Pues en el club de cenas de los sábados lo tienen adoptado con vino habitual con lo que si el viejete que suelo llevar no es suficiente, pues toca rematar con él. Quizás por ello siempre es más dificil triunfar tras un viejete que es la primera opción.
Es un vino básico para diario sin fallos y sin nada que enamore. Cumple y punto.
Nuevo intento, esta vez dentro de una comida (caracoles) en la que debe desenvolverse bien y acompaña pero sin nada destacable.
Aguante bien durante la comida, su trago largo lo hace amable, pero se queda falto de personalidad.
Un vino amable, pero sin nada de especial
Un vino que tiene una etiqueta aparente como más clásica de Rioja, con una bodega conocida que lo respalda, pero sin embargo no consigue un vino que pase el liston de básico.
Se echa en falta un poco más de estructura y complejidad, quedándose en un rango donde hay mucha competencia dentro y fuera de Rioja.
Fácil para diario
Color rojo granate, menisco violaceo, capa media, limpio, brillante, lágrima fluída.
En nariz hay fruta roja madura, leves notas de madera y ligeros tostados, hay especias (vainilla).
En boca tiene un paso fácil, con mucha fruta, algo de acidez, pero falto de estructura, muy leves taninos.
Vino fácil de diario
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