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Los vinos de Bodegas Roda en el VI Encuentro

 

agustin santolaya bodegas roda encuentro verema cirsionTras el pistoletazo de salida del VI Encuentro Verema el viernes 26 de enero, abrimos la sesión del sábado con un monográfico sobre Bodegas Roda, premiadas además con el Premio Verema como Mejor Bodega del año 2006.

En la mesa Agustín Santolaya, Director General de Bodegas Roda y Gonzalo Lainez, Director Comercial de Exportación de la bodega y amigo y forero de Verema, por todos conocido. Destacar ante todo la afabilidad, comunicatividad y el carácter pedagógico de Agustín, quien habló claro, conciso, sin tapujos pero siempre correcto y con gran respeto por el mundo del vino.

Tras una breve exposición de lo que representa hoy Bodegas Roda, una bodega que inició su andadura a principios de los años ochenta y cuyo principal objetivo era y es, la búsqueda de un viñedo de calidad para poder ofrecer un vino de calidad, pasó a dar una interesantísima visión del panorama vitivinícola.

Como tema principal quiso dar un vuelco al evidente paradigma actual del enólogo como eje central en la elaboración de un vino, poniendo de relieve la importancia de una buena coordinación de un gran equipo de personas que conforman la bodega y, sobre todo, realzar la figura del viticultor. Pues he aquí el gran misterio del buen vino: la vid, su fruto y el famoso terroir. Así pues la idea principal es que teniendo una buena materia prima, tendremos a priori, un buen vino, tan solo faltará tratarla bien y darle los cuidados requeridos. Es por ello también que estas bodegas apostaron plenamente por viñedos viejos y por tres variedades típicas de la zona: Tempranillo, Garnacha y Graciano, si bien no se cierran a utilizar otras variedades en un futuro, siempre y cuando la calidad se lo permita.

Para la cata Agustín seleccionó una década del Roda I, su máximo exponente durante estos años (al margen del nuevo Cirsion). Ante la imposibilidad de traer los diez vinos por una cuestión de logística y dinamismo dentro del marco del Encuentro, decidieron escoger aleatoriamente, entre las añadas pares y las impares de la última década, optando finalmente por las impares. El azar hizo que no probáramos la mítica añada en Rioja de 1994, una lástima para los que hemos probado ese Roda I del 94 y conocemos el potencial de este vino, aunque la verdad es que rápidamente nos desquitamos con los magníficos vinos que probamos.

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Roda I 1995

1995 fue una buena añada en la Rioja pero surgieron algunos problemas con la vinificación, pues al parecer las altas temperaturas aumentaron los niveles de azúcares. Al margen de estos problemas se nos presentó un vino picota con ribete algo evolucionado de tonalidades teja y capa media. Una nariz de gran complejidad y extremadamente viva donde la fruta inunda la copa. Grosellas y aromas dulces se apoderan de unas leves notas de cuero que acaban desapareciendo dando lugar a balsámicos. Nariz de gran intensidad y complejidad donde destaca su elegancia. En boca tiene un cuerpo medio, es largo, con un final amargoso muy rico y una buena acidez que le confiere frescura.

Roda I 1997

Añada calificada por la D.O. Rioja como Buena, y calificada como Desastrosa por Agustín Santolaya, quien contó todo tipo de vicisitudes durante este año en el que el frío se apoderó de la zona y dio muchos quebraderos de cabeza a los bodegueros. Así que en este caso sí hubo de trabajar duro el enólogo para sacar un vino de calidad.

Aún así, el vino se presenta picota granatoso de capa media, con una nariz de buena intensidad donde en un primer momento detectamos notas húmedas, musgo y roca calcárea mojada. Pero a mediada que el vino se va abriendo podemos descubrir aromas de fruta fresca, flores ajadas, cacao y especias. En boca está en un momento óptimo de consumo, con un tanino dulce y pulido, un final amargoso y una acidez elegante que acaba con unas sensaciones cremosas muy agradables.

Roda I 1999

De nuevo otra añada cruda dominada por las bajas temperaturas, donde Agustín nos contó cómo tuvieron que regresar rápidamente a la bodega desde un evento enológico, por la terrible alerta de una helada en el momento más crítico del cultivo. Se perdió mucha uva y menguó la calidad de muchos vinos de la zona considerablemente.

Este vino vestía un picota granatoso de capa media/alta con ribete violáceo y una nariz de fruta roja madura, presencia de chocolate, cacao, especias dulces, vainilla y un leve recuerdo mineral. Esta vez la intensidad en la fase olfativa se resintió considerablemente. En cuanto a la boca, presentaba un tanino vivo, una buena acidez y un considerable cuerpo, pese adolecer de un recorrido medio.

Roda I 2001

Otra de las grandes añadas en Rioja calificada de Excelente y donde Agustín la declaró de absoluto disfrute para enólogo.

Y prueba de ello fue este vino picota granatoso con reflejos azulados y una lágrima que tinta la copa. Excelente la nariz llena de fruta roja madura y fruta negra, flores, chocolate, especias dulces y balsámicos. Pero en boca aun es mayor su complejidad, su tanino fino, su excelente acidez, la presencia de la fruta… un vinazo.

Roda I 2003

Nuevamente una añada complicada, pero esta vez por las elevadas temperaturas, sobre todo en verano, con máximos históricos en la zona. En general otra añada complicada.

El vino muestra un color picota cubierto con lágrima pigmentada y un precioso brillo. En nariz maderas finas, manzana verde, fruta negra, flores y un punto mineral. Buena intensidad. En la boca tiene buen ataque, buena acidez, con predominio de los sabores de regaliz y fruta negra, marcada mineralizad y muy largo. Un vino que, desde mi humilde opinión, no muestra las malas condiciones de la añada.

Roda I 2005 (muestra de barrica)

Al parecer una de las grandes añadas en gran parte Europa y desde luego, en la Rioja, aun falta para que los vinos estén acabados pero ya apuntan maneras y se empieza hablar de añada excelente, a tener muy en cuenta por los amantes de las añadas históricas.

En copa el vino hizo gala de un precioso color purpúreo, con reflejos azulados y lágrima tintada. Una jovencísima nariz que rezumaba fruta madura, caramelo de fresa, azúcar tostado, especias dulces y prácticamente nada de madera. En boca tenía un buen cuerpo, con una marcada acidez, astringencia a pulir en botella, pero ya deja entrever lo que será este vino, pues ya denota cierta complejidad y capacidad de guarda.

En definitiva una sesión en la que disfrutamos de la presencia de un gran comunicador, de una gran persona como es Agustín Santolaya, y del fruto del trabajo de un grupo de personas que conforman Bodegas Roda.

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