitas. Persistencia de casi cuatro minutos, tremendo, de una personalidad indiscutible. Madre mía cómo se ha conservado este caldo, una gran reserva de mucho nivel. Perfectamente redondeado, en estado de letargo y estabilizado para perdurar en todo lo alto otra década más sin despeinarse. Vinazo! (95).
La RCP fue excelente ya que conseguimos esta botella por 25 euros, algo irrisorio dada la calidad de este monstruo.
En cuanto al maridaje lo pudimos tomar en diversas ocasiones: con unas ricas lentejas con costilla, con unos suculentos filetes de ternera en salsa de papaya y tomillo y con nuestro surtido de ibéricos. La verdad es que con las lentejas fue algo memorable, espectacular combinación, esa mineralidad con las legumbres... y su potente acidez para apaciguar la intensidad de las costillitas... delicia de maridaje amigos. Con la ternera en salsa de nuevo un gran disfrute y con los embutidos y los quesos qué decir, flechazo, amor a primera vista, je,je...
Brutal este vino, del cual quiero reconocer que no esperaba tanto, pero ha salido una botella de esas memorables. Cómo me gustan los viejunos y qué suerte encontrar estas maravillas en tan buen estado de conservación. Sigan, sigan...
Salud-os!!
De color rubí rojizo de capa media, muy claro, limpio, con un ligerísimo precipitado en la base de la botella. Reflejos cobrizos y ambarinos, brillante, refulgente. Ribete amplio, completamente atejado, sin gran diferencia respecto al interior del menisco.
Muy bien perfilado desde el momento de abrirlo. Aromas de media intensidad, limpio, franco, ganando en ligereza y elegancia al ir tomando aire. Las primeras sensaciones son térreas (sotobosque, corteza de nogal) y especiadas. Salen restos de nuez moscada y vainilla que van dando paso a tímidas notas de maderas finas, cedro, duelas de castaño. Equilibrado, pujante, cada vez más afianzado, con un suave perfume de flores ajadas que sirve de escoba a un fondo de fruta reducida, apenas visible. Una nariz que se podría decir que ligera pero llena de detalles de calidad.
En boca es de tacto acariciante, sedoso, seco, con una trama finísima y ligera que puede aparentar debilidad pero que aún está muy viva. Los taninos son de lujo, maduros, mullidos, integrados en el conjunto. Es todo equilibrio, sin una sola arista. Permanece un resto de fruta muy madura perfectamente ensamblada. Todo indica que ha llegado a su mejor momento de consumo. Esta primera añada del Coto de Imaz brilla con luz propia.
Más información de vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/12/coto-de-imaz-1970-gran-reserva.html
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